Capitulo 09

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Una cita, ¿en qué estaba pensando Min Yoongi? Quizás se estaba volviendo completamente loco, sí, eso era, el alfa trago saliva para poder dejar de sentir su garganta cerrarse, y es que se estaba poniendo levemente más nervioso, nunca había demostrado un comportamiento levemente errático y poco decisivo con los demás, ni siquiera con su padre, pero ahora, parecía inclusive que aquel omega estaba provocándolo para sacarlo de sus casillas, y lo había logrado, Yoongi estaba impresionado por ese comportamiento sin sumisión ni nada de bondad, era extraño, ese omega era sumamente extraño.

En cuanto acepto la cita, Jimin no dudo en salir de la oficina para quedarse esperándolo afuera, sentado en la recepción que se encontraba afuera, inclusive su secretaria había entrado a preguntar si quería que llamará a los guardias de seguridad para que echarán al omega del edificio, pero por supuesto Yoongi se negó, porque tenía un compromiso pendiente con el omega, y necesitaba arreglar ese asunto con él.

Soltó un largo suspiro y dejo que su cuerpo se dejase caer en la silla, las sienes le palpitaban levemente y su cabeza iba a comenzar a dolerle, esto había sido demasiado, ese omega se comportaba de lo peor posible, y eso hacía que inclusive todo lo que había aprendido sobre esas delicadas y magnificas criaturas se fuera a la mierda en un santiamén con ese Park Jimin.

—Park Jimin —saboreo cada letra de ese nombre, aquel nombre que lo había desconcertado por completo, sonrió ladino—, patético —mascullo entre dientes.

Se incorporo levantándose manera brusca de su sitio, y empujando la silla con la parte trasera de sus piernas, para después comenzar a caminar hacia la salida de su oficina, llevo sus manos hacia su corbata, ajustándola un poco más a su cuello mientras sus pasos calmados y con porte orgulloso, se dirigía hacia la puerta de su oficina, miro sus demás prendas después de acomodar la corbata, su camisa estaba bien planchada al igual que sus pantalones y su saco, todo en orden, no faltaban botones en ninguna parte, no había desaliño alguno que pudiera ser evidente en sus prendas de vestir, soltó un nuevo suspiro antes de regresar la mirada al frente, y entonces abrió la puerta de la oficina para poder desplazarse fuera de esta misma y comenzar su camino a la recepción.

En cuanto la mujer que se encontraba custodiando como fiel guardiana lo vio, no dudo en ponerse de pie para después dar una reverencia sumamente exagerada.

—Señor Min, buenas tardes —menciono aquella mujer, y al menos Yoongi agradecía que ella no tartamudeará como a veces lo hacía.

Dejo de prestar atención a aquella mujer para posar su vista en quien lo esperaba, el omega sin darle una mirada a él, mantenía sus piernas cruzadas, una sobre otra, mientras que se dedicaba a admirar los finos dedos de sus manos como si tuvieran alguna imperfección, pero sólo los miraba, parecía inclusive ensimismado consigo mismo, y eso molesto al animal interno de Yoongi, porque podía ver que ni siquiera su sola presencia causaba un terror o una pose de sumisión de parte del omega, cerró sus manos formando puños, apretándolas con fuerza y causando que sus nudillos se tornaran blancos debido a la fuerza que infringía.

Min Yoongi, no dejaría que un omega como Park Jimin lo viera como alguien inferior, porque no lo es, el alfa nació para convertirse en un gran alfa, uno al que le temieran los demás, uno al que respetarán en cada minuto y en cualquier lugar, uno al que los alfas debían ver con admiración y los omegas debían ver con deseo, ese era Min Yoongi, un alfa poderoso, uno que no dejaría que un omega lo humillase.

—Levántate —la voz de mando no tardo en hacer acto de presencia, pero la única persona que se había encogido en su sitio fue aquella mujer, pero Yoongi no quería que ella fuera quien reaccionase así, sino más bien quería que ese omega rebelde lo hiciera—, he dicho que te levantes, omega.

Jimin dejo de mirar las uñas de sus dedos por unos instantes para darle una corta mirada al alfa que ahora estaba afuera de su oficina, Jimin quería reírse en la cara de ese alfa, ¿en verdad creía que obedecería? Por supuesto que no, él jamás obedecería a un alfa, jamás se mostraría sumiso ante un alfa, ¡jamás!

—¿No he sido claro? —la pregunta de Yoongi lo hizo suspirar, rodo los ojos con lentitud para que el alfa notará el fastidio que cargaba en sus hombros por tener que soportarlo y entonces lo miro.

—No pienso obedecerlo —esa fue la respuesta de Jimin.

Para Yoongi fue como si algo hubiera hecho que una olla de presión por fin terminará por estallar, y es que en verdad el alfa estaba harto, eso ya era suficiente, y no estaba dispuesto a seguir soportando a ese omega, no importaba si le había prometido tomar en cuenta su estúpida propuesta sólo por una cita, ni siquiera le importaba la cita, sólo lo había pensado por el hecho de que quería ver a cuanto el omega estaba dispuesto a pasar solamente por salvar ese estúpido negocio suyo.

—He dicho —mascullo Yoongi entre dientes, y comenzó a caminar a pasos rápidos hacia el omega—, que te levantes —en cuanto estuvo por fin a la par de Jimin, no dudo en tomar la mano del omega con brusquedad y con fuerza, obligarlo a que dejase de estar sentado en su sitio.

Jimin gruño por lo bajo ante el brusco movimiento, y Yoongi iba a responderle de igual forma para darle una advertencia, pero algo había hecho que sus gruñidos se detuvieran, el alfa dejo de apretar con fuerza la muñeca del omega al sentir un leve escalofrió recorrerle la espalda seguido de una dulce oleada de cosquilleo casi electrificante que le brindo el sólo tocar al omega, a pesar de sentir aquello, su ceño no dejaba de estar fruncido, y Jimin no dejaba de gruñirle para que lo soltará.

El omega no dudo en forcejear aquel agarre, jalando su mano con fuerza para que dejará de tomarla de ese manera, mientras gruñía con insistencia hacia el alfa que lo estaba agarrando de aquella forma, Jimin ignoro por completo todo lo que había sentido, pues las mismas sensaciones que Yoongi había sentido, habían sido de igual forma experimentadas por él, pero decidió que lo mejor era pasarlas por alto, después de todo, lo único que en verdad le interesaba era poder alejar la sucia mano que lo estaba manteniendo en un agarre firme de una vez por todas.

—¡Suélteme! —exclamo el omega que, de un tirón, logró que su muñeca fuera liberada por completo, el agarre había dejado de ser firme—. No tiene derecho alguno para tocarme, imbécil.

El alfa ignoro aquel insulto, y sólo lo hizo por un pequeño motivo, aquellas sensaciones que había experimentado solamente las había escuchado de los cuentos que su madre le leía de pequeño, esas historias de aventura y romance de alfas fuertes y caballerosos que rescataban y brindaban amor a los omegas que tanto les gustaban, solamente allí escucho lo que sentían, porque eran destinados, porque sus vidas estaban unidas por el destino, porque así lo dictaba la madre luna, pero ¿por qué a él le tenía que tocar sentir todo aquello con ese omega rebelde?

—Hay que ir al restaurante —menciono Yoongi en un tono más tranquilo, miro al omega de pies a cabeza—, me aseguraré de no llevarte a un lugar de etiqueta.

—¡Bah! —mascullo Jimin mientras su ceño se fruncía—. Me da igual a donde me lleve.

El alfa se limito a dar un asentimiento.

—Sígueme —comento el alfa mientras se disponía a caminar primero, pero de inmediato el omega camino a la par que él, Yoongi lo miro de soslayo.

—Ni crea que voy a estar detrás de usted, alfa de pacotilla.

—Lo que tu digas —soltó en un resoplido, su cabeza se estaba volviendo un lío, ¿por qué había sentido aquello? ¿Qué significaba?

Se supone que los destinados se terminaron hace años, esas creencias sólo se encontraban en los más viejos relatos escritos, eran leyendas cortas que siempre se contaban para entretener a los pequeños, eran cuentos llenos de magia y fantasía, nada era real, inclusive comprobaron que los destinados jamás existieron, pero, ¿por qué sentía que a su lado caminaba el omega con quien pasaría el resto de su vida?

—Deje de mirarme, o le patearé en los testículos —mascullo Jimin por lo bajo, y Yoongi aparto la mirada, ni siquiera se había percatado de que se había estado fijando en el omega.

Yoongi necesitaba respuestas, muchas, muchas respuestas y esperaba que todo esto no le generase más preguntas.

Rebeldía Para Un Jefe ||YoonMin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora