Ya no había rastro ninguno de Crowley.
O por lo menos, eso se decía en el infierno. No lo habían visto desde hacía mucho.
20 años pasaban muy rápido para los seres etéreos.
Menos para uno
Para los demonios y ángeles, aún rondaban los rumores de que el demonio Crowley y Aziraphale seguían escondidos en alguna parte del mundo. En la tierra.
Pero no podían hablar de ellos. Estaba prohibido mencionar el tema. Y en cuanto a los ángeles, era una vergüenza haber admitido tener un demonio entre sus filas. Pero el papeleo sobre esto había sido eliminado. Nuevamente, nadie conoció ni sabía quién era Romel. No figuraba en sus registros.
Tampoco debía mencionar nada acerca del arcángel Gabriel. Para el cielo, Gabriel había luchado valientemente con varios demonios. Eso era todo.
Pero Michael sabía la verdad. Aún así, tenía que adaptarse a la burocracia del cielo y fingir que nada ocurrió. Incluso mostrarse indiferente cuando en el fondo, extrañaba al de ojos morados.
Pérdidas de una simple pelea contra demonios.
Pero lo más extraño era la reincorporación de cierto arcángel del cuál muchos habían dejado de oír. Muchos decían que él había caído, convirtiéndose en un demonio. Pero nadie estaba seguro de esa información. Aún así, había otro lado que aseguraba que jamás cayó, que solo estaba muy ocupado con misiones mucho más importantes que las de cualquier arcángel, a lado de Dios y teniendo una posición muy importante. Lo presentarían en el puesto que era de Gabriel. Era el cotilleo del momento.
Y Michael estaba un tanto impaciente. Era responsabilidad de ella darle la bienvenida. Tendrían su primera misión y esta los relacionaba con cierto deber en la tierra.
Mientras tanto, Lucifer seguía con sus actividades.
El enojo había pasado. Ahora estaba a lado de Ella. Estaban en un parque, sentados, admirando el cielo y día brillantes. Lucifer quería explicaciones por el trato tan raro que terminaron haciendo.
—No te creí tan amable. Le diste una oportunidad. Lo restableciste de nuevo en tus filas aún cuando sabes que me traicionó.
La figura a lado de Lucifer solo asintió y sonreía.
—E incluso te quedaste con una creación mía. O bueno...algo así. Aziraphale parecía un buen inicio para mi ejército. Pero parte de su alma se destruyó.
La figura a lado de Lucifer sonrió. Ella ya había hecho algo a favor de esa pequeña parte de alma.
ESTÁS LEYENDO
Tear Me Apart
FanfictionCrowley jamás imaginó que el infierno y el cielo serían capaces de matar... Y así fue... Aziraphale no existe más para dónde fue una vez su hogar, el cielo...y por lo tanto, ni siquiera para el infierno... ¿Cómo lidiará el demonio su pérdida?... Só...