Por otro lado Chenle y Jisung estaban jugando en su habitación a la Nintendo Switch, los dos se habían comprado recientemente el juego "Animal Crossing: New Horizons", ya habían avanzado mucho en sus islas, por lo que decidieron visitar la del contrario para ver si encontraba algo útil para vender, y de ese modo poder agrandar sus casas.
-Jisung, te he dicho mil veces que no dejes agujeros en la tierra- dijo tapando los agujeros que su novio había hecho para molestarle.
-Solamente estoy recogiendo fósiles- dijo ganándose una mirada para nada agradable por parte de Chenle.
-En serio, como sigas dejando agujeros te saco de mi Isla- dijo ganándose una mirada divertida por parte de Jisung.
-Está bien, ya paro- dijo para poco después hacer otro agujero en frente del personaje de Chenle.
-Ya está, te saco ahora mismo- dijo viendo como su novio le quitaba la consola -Te juro que hoy no sales vivo de aquí- dijo Chenle intentando tranquilizarse.
-Oh, vamos, no te enfades, sabes que te quiero- dijo haciendo puchero ganándose una risa algo indignada por parte de Chenle.
-¿En serio crees que te voy a perdonar tan fácilmente?- dijo viendo como Jisung se levantaba de la cama y dejaba las consolas sobre un armario bajo.
Chenle se levantó de la cama dispuesto a perseguir a su novio, quien solamente reía mientras era perseguido por el chico.
-Quédate quieto, te prometo que será una muerte rápida e indolora- dijo viendo como Jisung se tumbaba en la cama, dejándole completamente confundido.
-Adelante- dijo apoyando su cabeza sobre sus brazos, los cuales estaban apoyados sobre la almohada.
-Así no tiene gracia- dijo para sí mismo acercándose a su novio.
Se sentó sobre él viendo como Jisung se sorprendía por su acción, ya habían estado en aquella posición otras veces, pero por alguna razón aquella vez se sentía diferente.
-Lele, ¿Qué piensas hacer?- preguntó apoyando sus manos en los hombros de Chenle, quien se había acercado peligrosamente a su rostro.
-Matarte lentamente, así que déjame- dijo fijando la vista en los labios del contrario.
Jisung, algo inseguro apartó sus manos de los hombros de su novio y las dejó apoyadas sobre la cama.
-No hagas nada ra- no pudo terminar de hablar cuando Chenle juntó sus labios con los suyos.
Jisung, aún sin comprender que estaba pasando por la cabeza de su novio, correspondió aquel lento y gratificante beso. No pasó mucho cuando aquel beso pasó a ser uno algo desesperado.
Claro que Jisung se confundió al escuchar una risa proveniente de su novio, quien estaba bajando sus manos por el pecho del más alto, haciendo que este se sintiera nervioso, y paró en su abdomen. Chenle apartó un poco su rostro del de su novio viendo como este tenía las pupilas algo dilatadas. Sonrió al haber logrado su cometido.
Y comenzó a hacerle cosquillas.
-Para, no es justo- dijo Jisung riendo mientras intentaba apartar las manos de su novio de su abdomen.
-Oh, claro que lo es, no me has hecho caso cuando te lo he advertido, ahora te aguantas- dijo sin dejar de hacerle cosquillas.
Cuando vio que realmente a su novio le estaba costando respirar apartó sus manos apoyandolas a cada lado del rostro de Jisung.
-¿Y se suponía que iba a ser una muerte rápida e indolora?- preguntó Jisung trabándose en algunas palabras mientras aún intentaba recuperar el aliento -Me duele todo el cuerpo- dijo pasando una de sus manos por su frente, notando que había sudado -Encima has jugado sucio- dijo pegándole suavemente en el hombro a Chenle, quien también parecía estar recuperando el aliento.
-Has sido tú el que ha pensado que iba a hacer otra cosa- dijo mirándole con inocencia.
-Chenle, ¿Has visto a tu herm-
Tanto el nombrado como Jisung se apartaron el uno del otro y se incorporaron en la cama.
La madre de Chenle había entrado a la habitación de su hijo sin su permiso. Y muy posiblemente, teniendo en cuenta la postura en la que se encontraban los dos adolescentes, habría pensado cosas que no eran.
-¿Qué si he visto a quién?- preguntó Chenle intentando no alterarse por la expresión seria de su madre.
-Tú, largo de mi casa ahora mismo, y no vuelvas- dijo mirando fijamente a Jisung, quién dudó al no querer dejar solo a su novio en aquella situación -¡He dicho que te vayas!-
Chenle le hizo una señal a Jisung de que estaría bien, el coreano, aún dudando, se levantó de la cama y sin coger nada más que sus zapatillas y chamarra salió de la casa.
Sabía que si se quedaba podría empeorar las cosas, y desde luego no quería que aquello ocurriera.
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