Era fin de semana, Yerim y los señores Lee habían quedado para conocerse. Doyoung iba a ir a buscar a Taeyong, para que de ese modo fueran juntos a la plaza en la que quedarían con sus amigos y amigas.
-¿Crees que les caeré bien?- le preguntó Yerim a Doyoung, quien le miró algo confuso.
-El que se supone que tiene que estar nervioso soy yo mamá- dijo Doyoung notando como su madre pasaba uno de sus brazos por el suyo.
-Las madres también pueden estar nerviosas en estas situaciones- dijo murmurando, escuchando una pequeña risa proveniente de su hijo.
-Puedes estar tranquila, son los dos como unos adolescentes- dijo y segundos después abrió los ojos como platos -Mamá, igual está el hermano mayor de Taeyong- dijo haciendo que su madre le mirara.
-¿Debo preocuparme?- preguntó confusa al ver la reacción de su hijo.
-No le conozco, será la primera vez que le vea- dijo viendo como su madre asentía lentamente.
Los dos estaban nerviosos, podría decirse que les costaba socializar. Y tal vez era extraño decir que Yerim era más antisocial que su hijo.
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Sorprendentemente Yerim había podido charlar con la familia Lee sin ningún problema, se sentía cómoda con aquella familia. Jungwoo, y su prometido Lucas, también se encontraban allí. Jungwoo parecía feliz de conocer al novio de su hermano menor, aunque sí es verdad que le hizo un pequeño interrogatorio antes de que Doyoung saliera por la puerta siendo casi empujado por el pelirosa.
-Bueno, parece que ha ido bien el primer encuentro, aunque por alguna razón no logro tranquilizarme al saber que nuestras familias están charlando- dijo Doyoung entrelazando su mano con la de su novio.
-Seguramente le preguntarán a tu madre sobre nosotros, sabes que a mi familia le encanta el chisme- dijo Taeyong haciendo una pequeña mueca.
-A mi madre también le encanta el chisme, finge que no le interesa, pero todos sabemos que no es así- dijo el pelinegro soltando una pequeña risa.
-En ese caso se llevarán genial- dijo Taeyong girando su rostro para ver de ese modo el perfil de su novio.
Se acercó hacia él para depositar un corto beso en su mejilla, y después de ver como el pelinegro se sonrojaba un poco, miró hacia el frente con una pequeña sonrisa en su rostro.
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