16⬜

357 29 14
                                    

Sentí mi nombre a lo lejos, pero no estaba segura de que fuera un sueño o la realidad.

-¿Papá? -hablé entre dientes.

-No, soy Tokito.

Abrí mis ojos y me encontré con ese color tan fascinante que me volvía loca. Estaba serio, como siempre, sin embargo, sus ojos brillaban.

-¿Cómo te fue en la misión?

Tallé mis ojos y me senté en el futón.

-Bien, tuve algunas heridas, pero nada grave.

-¿Nada grave es tener tus piernas completas vendadas al igual que tus brazos?

-¡¿Eh?! ¿Me has destapado mientras dormía? -sentí mis mejillas calientes-. ¡Pervertido!

-Eso no importa.

«Claro que importa, pero discutir contigo no me lleva a ningún lado».

-Si estabas en aprietos, debiste mandar a tu cuervo en mi búsqueda.

-No. -dije enseguida-. Era mi misión, mi primera misión. No necesitaba ayuda porque tenía el apoyo de aquellos niños que logré salvar, uno dijo que quería ser igual de fuerte que yo, ¿puedes creer eso? Me sentí su heroína.

Tokito me sonrió con ternura y acarició mi cabello. Ese mero acto, provocó que mis mejillas tuvieran fiebre nuevamente.

-Eso me alegra. Ahora, deja cuidar de ti ahora, ¿si?

-Vale. -sonreí.

La suave brisa de la noche mecía suavemente los mechones de mi cabello atado en una suelta coleta
La suave brisa de la noche mecía suavemente los mechones de mi cabello atado en una suelta coleta. Tenía la vista al frente para luego desviarla a la grandiosa luna, estaba preciosa hoy. Las estrellas acompañando a ese gran astro era una imagen simplemente perfecta, y quería guardarla en mi mente para siempre.

-¿Todavía no te vas a dormir? -me preguntó Tokito sentándose a mi lado.

-No, hoy la luna está hermosa hoy.

Tokito miró al cielo y asintió.

-Sí...

Miré a Tokito y sonreí suavemente. Se veía tan tierno e inocente, y el hermoso color de sus ojos tenían reflejada la luna, era una vista bendecida. Tokito giró su cuello para mirarme y nuestros rostros quedaron a unos centímetros, tan así que pude sentir su suave y cálida respiración chocar en mi rostro.

Tokito, me gustas tanto que me da miedo no ser la mujer que te corresponda. Y me da miedo no ser correspondida, pero las mujeres a veces tenemos que dar el primer paso, ¿no Rui-chan?

Así que sin pensarlo dos veces, pegué mis labios a los de Tokito, pude sentir que se tensó por mi acto repentino, pero luego, sus labios se relajaron y me siguió el beso. Ambos éramos unos inexpertos, se podía notar a kilómetros, pero estaba tan cargado de amor, inocencia y ternura, que eso no importó para ser el primero de muchos.

Puse mis manos en su mejillas y dejé un corto beso antes de separarnos por falta de aire. Los ojos de Tokito estaban brillando a más no poder, y sentí que todas esas inseguridades se iban cuando me tomó de las mejillas nuevamente para besarme.

Este segundo beso fue más intenso, pero no perdía ese toque de inocencia que le caracterizaba. Me separé de él, y aún estando cerca, pegó su frente contra la mía.

-Gracias.

-¿Eh? ¿Por qué?

-Por haber dado el primer paso. -sus mejillas estaban muy rojas-. Moría por hacer esto desde hace mucho, pero no me atreví por miedo.

Mordí mi labio inferior y acaricié sus mejillas con mis pulgares.

-Bueno... ahora puedes hacerlo cuando gustes. Claro, hay momentos, pero si quieres besarme, no me quejaré.

Tokito sonrió.

Nos quedamos observando la luna un tiempo más, hablando de cosas estúpidas y riendo de lo más mínimo. Había sido uno de los días más felices de mi vida luego de toda la mierda que me ocurrió, y las heridas que tenía en mi cuerpo ya no dolían gracias a la medicina natural de los besos de Tokito.

-Es hora de dormir, mañana pueden darte una misión y tienes que descansar. -le dije actuando como una madre.

-Tú también deberías ir a dormir. -dijo en un puchero.

-Me quedaré en casa hasta que las heridas de mis piernas sanen. Oyakata-sama me lo permitió.

-Ya veo. Entonces... ¡duerme conmigo!

-¡¿Eh?!

Tokito ladeó su cabeza.

-¿He dicho algo malo? -sus ojos eran de inocencia pura.

-¡N-no! Claro que me gustaría dormir contigo, pero...

-Entonces eso harás. -su rostro estaba serio-. Vas a dormir conmigo porque yo lo digo.

-¿Y si digo que no?

-Tendrás un castigo.

Casi me da un paro ahí mismo. ¿Y si recibo el castigo de Tokito? No, estaba loca si pensaba así.

-Vale, dormiré contigo.

Sonrió como un niño pequeño. Verlo así me daba mucha ternura.

Tomó mi mano entusiasmado y me guió a su habitación, tenía mi pulso a mil, pero ya había dormido con él, solo que en ese momento las cosas eran diferentes y no estaba tan segura con mis sentimientos como ahora.

-Iré a buscar mi pijama y...

-No. Quiero que te pongas algo mío.

Sentí mis mejillas calientes. Tokito a veces era directo, muy directo.

-N-no podría, voy a usar uno mío, así que no te preocupes.

Tokito no dijo nada y se acostó en el futón, llevaba el uniforme, pero era lo común de los cazadores. Ahora la única que debía andar con pijama, era yo, porque estaba en un "receso". Fui a mi habitación para ponerme mi pijama y volví a la habitación de mi maestro para acostarme a su lado.

Tokito se acomodó de forma en quedar frente a mí, y llevó su mano a un mechón de cabello para ponerlo tras de mi oreja y acariciar mi mejilla con su pulgar. Ese mero tacto mandó una descarga eléctrica a mi cuerpo.

-Eres hermosa.

-Toki...

-Desde ahora en adelante quiero que me llames por mi nombre. -me interrumpió poniendo su dedo índice sobre mis labios.

Sentí mis ojos húmedos.

-No aceptaré un no por respuesta, es mi nueva orden como tu maestro.

-Está bien... -él me miró esperando a que dijera su nombre-, Muichiro-kun.

Él sonrió nuevamente. Esas sonrisas eran tan preciosas que podría morir de un infarto ahí mismo.

Tokito besó mi frente y me acurrucó en su pecho.

-Duerme, mi pequeña alegría.

Y sentí que pude dormir en paz.

"NIEBLA" muichirou tokito x Lectora [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora