—¡No!
—Fluke.
El menor se cruza de brazos, un puchero en los labios y el ceño contraído en una mueca de berrinche que podría conmover a cualquiera, viéndolo ahí sentado en la alfombra de su cuarto usando nada más que una pijama completa con el cierre en el pecho.
A cualquiera, menos a Ohm que ya sabía perfectamente que esa, era la peor rabieta que su pequeño había hecho en años juntos. Y no estaba para nada contento con ella.
Fluke solía ser siempre muy lindo, obediente y responsable. No respondía de mala gana y le gustaba llenar su tablero de estrellas brillantes y caritas sonrientes, sabiendo que de portarse mal, no obtendría recompensas, golosinas o palabras de aliento. Pero por alguna razón, esa semana estuvo especialmente quisquilloso son la comida, apenas picoteando lo que su nana hacía con tanto amor para él. No recogió su habitación y había juguetes en todo el piso, no se había duchado todos los días y en el tiempo que le correspondía, pues al principio no quería entrar a la bañera y después, no quería salir.
Pero todo esto no lo supo Ohm en persona, sino por los avisos de Jennie que, aunque quería encubrirlo, dejaba mensajes avisando solamente que "Flukie no ha comido bien hoy, está en la ducha y no quiere salir" pero su Nana lo amaba, no podía decir todo lo que Fluke había hecho, incluyendo gritarle de mala gana a ella en la mañana del viernes cuando no salió de la cama en todo el día.
Y ahora lo tiene ahí enfrente, pataleando y cruzado de brazos en el suelo, sin decirle nada más que vete, no quiero y déjame. Ni siquiera había dejado la mochila cruzada en su pecho en el suelo, pues apenas abrió la puerta de regreso de un extenuante viaje de doce horas de punta a punta del mundo, Fluke había corrido a encerrarse en su habitación desde la sala, teniendo que impedirlo Ohm con un pie en la puerta.
—Voy a contar hasta tres y vas a levantarte si no quieres un castigo, Fluke. —Mantiene la voz firme, mirando fijamente al pequeño castaño en el suelo que lo reta en silencio—. Uno.
Fluke niega con la cabeza fuertemente.
—Dos. —y Ohm deja la mochila en el piso.
Fluke alza la mirada, ojitos acuosos llenos de rabia cuando abre la boca y grita antes de llorar:
—¡No quiero!
—Tres.
Era todo, no pensaba tolerar una rabieta tan grande cuando toda la semana de su ausencia se portó de tan mala forma en casa, llegando incluso a apagar el teléfono celular para no responderle los mensajes. Ohm se inclina a la altura del chico que lo patea si éxito y lo sujeta de los costados, poniéndolo de pie para tirar de él sin demasiada fuerza al pasillo. En el camino, Fluke lo manotea y llora en berrinche puro, mezclado con balbuceos que no termina de soltar y muchos hipidos. Una vez en el pasillo, Ohm lo toma de los hombros, mirándolo de frente.
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Daddy's little boy ☆ Ohmfluke
FanfictionFlukie es un pequeño bebé cuyo mundo es Ohm, su Daddy , quien no puede negarle absolutamente nada. ⚘No contiene violencia, incesto y/o derivados. ⚘Exclusivamente Ohmfluke. +18 ⚘Creado única y exclusivamente para entretener. PROHIBIDA LA COPIA...