03

33 3 22
                                    

Al día siguiente se le hizo extraño el hecho de que bastante gente tenía la vista fija en su persona, mas no le dio demasiada importancia y se fue a clase antes de que alguno de sus compañeros quisiera pasar su aburrimiento pegándole.

Mentiría si dijera que no era extraño que nadie le hubiera dicho nada aquel día por el momento.

Cuando llegó el primer recreo se fue a los cambiadores del instituto, viendo con algo de sorpresa como Taeyong se encontraba sentado en una banca con dos pequeñas bolsas en sus manos.

Doyoung se dio la vuelta dispuesto a marcharse, pero la voz de Taeyong hizo que, extrañamente, se parara.

-Estaba esperándote, aunque a decir verdad no estaba seguro de si vendrías aquí- dijo y Doyoung se volvió a dar la vuelta para mirarle por unos segundos y sentarse a su lado.

Estaba sintiéndose demasiado extraño con aquel chico a su lado, el día anterior le dijo que no quería salir más herido de lo que ya estaba, pero en aquel momento pareció haber olvidado sus propias palabras.

Taeyong le dio una de las bolsas, esta tenía un taper con un sándwich en su interior.

-No sé si sea de tu agrado, espero que sí- dijo y Doyoung se fijó en que el sándwich era vegetal, su favorito.

Suspiró, llevaba bastante rato sintiéndose extraño, al principio pensó que era por haber estado llorando casi toda la noche, pero en aquel momento pensó en que era por el simple hecho de que nadie había ido a molestarle o a pegarle.

-¿Has tenido algo que ver con que nadie me haya pegado aún?- preguntó algo bajo, no muy seguro de nada en aquel momento.

-Podría decirse que sí, aunque mis amigos y amigas también han ayudado en ello- dijo y Doyoung comenzó a comer el sándwich.

-¿No quieres ganarte mi confianza para después alejarte?- preguntó aquella vez mirando a Taeyong, quien le miraba atentamente mientras comía de su sándwich.

-No, de hecho es justo lo contrario; quiero ganarme tu confianza para acercarme más a ti. Ya te lo dije, me gustas- dijo sonriendo, causando que Doyoung, por primera vez en seis meses dejara ver una pequeña sonrisa -Por el momento déjame hacer pequeños detalles, también me gustaría conocernos, para que estés seguro de que puedes confiar en mí-

Doyoung tenía miedo, sabía que estaba arriesgándose mucho, por primera vez en meses se sentía relativamente bien, no quería ser traicionado de nuevo, ya que sabía perfectamente que si aquello volvía a ocurrir se hundiría por completo.

Se sorprendió cuando Taeyong dejó un beso que duró unos segundos en su mejilla izquierda, le miró viendo como el contrario sonreía a la vez que un pequeño sonrojo se dejaba ver en sus mejillas.

Doyoung pensó en que tal vez aquel chico no estaba mintiendo sobre sus intenciones.

No pasó mucho tiempo cuando alguien le pegó haciendo que cayese al suelo, había ido al baño en el segundo recreo.

-Ni te creas que por las amenazas de tus amigos voy a dejarte tranquilo. Eres un trozo de mierda, ni siquiera sé por qué aún vives- dijo dándole una patada en sus costillas.

Doyoung tenía en claro que todo lo que aquel chico le estaba diciendo era completamente cierto. Era un trozo de mierda en aquel mundo, pero era uno más del montón, incluyendo a aquel chico, quien le estaba pegando en aquel momento.

También pensó en que él tampoco sabía porqué aún vivía.

No mucho después vio con su vista borrosa, por los recientes golpes en su rostro, como alguien entraba al baño y se dirigía sin dudar hacia el chico que le estaba pegando, le pegó varias veces sin dejar que el contrario se defendiera, y poco después el chico salió corriendo como si su vida dependiera de ello.

Doyoung pensó en que realmente era así.

Se levantó con ayuda del otro chico y se apoyó contra el largo lavabo.

-¿Puedes andar?- le preguntó reconociendo su voz, Taeyong.

¿Quién más sería aparte de aquel chico?, nadie más había mostrado interés en su persona si es que no era para pegarle, meterse con él, o dedicarle una mirada de compasión.

-Veo borroso- dijo parpadeando rápidamente esperando a que su vista volviera a la normalidad, estuvo de aquel modo por varios segundos hasta que vio el rostro de Taeyong sin píxeles, se mojó la cara con agua fría, para después secarsela con un trozo de papel.

Cuando tiró el papel a la papelera Taeyong puso una de sus manos en su barbilla obligándole a Doyoung a que le mirara, parecía concentrado fijándose bien en si tenía alguna nueva herida o moratón en su rostro.

-Si alguien te hace aunque sea una pequeña herida se las verá conmigo, y no le va a salir muy bien- dijo para después hacer contacto visual con Doyoung, dándose cuenta de que no había mucha distancia entre ellos.

Doyoung podía jurar haber visto de nuevo aquel pequeño sonrojo en las mejillas del contrario, y desde luego mentiría si dijera que aquello no le hacía, aunque fuera un poco, feliz.

Sin pensarlo demasiado acercó su rostro al de Taeyong hasta juntar sus labios en un corto beso, para después ver como Taeyong tenía una expresión que parecía y estaba pensando en si se lo había imaginado o no; haciendo que su mano, la cual anteriormente se encontraba sobre la barbilla de Doyoung, se posara sobre su hombro derecho.

Doyoung, para asegurale a Taeyong que no lo estaba imaginando se acercó de nuevo hasta juntar sus labios, aquella vez durando unos segundos. Era un roce de labios con labios, pero aquello hizo que los dos chicos sintieran como sus corazónes se aceleraban como nunca antes lo habían hecho.

Cuando se separaron los dos fijaron la vista en la del contrario.

-No hagas que me arrepienta de darte una oportunidad- dijo Doyoung algo bajo, casi suplicando.

Taeyong le dejó ver una pequeña sonrisa.

-No lo haré, puedes estar seguro de ello- dijo para después abrazarle.

Sin duda aquel día había sido extraño, pero si le dieran la oportunidad de repetirlo lo haría sin dudar.

𝘈𝘭𝘪𝘷𝘦 𝘢𝘯𝘥 𝘥𝘦𝘢𝘥 𝘢𝘵 𝘵𝘩𝘦 𝘴𝘢𝘮𝘦 𝘵𝘪𝘮𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora