𝘈𝘭𝘪𝘷𝘦 𝘢𝘯𝘥 𝘥𝘦𝘢𝘥 𝘢𝘵 𝘵𝘩𝘦 𝘴𝘢𝘮𝘦 𝘵𝘪𝘮𝘦

10

Cuando cada uno se tumbó en su cama Taeyong se tumbó junto a Doyoung para abrazarle, sorprendiendo a su amigo.

-Lo siento- dijo Taeyong minutos después sujetando la camiseta del pijama de Doyoung con fuerza, a la vez que escondía su cabeza en el pecho de este.

-¿Por qué te disculpas?- preguntó mientras apoyaba una de sus manos sobre la espalda del pelirosa.

-Nunca puedo protegerte, siempre llego tarde- dijo ejerciendo más fuerza en la camiseta de Doyoung -Y esta vez ni siquiera he podido ir a buscarte- dijo en un hilo de voz.

-No digas eso, me has ayudado muchas veces, y te estoy muy agradecido por ello- dijo segundos después de haber estado en silencio.

Cuando Doyoung despertó y miró a su alrededor no vio a nadie, estaba él solo en la habitación. Miró la hora en su móvil, las doce de la mañana.

¿Por qué nadie le había despertado?, se sentó en la cama y poco después Taeyong salió con el pelo mojado del baño. El pelirosa le dedicó una sonrisa y se sentó junto a él.

-Buenos días- dijo Taeyong peinandole con algo de timidez con sus manos.

-Buenos días- dijo viendo como el pelirosa estaba concentrado en peinarle.

-Debes tener hambre, vistete y después vamos al comedor- dijo apartando sus manos del cabello de Doyoung mientras fijaba la vista en la suya.

-Uno de los profesores vino a la cabaña para decirnos que alguno de nosotros se quedara contigo- dijo explicándole la situación a Doyoung una vez terminaron de comer las galletas que les dieron.

Doyoung asintió, fijó la vista en la ventana viendo como los demás alumnos hacían más actividades, parecían estar pasándolo bien. Divisó a Mingi y Jisoo, quienes se encontraban jugando con los demás compañeros con una sonrisa en sus rostros, como si fueran las personas más amables del planeta.

-Doyoung, los monitores quieren saber quienes te hicieron eso- dijo el pelirosa captando la atención de su amigo -Los profesores también están molestos- dijo viendo como el chico dejaba de hacer contacto visual con él y soltaba un suspiro.

-Da igual quienes hayan sido, de todos modos nunca nadie hace nada para que dejen de molestar- Taeyong apoyó su mano sobre la de Doyoung, haciendo que este fijara su vista en sus manos.

-Esta vez será diferente- dijo el pelirosa viendo como Doyoung asentía no muy seguro de ello.

Tal y como le dijo Taeyong aquella vez fue diferente, llamaron a los progenitores de Mingi y Jisoo avisandoles de que aquel mismo día les llevarían de vuelta a su ciudad, les explicaron la razón y también les avisaron que sus hijos iban a ser expulsados del Instituto.

Por obvias razones los profesores también contactaron con los progenitores de Doyoung, pero como era de esperarse ninguno respondió las llamadas. Seguramente los dos tenían sus teléfonos en silencio, su madre estaría trabajando, mientras que su padre se encontraría bebiendo alcohol.

Cuando se cansaron de dar vueltas por el campamento regresaron a la cabaña.

-Me duelen las piernas- se quejó Taeyong haciendo puchero, acción que hizo a Doyoung sonreír un poco.

-Puede que tengas agujetas de ayer, no paramos de andar en todo el día- dijo quitándose las zapatillas a la vez que cogía ropa de su maleta -Voy a ducharme- dijo recibiendo un asentimiento por parte del pelirosa.

Entró al baño y dejó la ropa de recambio sobre una balda. Doyoung estaba confuso, estaban sucediendo demasiadas cosas en muy poco tiempo. Ni siquiera sabía si lo que sentía por el pelirosa era amistad o algo más, no se habían vuelto a besar desde aquella vez en el baño, cuando Doyoung le dio una oportunidad de ser su amigo.

Ni siquiera sabía porque últimamente estaba pensando en aquello.

Negó con su cabeza intentando apartar aquellos pensamientos y se metió a la ducha.

Cuando terminó de ducharse se sentó en la cama de Taeyong al tenerla más cerca de la mesilla, donde se encontraba su móvil cargando. Cuando el pelirosa salió del baño, después de hacer sus necesidades, se dirigió a su cama, le sorprendió cuando Doyoung le sujetó suavemente de la mano impidiendo que se sentara.

Taeyong, al ver que su amigo tenía la vista fija en sus manos hizo lo mismo, notando como Doyoung apretaba un poco más su agarre en esta.

-Doyoung, ¿te encuentras bien?- el nombrado asintió a la vez que tiraba del pelirosa, haciendo que sus piernas quedaran cada una a un lado de la cadera del contrario.

Por instinto apoyó su mano libre sobre el hombro de Doyoung para no chocarse con él. Cuando se dió cuenta de la situación fijó la vista en la de su amigo, este parecía nervioso, mientras que él estaba confundido y con el corazón a mil.