Capitulo 02

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De nueva cuenta, la panadería cerraba sus puertas, dando así el anuncio de que por fin habían terminado con una nueva y exitosa jornada laboral, el día de mañana, de nueva cuenta debían levantarse a temprana hora para poder comenzar a hornear, el señor Park estaba totalmente feliz, quizás el querer cumplir con sus sueños de convertirse en un omega mejor para darle un mejor futuro a su hijo, hubiera sido mejor, pero mientras Jimin se encuentre feliz, él también lo estaría.

—Iré a barrer el local —menciono su hijo, haciendo que su padre diera un asentimiento en respuesta.

—Está bien, ¿deseas ayuda? —pregunto su padre, haciendo que Jimin le dedicará una sonrisa.

—No, descansa, ha sido un día largo.

¡Y vaya que lo fue!

Sin más Jimin decidió tomar la escoba, para comenzar con su labor, mientras que el señor Park se dedicaba a dejar el mostrador. El señor Park, siempre se encargaba de ocultarle algunas cosas a su hijo, y no era porque no le tuviera la suficiente confianza, si no que la razón era muy distinta, no había tenido el valor de decirle a su hijo, que hace ya un par de semanas, les había llegado una carta, una que les exigía que debían vender su local para que se pudiera llevar a cabo la construcción del nuevo edificio de una compañía, el señor Park había enviado una respuesta rechazando la oferta que le habían hecho por comprar su local.

El señor Park se había esforzado mucho para obtener aquel local, su hijo le ayudaba en lo que pudiera, en hornear, en limpiar, ambos eran los que habían aportado su sudor y lágrimas para lograr lo que tenían ahora, y definitivamente no estaba dispuesto a tirar eso por la borda, y mucho menos por un empresario que solamente quería comprar el lugar como si no tuviera un valor sentimental más que el monetario.

Pero, a pesar de su respuesta negativa, había recibido nuevas cartas, todas ofreciendo una cantidad inclusive más grande de dinero, y el señor Park ya estaba cansado de lo mismo, había enviado cientos y cientos de respuestas, todas negándose a vender, pero aquellos empresarios parecían no comprenderlo, y quizás jamás lo harían, hoy, había llegado una nueva carta, del mismo lugar, de la misma compañía, y con una nueva cantidad de dinero por su local, y por supuesto con la exigencia de que se lo comprarían de inmediato, ni siquiera se lo preguntaban, y eso lo ponía mucho más enojado, el asunto era demasiado frustrante como para seguir con lo mismo.

El señor Park ahora se encontraba mirando aquella carta, sus manos temblaban ligeramente, esto solamente estaba causando que sus nervios se descontrolasen, pero no sabía que debía hacer al respecto.

—¿Papá? —la voz de su hijo lo hizo dejar de mirar aquella carta.

Jimin le dedico una sonrisa a su padre en cuanto conectaron miradas, pero Jimin ya había visto la carta en las manos de su padre, y por su reacción, sabía que no era una carta que tuviera alguna información muy buena que digamos.

—¿Qué pasa, hijo?

—Eso mismo me pregunto, papá —menciono Jimin—, hace unos días te vi algo preocupado, ¿qué pasa?

El señor Park no quería que su hijo se enterase, no de este modo, pero tarde o temprano tendría que decirle la verdad, era cuestión de tiempo, y más si las cartas seguían llegando una tras otra sin parar, debía decírselo, lo sabía.

—¿Papá? —el señor Park dejo sus pensamientos para poder mirar a su hijo que seguía esperando por una respuesta de parte suya.

—No quería decirte esto porque... —soltó un largo resoplido—, no quería que te preocuparas, pero...

—¿Sí? —Jimin frunció levemente el ceño al escuchar aquello.

—Hace unas semanas —comenzó a hablar su padre—, comenzaron a llegar cartas de una empresa, quieren comprar nuestro local para poder así construir un nuevo edificio aquí en la ciudad.

—¿Qué? —Jimin no lo podía creer, de inmediato y sin pedir alguna clase de permiso, tomo el papel que su padre tenía en sus manos para poder leerlo y comprobar que las palabras de su padre eran ciertas, y hubiese querido que no lo fueran. Comenzó a leer, viendo que aquella empresa prácticamente les estaba exigiendo que de una vez por todas les vendieran el local para así poder llevar su proyecto acabo, y al final, Jimin logro ver la cantidad de dinero que estaba allí, pero por más que la cantidad fuera grande, Jimin sabía que aquel lugar valía mucho más que sólo dinero.

¿Cómo era posible que se atrevieran a ponerle precio a algo que tiene inclusive un mayor valor sentimental? Jimin sabe lo mucho que su padre trabajo, lo mucho que se esforzó por juntar el dinero para poder comprar el local y convertirlo en una panadería que ahora era de las más exitosas que se conocían en la ciudad, que sólo unas personas que creían que podían obtener lo que quisieran con dinero, les estuvieran exigiendo que les vendieran en lugar, era el colmo. Apretó los dientes con fuerza, esto definitivamente lo estaba enfureciendo de sobremanera.

—No, no lo permitiré —dijo Jimin haciendo que su padre abriera los ojos en grande, su hijo a veces era un poco impulsivo, pero lograba tener buenas ideas y grandes decisiones, pero a veces ser demasiado impulsivo llevaba a consecuencias mayores.

—Jimin, deja eso.

—¡No, papá! —Jimin arrugo la hoja entre sus manos, estaba molesto—. ¿Por qué no me lo dijiste antes?

—No quería que te preocupases.

—Pero —soltó un resoplido—, no podemos permitir que estas personas nos quiten todo lo que hemos logrado.

Su padre estaba de acuerdo con esas palabras, pero, sabía que tarde o temprano, la empresa mandaría más cartas, o posiblemente comenzará a mandar a hombres que se pondrían a negociar con él.

—Sólo debemos ignorarlos, hijo...

—No, no debemos solamente hacer eso —dijo Jimin, la furia contenida que tenía estaba a poco de salir, era totalmente injusto todo lo que estaba pasando, esas personas no entendían lo mucho que a él y a su padre les importa el negocio, es lo que tenían, con ello podían subsistir, con ello podían decir que ni siquiera dependen de un maldito alfa para vivir bien—, hablare con ellos.

El señor Park abrió los ojos en grande, sintió como un escalofrío recorría su espalda y de inmediato negó repetidas veces con la cabeza.

—N-no, no lo harás...

—Papá...

—Nada de eso, n-no quiero que te arriesgues a hablar con ellos.

—Pero si no lo hago, entonces...

—Hijo... —soltó un largo suspiro—, nada malo pasará, ¿bien?

Pero Jimin sabía que ignorarlos solamente causaría más problemas.

Rebeldía Para Un Jefe ||YoonMin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora