Condenados

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La condenación puede ser un motor para evitar caer en el peor lugar que la humanidad podía ver, y eso era el infierno. Por supuesto que la humanidad misma no estaba consciente de los cambios que sucedían. No es como que fuese normal pensar que esto era real, que se estaba librando una nueva lucha, y el resurgimiento de Lucifer estaba acercándose para poder dar un nuevo golpe a su creador. Y nada bueno le esperaba a la humanidad si esto pasaba. 

La semana había transcurrido rápidamente. La situación había hecho que todos pensaran en lo peor. Michael había revelado a Gabriel la verdad, y este no estaba tan afectado (o eso aparentaba). Pero Romel seguía oculto de la verdad. 

Todo esto podía evitarse. Solo era el cumplimiento de una profecía.

Si tan solo el Armagedón se hubiese llevado a cabo. 

Pero el hubiera no existe y no se puede aplicar a este caso.

Todo salió mal, tanto para el cielo como el infierno. La humanidad ni siquiera estaba enterada de tal cosa. Y esto molestaba a un ángel en específico. Un ángel que comenzaba a ver la verdad y ver la actitud de los humanos, de todo ser que lo rodeaba. Esto acrecentaba una ligera molestia que después se convirtió en odio. Romel se encontraba pensando y viendo lo que ocurría alrededor. Lo tonto que lucían estos seres inferiores sin saber que estaban en peligro. Que estaban cegados por cosas pasajeras, y que no podían hacer nada por impedirlo, porque para ellos, creer que en verdad existen seres que habitan "arriba" y "abajo" era sólo una fantasía tonta y tonto era aquel que creyera en una religión. Romel estaba contagiado de enojo por saber la verdad de las cosas, por saber que no le bastaba ser un ángel para lograr dar paz al mundo, y encontrar a seres con bondad. Encontraba a muchas personas malvadas que le quitaban de manera literal, la fé en la humanidad. ¿Cómo podría Ella permitirles la salvación? Era injusto.

Y por supuesto que esto era más que real,Romel mismo estaba viéndolo todo. Solo tuvo que durar poco más de dos semanas y ver esto claramente. Salir un momento a un lugar, y ver la bajeza de un hombre lastimando a una mujer. Por supuesto que interfirió, pero no era suficiente, porque la mujer había defendido a su agresor. No lo entendía, pero el que saliera de la zona de comfort que se había creado estaba dejandolo ver lo mal que la humanidad estaba. Pero...¿Aún encontraría bondad? 

Aunque por supuesto, el también estaba condenado. Su apariencia distaba mucho de cómo lucía. No sabía porqué le pasaba esto y porqué el proceso había sido rápido. Sin embargo, estaba siendo más abierto a opiniones, más abierto a nuevas ideas, pensamientos, dichos, a todo en poco tiempo. Desconocía el porqué su odio. Porque sentía demasiada molestia. Quizás estaba el factor en el cual le era posible sentir el sufrimiento de niños pequeños, de animales, de todo ser vivo que sufría. Romel parecía desentenderse de sí mismo. Es como si no tuviera control de sí mismo. No podía sentir ni amor, ni bondad como antes. Ahora esto lo torturaba. 

Y quizás esto era sencillo de explicar, porque no era el único sintiendo lo peor de la humanidad. Hablar con Eizira no estaba ayudando en nada a Romel, y tampoco a Eizira. Romel se había acercado bastante a Eizira y por extraño que pareciera, conectaban. Algo los unía y Romel sospechaba que él tenía que ver con algo más importante. Algo extraño empezaba a pasarles a ambos. Eizira, quien antes estaba confundido y lleno de odio, tenía ciertos "flashbacks" donde aparecía vestido en túnicas blancas y por supuesto, lucía muy diferente. Era rubio. Ojos claros, azules, y recordaba ciertos lugares que lo hacían sentir tranquilo. Algo no estaba bien. Sentía que en realidad, nada de lo que él había hecho estaba bien, que había dañado por desahogo y que Romel merecía una disculpa. Pero aún se mantenía orgulloso para disculparse. Orgulloso como para admitir su error. El demonio pelinegro, aunque lo habían mantenido cautivo, tenía la posibilidad de liberarse, esto debido a que tanto Michael como Gabriel no tenían tanta fuerza como arcángeles. Eizira los sentía a ambos muy débiles, en especial a Michael. El cambio estaba afectando los poderes angelicales y Gabriel estaba reacio a aceptar lo que le ocurría. Eizira estaba siendo más empático, porque podía sentir algo tan agradable como el amor, la sincera reacción de alguien feliz, esto no le parecía nada bien. ¿Cómo un demonio estaba sintiendo esto? Era anormal, porque le abrumaba sentir con más intensidad lo bueno de la humanidad, la felicidad, alegria, euforia, paz, y ridículamente, bondad.  Era como si sus sentidos se agudizaran, y en vez de percibir lo que normalmente debía percibir (como el odio, enojo, ira, el sufrimiento y el deseo a lo malvado) percibía demasiadas emociones positivas que lo hacían sentir aún más extraño. 

Tear Me ApartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora