Epilogo

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Dos almas gemelas que pueden tener un mejor destino, eso eran ellos, Min Yoongi y Park Jimin.

Decir que el omega le había dejado al alfa el trabajo fácil, sería mentir, porque Jimin no era un omega cualquiera, a él no le podías solamente escribir poemas cursis o cartas de amor, no, a él tenías que demostrarle que eras el alfa perfecto, Yoongi lo sabía perfectamente, por eso el cortejo duro bastante.

Tres largos años tuvieron que pasar para que Jimin por fin aceptase que Yoongi lo marcará como su omega, y en esos tres años, ambos pudieron conocerse mucho mejor, la estadía juntos había sido de gran ayuda, Jimin lo hizo trabajar en la panadería en todo ese tiempo, y Yoongi de vez en cuando se daba sus pequeñas escapadas para tratar asuntos de su empresa, pero poco a poco Yoongi se percató de que la empresa debía de estar a cargo de alguien más, porque él, a pesar de querer seguir los pasos de su padre, no quería dejar a Jimin, la vida junto al omega lo alejaba del estrés, tanto así, que ya ni siquiera le gritaba a sus empleados, no había discusiones en las oficinas o empleados temblando con su presencia, el alfa había aprendido que enojarse por motivos pequeños o grandes no le hacía para nada bien, y estar cerca del omega lo hacía sentirse mucho más compasivo con los demás.

Con el paso de los días, poco a poco los sentimientos fueron creciendo entre ambos, y por supuesto, todos los lugareños no podían estar más que sorprendidos, mirar a Park Jimin con un alfa, era tan extraño como encontrarse con una especie desconocida de planta, todos especulaban de lo que pudo haber hecho el alfa para obtener la atención del omega, algunos decían que el alfa había logrado a base de múltiples amenazas al omega a que salieran juntos, otros decían que no se trataba de un alfa, que era un beta el que estaba junto a Jimin, otros creían que los habían obligado a casarse para que compartieran sus vidas juntos y que eran muy buenos fingiendo felicidad al estar juntos, pero a Jimin y a Yoongi les importaba poco los rumores que se extendían, mientras ellos fueran felices, eso era lo que más les importaba en esta vida.

—No —la voz de Yoonjung se hizo presente, Yoongi soltó un largo resoplido, era la quinta vez en ese día, la pequeña niña había sacado algo muy característico de su padre omega, y eso era decir que no a algo que le desagradaba, como ahora, que no quería ponerse el vestido que Yoongi le había comprado por su cumpleaños.

—Cachorra —canturreo Yoongi—, míralo, es de tu color preferido, además es sencillo, como te gusta, sin lentejuelas falsas y sin dibujos tontos de caricaturas.

—No lo quiero —la niña se cruzó de brazos—, que se lo ponga Jihu...

Yoongi soltó un resoplido, su pequeña niña sí que era una rebelde, al igual que Jimin, no es como si con palabras lograse convencerla.

—Amor —la voz del omega lo hizo dejar de mirar a la pequeña, Jimin no tardo en entrar a la estancia en donde Yoongi y la pequeña Yoojung se encontraban, Jimin traía en sus brazos al nuevo bebé de la casa, Min Jihu—, ¿por qué tardas tanto? Hoy será la cena en la empresa, y debemos ir todos.

—Lo sé, lo sé —soltó un resoplido—, pero Yoonjung no quiere ponerse el lindo vestido que le compramos.

El omega miro de inmediato a su pequeña niña de tres años, es difícil tratar con ella, y más lo es para Yoongi, porque la pequeña solamente le hacía caso a su padre omega, aunque múltiples veces Jimin la reprendía por eso.

—Yoonjung —hablo Jimin, la pequeña lo miro de soslayo—, ¿qué te he dicho sobre despreciar la ropa que te compramos?

—Que no debería, porque algunos niños —apretó levemente los labios—, no pueden tener ropas bonitas como yo...

—Bien —sonrió hacia su hija—, ahora ve a cambiarte, te verás muy linda con ese vestido que escogimos para ti.

—No me gustan los vestidos —chillo la niña.

—Sólo por esta vez.

—No —volvió a negarse.

—Ponte un pantalón debajo del vestido —menciono Yoongi, la pequeña lo miro—, estoy seguro de que no te gustan porque sientes que tendrás frio —la pequeña asintió levemente—, entonces, puedes ponerte el pantalón, hazlo, cachorra.

—Sí —dijo la pequeña, Yoonjung de inmediato recibió la prenda de vestir para después salir corriendo hacia su habitación, su padre alfa a veces la lograba comprender.

Criar niños era un trabajo muy duro, pero al menos entre los dos se dividían el trabajo, no es tan malo tener a dos pequeños niños en casa, estaban felices por eso.

—Alfa —Jimin llamo a su pareja—, muy bien —se acercó a él para plantar un pequeño beso sobre la mejilla de Yoongi—, me alegra que la puedas comprender.

—Es lo menos que puedo hacer —soltó un suspiro—, aunque a veces es difícil —miro a Jimin—, apuesto a que eras así cuando pequeño.

—No, cariño —sonrió—, era peor.

Yoongi soltó una suave risa al igual que Jimin por aquel comentario hecho por el omega.

Efectivamente, dos almas pueden tener un mejor destino, uno en el que pudieran estar juntas como tanto lo desearon en el pasado.






F I N

Rebeldía Para Un Jefe ||YoonMin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora