Miércoles

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El demonio despertó con un dolor en el hombro...

-No te muevas demasiado. Tienes suerte... Pude curar algo de ti. Pero tienes que mantenerte tranquilo...dormiste mucho. Todo un día.

Michael estaba con el pelirrojo. Ella ya se encontraba mejor, pero Crowley mantenía la herida abierta.

-Estarás mejor. Solo mantente en calma. 

Crowley comenzó a moverse lentamente. 

-¿Q-Quién fue?...El que me disparó...¿Como era? Necesito saber...quien demonios es el que me atacó. 

Este logró estar mas firme, necesitaba reponerse.

La castaña no pudo evitar distinguir la poca fuerza demoniaca, casi...imperceptible. Sabia del acuerdo entre el infierno y el cielo sobre Crowley y lo que pasaría. Solo seria un demonio...sin poderes. Era lo menos grave. 

-No los reconocí. Eran dos. Saben que estoy protegiéndote y harán lo impensable para atacar nuevamente. La librería no es segura. Necesitamos otro lugar.

La arcángel comenzó a tocar el hombro lastimado . Los destellos de luz emitían cierto calor, y estos curaban poco a poco la herida.

-Crowley, necesito que estés quieto...

El demonio gruñó y obedeció. La herida estaba bien. Por ahora.

Este se levanto y comenzó a vestirse. 

-¡¿Qué estas haciendo?!

Ella se alteró. 

-¡Ha pasado solo un día de tu recuperación! ¡Debes descansar demonio incompetente!

Aquí ella ya no estaba para hablar. Estaba molesta de que Crowley quisiera hacer las cosas a su modo.

-Necesito encontrar a esos demonios. Puedo detectarlos, y los encontraré. Voy a matar a estos imbéciles.

Este estaba decidido a ir contra estos. 

-¡No! ¡No necesitas hacer eso! ¡Yo arreglare esto!

Ella estaba molesta. No permitiría que este encontrara a los demonios.

-Voy a acabar con esto. Si es así como voy a vivir, es mejor que pronto terminemos esto. A la mierda el infierno. A la mierda el cielo. 

Este salió de su habitación, pero a duras penas y se mantenía en pie. Esto enfurecía al ángel, no estaba conforme con esto. 

-¿Quieres dejar de actuar, y volver a la cama? Tu cuerpo no esa apto para esto. 

-¿Crees que eso me importa cuando puedo detectar lo poco que dejaron de su presencia? No voy a quedarme aquí. Quizás así pueda terminar con Hastur. 

-¿Terminar con Hastur? ¡Oh, veo que te encanta bromear! 

Con un chasquido hizo que este estuviera atado. Y con otro, este estaba en la cama nuevamente.

Michael no permitiría que se enfrentara a estos en esas condiciones. 

-Si tengo que tratarte como un niño malcriado, eso haré. Lo siento.

-¿Qué vas a hacer?

Dijo este intentando chasquear los dedos.

Acaricio el cabello del pelirrojo, para después hacerlo desmayar.

-Un truco de arcángel, querido Raphael.







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