Viernes

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Gabriel se hallaba arreglando unos asuntos en el cielo. Bajaría nuevamente para ver como estaban las cosas con Romel.

Romel era ahora quien tomaría el lugar de Michael en cuanto a cuidar a Crowley. Entendía que este estuviese algo asustado, principalmente porque no conocía la tierra como quisiera. Y además, por ese otro detalle que Michael estaba sugiriendo...y que por alguna razón, no dudaba que las cosas se complicarían. Romel ocupaba el puesto de el ex-principado Aziraphale, era nuevo siendo principado y el ángel era un inexperto en algunas cosas, pero no dudaba de la capacidad de este para afrontar la situación que se le presentase, además de la nueva tarea que este tenia de proteger a toda costa a Crowley. Gabriel estaba bastante preocupado en como ayudaría a Romel  y a la vez al demonio. El plan era ganar tiempo para que Michael vulnerara las fuerzas del infierno (en lo que respectaba con Hastur). 

Michael, tenia mas cosas por decirle, pero le había prometido que se lo diría poco a poco. Gabriel estaba cansado de pequeños pedazos de la historia, pero si así lo sugería ella, no pondría objeción. El trato con Hastur era de todo lo más importante, pero a la vez conllevaba una gran pérdida. Michael iba a caer, era definitivo y a los ojos de ambos bandos, era justo.

Pero Gabriel mantenía un As bajo la manga, algo que evitaría la inminente caída de su hermana. 








Crowley había decidido iniciar su día en buscar por sus propios medios a los demonios que habían irrumpido la librería aquella vez. O eso creía. No tenia muchas pistas y eso le frustraba, pero era entendible que apenas iba comenzando. Al demonio le frustraba sobre todo no obtener resultados pronto. El observar algunos transeúntes intentando buscar a alguno que coincidiera con indicios de posible alianza con el infierno le estaba enloqueciendo. Mientras tanto, Romel era observador a esto, antes intentó hablarle al demonio pero este era obstinado, por lo cual no se entrometió más y lo dejó ser.  Esperaba que las horas en las que este estaba sin dormir y sin comer afectaran su juicio. Para distraerse, Romel leía de a poco los libros de la librería. Los mantenía en su buen estado y cuidaba. Además, se tomaba la libertad de atender a los clientes que acudían por los libros. El demonio se había mantenido ocupado esas horas y solo Romel se había dado la tarea de hacer el lugar funcional.

El día era productivo, Romel había acomodado una sección por orden alfabético y género, además de limpiar un poco el mostrador, ordenar algunos libros del área infantil y atender a clientes un poco groseros a la par que exigentes. De las pocas horas en el lugar, la mañana era ajetreada. Romel se dio un descanso en una silla. El principado estaba dispuesto a leer un libro, pero la campanilla de la entrada lo distrajo, anunciando a un nuevo cliente...No seria algo preocupante hasta que le llamó la atención la presencia de alguien. Era extraño, similar a la esencia del demonio Crowley ... Y bastante familiar. Cuando este volteo, se encontró con un sujeto que vestía ropas oscuras, de cabellos oscuros y con unos anticuados lentes de sol que ocultaban sus ojos. Extraño, viendo que había acudido a una librería, pero entendible por ser un demonio. La pálida piel resaltaba por encima de todo. El ángel se acercó a este. Determinado, notó la presencia demoniaca intensa de este. Hizo lo mismo,  tratando de imponer su esencia celestial de cierta forma. Un demonio bastante directo en dejar claro lo que era (a su parecer).

-¿Puedo ayudarlo en algo señor? Puedo recomendarle algún libro o bien, buscar uno para usted en particular. 

Se  dirigió a este de manera amable. No quería   un confrontamiento entre él y ese demonio, habiendo humanos alrededor de ellos. Romel sintió...repulsión por este. Pero no lo expresó físicamente, sino su esencia celestial. Tomo cierta distancia con el sujeto que se encontraba a lado de él. Era extraño, no era algo que ocurriera comúnmente. De igual forma notó a el sujeto alejarse. Parecían repelerse ambos. Era completamente extraño. El otro sujeto decidió hablar.

Tear Me ApartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora