Crowley jamás imaginó que el infierno y el cielo serían capaces de matar... Y así fue... Aziraphale no existe más para dónde fue una vez su hogar, el cielo...y por lo tanto, ni siquiera para el infierno...
¿Cómo lidiará el demonio su pérdida?...
Só...
Lucifer siempre tenía algo por hacer. Todos los días. Desde que cayó y su vida cambió por completo.
Se ganó su reputación como el gran adversario de Dios debido a su rebeldía y gran ambición al poder. Su liderazgo daba sus frutos de manera lenta, siempre procurando estar a la par de Dios, y sin embargo, se frustraba al no poder estar igual. Algo contradictorio siendo que pudo lograr mucho al hacer que gran mayoría de los ángeles lo siguieran en sus decisiones.
Pero las cosas cambian. El tiempo y los avances que la humanidad hace cada vez, daba ideas a Lucifer.
¿Y que tal si lo único que le faltaba para igualar a Dios, era el poder de crear seres únicos (no como los humanos, sino otro tipo de seres) que se igualaran a Lucifer?
Su primer intento fue en el 3004 A.C.
La humanidad iba a ser pronto destruida. Pero no por eso desaprovecharía la situación...situación que fue provocada por él. Los Nefilim estaban en la tierra. No eran su propia creación, pero eran una extensión de la humanidad y el infierno mismo. Esto debido a que los ángeles que cedieron a la tentación de Lucifer se convirtieron en sus aliados, y el que Dios mismo los hubiese rechazado en su regreso al cielo les llenó de rencor. La maldad humana y la infernal se superaban juntas. Y Satanás estaba más que complacido con esto, aunque el objetivo real era crear demonios "puros", demonios nacidos de sus propias manos. Igualar el poder de Dios tal cual. Al igual que Dios tenía a sus ángeles, él deseaba un ejército de demonios propios y no los caídos. Sin embargo, tuvo que retirar a los demonios padres de Nefilim dejando que los estos murieran en un gran charco de agua que duró 40 días y 40 noches.
Era obvio que los Nefilim no durarian mucho. A fin de cuentas, portaban cuerpos humanos y seguían siendo débiles. No era lo que buscaba.
El segundo intento fue en Wessex. Tomó la iniciativa de mezclarse entre los humanos. La primera apariencia de Lucifer mostraba a un hombre adinerado y guapo. Una belleza que podía opacar a cualquier inmundo humano, la revelación de la belleza masculina. Llamaba la atención pero nunca resaltaba demasiado.
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Sin embargo, seguía secuestrando a humanos incautos que pretendían estafarlo de alguna forma. Lucifer además de lucir demasiado apuesto, también poseía cuanta riqueza quisiera. No se hizo problema y experimentaba con estos humanos. Los encerraba en celdas oscuras y por la noche, realizaba cualquier cosa con tal de entender lo que ocurria con el cuerpo de los seres humanos. Parecía un experimento de ciencias para Lucifer cada que observaba a estos.
Aún así, construyó lugares donde experimentar. Se disgustaba del trabajo humano, pero no podía levantar sospechas. Tenía en cuenta a Crowley, quien se adjuntaba logros que no le correspondían, pero a Lucifer le daba igual. A Crowley le esperaba algo más adelante. Lo tenía en cuenta. Los demonios nunca olvidan. Y mucho menos el mismo Satanás.
