4. Dulce Flukie

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—Ah, daddy

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—Ah, daddy...

Los labios de Ohm recorren su cuello con suaves besos, caricias húmedas sobre la piel del menor que se aferra con las manos al cuello del mayor. Baja por sus clavículas, sus fuertes manos recorriendo la espalda de Fluke bajo la camiseta, suaves gemidos acariciando sus oídos mientras Ohm embiste dentro de su pequeño, suaves, ondas rítmicas y lentas.

Sale casi por completo para volver a entrar, sacando así de la garganta del menor leves gimoteos de placer en vocales de "Ah, ah", sonidos dulces al reprimir Fluke sus gemidos, pequeños "Mmhg, Aahhm" que le provocan sonrisas a Ohm, besando sus dulces labios rosados.

Es lento, suave, lleno de caricias y pequeño besos esparcidos en el cuerpo de Fluke. Le besa los hombros, las clavículas y el cuello, subiendo por el contorno de su barbilla hasta el labio inferior, donde se detiene a admirar desde abajo, el rostro de ese ángel de cabello castaño, sus labios semiabiertos, sus ojitos cerrados y mejillas sonrosadas.

Ohm le quita la holgada prenda del torso, Fluke se deja hacer por daddy, quien de inmediato lo abraza para que no sienta frío. La oficina de Ohm está cerrada con llave por el tiempo que su Bebé esté ahí de visita, pero Fluke sabe que deben ser discretos, porque "No está bien visto hacer el amor fuera de casa".

Pero eso no le importa, en lo absoluto. El hace el amor con Ohm siempre, cuando se toman la mano en el parque o se besan en la fila del supermercado. Cuando se sienta en el regazo de daddy a escuchar sobre su día en el trabajo, mientras lo despeina con las manos. Cuando se dan los buenos días entre cálidas sábanas blancas o daddy le pone shampoo en su cabecita en la ducha. Para Fluke y sus veintiún años de experiencia en la vida, "Hacer el amor" consiste en pequeños detalles, como besar la oreja de daddy porque "Eres el más guapo para mí, no escuches a toda esa gente mala, Flukie te ama, daddy", contar sus pestañas cuando él despierta antes en las mañanas, comparar el tamaño de sus manos y susurrarle cuánto lo ama mientras se funden en uno solo.

—Te amo, mi dulce Flukie... —Ohm le susurra contra los labios, acariciando los cabellos húmedos de su nuca—. Me haces tan feliz, mi ángel...

Fluke sonríe, su respiración agitada y razón nublada por el placer en su cuerpo, cuando Ohm acierta en estocadas suaves y lentas en ese punto que lo hace delirar, que tan difícil le hace contener sus gemidos altos, porque hay gente trabajando en la oficina de al lado.

—T-también te ah... —Fluke esconde su carita en el hombro del más alto, sus uñas encajadas en su espalda— Te... Te amo, Da-daddy...

—Shhh... —Ohm muerde sin fuerza el lóbulo izquierdo de Fluke—. No queremos que nos regañen, bebé...

—Lo siento... —sus piernas, alrededor de la cadera de Ohm, tiemblan en cada embiste—. E-es que m-me me...

—Ya casi mi amor, aguanta por daddy... —Ohm se sujeta del escritorio, una mano alrededor de Fluke sobre sus piernas.

Ambos se deshacen en besos profundo, más necesitados y sensuales. Sus cuerpos casi llevados al límite, a punto de llegar al éxtasis conjunto, un paso más cerca en cada embestida ahora más rápida de Ohm. Fluke se muerde una mano, intentando con creces no hacer mucho ruido.

—Eso es, eres mi niño bueno Flukie... —Ohm le acaricia los muslos, sube hasta su erección y comienza ese delicioso vaivén sobre el miembro del menor, a punto de lograr el clímax—. Me encantas... Fluke... Ah, er-eres una dulzura...

Al ritmo de su muñeca, Ohm entra, muy dentro de Fluke asegurándose de tocar ese punto que lo hace delirar. El pequeño se deshace en temblores, aprieta las piernas y se recarga en el hombro de Ohm cuando el orgasmo llega a su cuerpo, liberando en cuerdas blancas su éxtasis. Ohm le sigue, llenando de su esencia la funda de látex que decidieron usar para no hacer un desastre y ensuciar a Fluke, ahí en medio de la oficina donde no podría limpiarse como debe y merece.

La camisa blanca de Ohm es teñida del semen de su pequeño, manchando también su corbata negra un poco en el proceso, pero no le importa, no cuando tiene a Fluke dormitando entre el sueño y el placer sobre su pecho. Ohm tiene otra camisa, puede cambiarse al salir juntos rumbo a casa después de seguir fingiendo que quien fuera su asistente becario en el pasado, ha ido solamente a buscar una carta de recomendación.

Ohm lo arrulla, pasando sus dedos por entre el cabello de Fluke mientras sus respiraciones se ralentizan.

—Mi pequeño... —Ohm lo deja dormir, subiendo su ropa interior apenas en un movimiento rápido que no despierte a Fluke que yace entre sus brazos—. Mi dulce Flukie...

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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Daddy's little boy  ☆  OhmflukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora