Capítulo 2
Al día siguiente, James Potter se puso en marcha con un plan. Se dio cuenta de que había cometido un error el día anterior al tratar de ser serio. Snape nunca había visto su lado serio (y había tenido algunos enfrentamientos bastante terribles con ese lado), así que, por supuesto, creía que era una broma. Si James intentaba eso de nuevo, Snape estaría nervioso todo el tiempo, esperando que ocurriera la broma. En cambio, James tendría que ser su yo más desagradable y molesto, para que Snape creyera que la pura irritación era su objetivo. Snape se iría acostumbrando poco a poco a esta nueva forma de "bromas" hasta que perdiese su racha de sospecha y se abriese lo suficiente para aceptar la disculpa de James.
Era brillante, de verdad, y James deseaba poder compartirlo con los otros Merodeadores. Estaba seguro de que estarían impresionados con su táctica, pero sabía que estarían demasiado disgustados por su objetivo final como para apreciar la trama. Supuso que, sólo por esta vez, tendría que guardarse sus trucos para sí mismo. El pensamiento no le molestó tanto como pensaba.
Se detuvo en el Gran Comedor durante el almuerzo para ver si Snape estaba allí, ignorando las habladurías de sus amigos. Cuando no había señales del Slytherin, James corrió a las cocinas y les pidió a los elfos domésticos que prepararan una comida para dos. Ellos obedecieron felizmente, asintiendo con interés mientras él explicaba sus intenciones. Incluso arrojaron una botella de líquido verde oscuro que, según explicaron, era una poción de vitaminas para ayudar con la piel pálida y el cabello flácido de Snape. James les dio las gracias con una diversión apenas contenida y encogió la canasta de comida para que cupiese en su bolsillo antes de dirigirse a la biblioteca.
Snape estaba en el mismo lugar que antes, y James se sentó frente a él, colocando la canasta sobre la mesa y volviéndola a su tamaño. Madame Pince no los vería tan lejos en la biblioteca, así que James pensó que podría salirse con la suya.
—Hola, Snape. Te traje el almuerzo.—James le dedicó una sonrisa deslumbrante. El Slytherin no miró hacia arriba. Bueno, eso no serviría. James sacó un sándwich y se lo metió en la cara al chico más pequeño.—Toma.
—Como si fuera a comer cualquier cosa que viniera de ti, Potter.
—No lo hice yo. Los elfos domésticos lo hicieron. Aunque soy perfectamente capaz de hacer un sándwich, para que lo sepas.—James lo empujó hacia delante hasta que el sándwich tocó los labios de Snape.
Snape hizo una mueca y la apartó.—También eres perfectamente capaz de envenenar uno.
—Eso fue una vez— objetó James.—Solo dale un mordisco.
—No.
—¿Por favor?
—No.
—¿Qué pasa si le doy un mordisco primero?
—¿Y arriesgarse a infectarse con los viles gérmenes que tengas en la boca?
—Entonces lo cortaré por la mitad. De esa manera puedes ver si me muero, y no volverás a ver mi buen aspecto y mi encanto.
El Slytherin frunció el ceño.—No me voy a comer ese sándwich.
James lo partió en dos y colocó uno en un plato al lado de Snape antes de darle un mordisco. Cuando el chico lo miró, James dijo:—En caso de que cambies de opinión.
Snape usó el lomo de su libro para empujar el plato más lejos de él antes de enfocarse en las páginas una vez más. James masticó su sándwich tan ruidosamente como pudo, estudiando la tensión en los hombros de Snape. Podría haber sido su imaginación, pero parecían volverse un poco más apretados con cada sonido de mordisco. James reprimió una sonrisa cuando el ojo del Slytherin comenzó a temblar.
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Ganarse su perdón [Snames]
FanficCuando Snape ignora el intento de James Potter de hacer las paces, James hace un juego de ganar el perdón del Slytherin. Sin embargo, en lugar de darle un poco de tranquilidad, el juego hace que sus sentimientos hacia su otro rival se salgan de cont...