Había pasado una semana desde que Doyoung habló con su padre, no había vuelto a entablar conversación con él desde entonces.
Cogió su chaqueta, las llaves y el móvil para después salir de casa, era viernes por la tarde, y Doyoung y Taeyong habían quedado para ver una película en la casa del pelirosa.
Se paró en seco al ver como un coche se estacionaba frente a su casa, sintió como la sangre le hervía al ver como su padre le abría la puerta de copiloto a Sooyoung. A pesar de que se disculpó varias veces con Yerim y Doyoung, Kibum seguía llevando a su ligue a su casa.
Yerim y Kibum habían estado ocupados aquella semana con los papeles de divorcio, ya no tenían nada que ver el uno con el otro, lo único que les unía en aquel momento era la casa y su hijo. Aunque Doyoung sabía perfectamente que si tenían algún problema con su custodia él dejaría en claro que no iría con aquel hombre a quien llamaba padre.
-¿Qué hace ella aquí otra vez?- preguntó molesto acercándose a los dos adultos.
-Solo ha venido a tomar un café- dijo Kibum cerrando la puerta del coche para después fijar la vista en su hijo -No os he presentado como debía, Sooyoung, él es mi hijo Doyoung. Hijo, ella es Sooyoung, mi- Kibum fue interrumpido.
-Tu amante- dijo sin apartar la vista de su padre, ni siquiera quería mirar a aquella mujer -Haced lo que queráis, pero después, papá, no pidas que te perdone ni que vaya contigo a ningún sitio- dijo metiendo sus manos en los bolsillos de su sudadera mientras se dirigía a pasos rápidos a la casa de Taeyong.
Ni siquiera se dio cuenta que había estado frunciendo el ceño durante todo el camino hasta que Taeyong abrió la puerta de su casa y le preguntó si se encontraba bien.
-Estoy bien, lo prometo- dijo dejando ver una pequeña sonrisa en su rostro, el ver a su novio siempre le alegraba el día.
El pelirosa no quiso preguntar sobre el tema, ya se imaginaba sobre que era, y no quería ver a su novio desanimado.
-He preparado palomitas, también he bajado algunas mantas, y ya he preparado la película- dijo una vez entraron a la casa y cerró la puerta tras suya.
Se acomodaron en el sofá quedando Taeyong encima del pelinegro, y se taparon con las mantas. Pusieron la película y comenzaron a verla, de vez en cuando dejaban alguna que otra caricia en la cabeza, cuello, brazos y manos del contrario logrando que el otro soltara una pequeña risa y le robara un corto beso al otro.
Cuando la película terminó se dirigieron a la cocina para tomar algo, y comenzaron a charlar animadamente. Tiempo después la pareja escuchó como la puerta de la entrada era abierta, aquella persona tenía llaves, por lo que Doyoung no se preocupó demasiado. Claro que al ver como el ceño de Taeyong se fruncía comenzó a preocuparse.
-¿Qué ocurre?- preguntó susurrando captando la atención de Taeyong.
-Mi madre y padre no vienen hasta dentro de dos horas- dijo dejando la taza con colacao sobre la encimera.
Doyoung fue junto a Taeyong hasta la entrada, donde vieron a alguien quitándose las deportivas y la chamarra. Doyoung vio como el pelirosa se tensaba a su lado.
-¿Qué haces aquí?- preguntó Taeyong entre confundido y molesto captando la atención de aquella persona, quien acababa de fijar la vista en los dos adolescentes enfrente suya.
-Oh, hola- dijo tragando saliva nervioso -Al final te has teñido el pelo de rosa- dijo dejando ver una pequeña sonrisa incómoda.
-No hagas como que te importa, ¿Qué haces aquí?- preguntó de nuevo.
-He venido a visitar a mi familia, quería contaros algo, ¿Mamá y papá no están?- preguntó el chico mordiendo su labio inferior.
Aquella situación era demasiado incómoda, el ambiente entre aquellos dos chicos era casi asfixiante.
-Vuelve en otro momento, o mejor aún, no vuelvas- dijo sujetando a su novio de la mano para después dirigirse a su habitación y encerrarse en esta.
Taeyong se tumbó boca abajo en su cama escondiendo su cara en la almohada, Doyoung, por su parte, decidió sentarse al lado del pelirosa. Pudo escuchar claramente un sollozo por parte de su novio, no dudó en tumbarse junto a él y abrazarle, para poco después ser correspondido por Taeyong, quien escondió su cabeza en el cuello de Doyoung.
El pelinegro, aún sin comprender nada de lo que estaba sucediendo, comenzó a dejar pequeñas caricias en la cabeza y espalda de su novio. De vez en cuando dejaba algún que otro casto beso en las mejillas húmedas del pelirosa, quien parecía que, tiempo después comenzaba a calmarse.
-Era mi hermano mayor- dijo el pelirosa pillando desprevenido a Doyoung, quien había estado metido en sus pensamientos mientras seguía acariciando la cabeza de su novio -Se fue hace cuatro años sin tan siquiera avisarnos- dijo tragando saliva, estaba haciendo un gran esfuerzo por no volver a llorar -Ni siquiera sé como es que cambió de un día a otro, pasó de ser alguien quien se preocupaba por su familia, a alguien a quien solamente le importaban las drogas, el alcohol y las fiestas- dijo sorbiendo los mocos mientras se aferraba más a Doyoung, quien le escuchaba atentamente -Pensé que había superado el echo de que yo no tenía ningún hermano, dejó de serlo cuando comenzó a pasar de nosotros. Pero cuando lo he visto- dijo tragando saliva de nuevo -No pensé que volvería a sentirme tan mal de nuevo-
Doyoung dejó un beso en la mejilla de Taeyong mientras le apartaba un poco para después secar las lágrimas del pelirosa con sus pulgares.
-Tal vez haya regresado porque se arrepiente de lo que pasó- dijo viendo como Taeyong le miraba con los ojos algo inchados y rojos -La gente cambia, y existe la posibilidad de que tu hermano haya regresado para demostraroslo- dijo suavemente notando como su novio estaba más tranquilo.
Taeyong asintió y abrazó al pelinegro, quien apartó las manos de las mejillas del chico y las apoyó sobre la espalda de este.
-Te amo, Doyoung- dijo el pelirosa aferrándose algo más al abrazo.
-Y yo te amo a ti, Taeyong- dijo dejando un casto beso en la cabeza de su novio.
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