En la habitación de Doyoung había una cama nido, por lo que principalmente cada uno dormiría en una cama.
Taeyong seguía sin poder dormir sin nadie o muchos muñecos a su lado, por lo que pensando que no incomodaría a su novio se tumbó junto a él y le abrazó escondiendo la cabeza en su pecho.
Doyoung dejó un casto beso en la cabeza del pelirosa y poco después correspondió el abrazo.
-Te amo- dijo Doyoung y tragó saliva.
Tal vez se lo dijera por varias razones; tenía la necesidad de decírselo y se lo dijo; tenía miedo de alejarse de él.
Taeyong fijó la vista en la de Doyoung y dejó ver una pequeña sonrisa en su rostro, no sabiendo muy bien porque el chico había sido tan repentino.
Apoyó una de sus manos sobre la mejilla del pelinegro y después dejó un casto beso en los labios de este.
-Yo también te amo- dijo regresando a su postura anterior, pero con su corazón a mil.
Los dos estaban felices de escuchar aquellas palabras por parte del otro.
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-Doyoung, ¿Puedes explicarme por qué estabais durmiendo en la misma cama?- preguntó su madre en cuanto Doyoung regresó a la cocina después de haberse despedido de Taeyong en la entrada.
Doyoung se sentó en una de las sillas que habían alrededor de la mesa de la cocina.
-¿Tiene algo de malo?- preguntó tomando un sorbo de su botella con agua.
-Estabais muy juntos- dijo captando la completa atención de su hijo.
-¿Y?- preguntó Doyoung cerrando su botella mientras fijaba la vista en su madre.
-Sea lo que sea que tengáis quiero que lo dejéis ya. No sólo por la mudanza, si no porque sois dos chicos. Al lugar al que vamos hay una amiga mía, tiene una hija preciosa y muy inteligente, te la presen- Doyoung le interrumpió.
-No tienes derecho a decirme que hacer, no soy un maldito muñeco al que puedes utilizar cuando te de la maldita gana. ¿Quieres una explicación?, vale, te la daré, Taeyong tiene problemas para dormir solo, por eso es que hemos dormido juntos- dijo levantandose algo molesto de la silla -Ah, y otra cosa, no voy a dejarle ni aunque eso haga que perdamos la poca estabilidad que queda en esta familia. Taeyong y yo somos novios, te guste o no- dijo yendo a su habitación molesto por las palabras de su progenitora.
Mientras él intentaba calmarse encerrado en su habitación, su madre intentaba pensar con claridad. Ella no estaba en contra de que Doyoung saliera con un chico, pero no quería que su hijo sufriera por los pensamientos y palabras de los demás.
Tal vez tendría que haberlo pensando antes de decirle nada. No se había dado cuenta de que lo único que necesitaba su hijo era su aprobación.
-Soy una pésima madre- dijo secándose las lágrimas que bajaban por sus mejillas.
