—Eliot, Eliot, despierta.
Bien escuchándolo de ese modo, definitivamente la voz de un chico no combina con la cara bonita que me lo dice. Siento un dolor de cabeza. Y es porque resulta que estaba durmiendo y soñando que estaba en una cita. Y el dolor de cabeza se debe a que me estampé con mi propia butaca mientras trataba de reaccionar. Sonrío, me volví a quedar dormido en clase de Historia. Vaya que incómodo.
Levanto mi cabeza despacio y puedo ver como Eduardo, mi mejor amigo, está parado enfrente de mí, mientras niega con la cabeza al igual que ríe. Ah, así que la voz distorsionada en mi sueño era la de él. Ya decía yo que alguien tan guapa no podía tener una voz tan grave.
Mmm... Nada fuera de lo normal ha pasado al parecer.
—Rayos, sabía que historia era aburrida, pero no para que te duermas mi querido amigo Eliot —Dice él, según eso un tanto aburrido. Aunque sabe que lo hago casi siempre, de hecho, se tomaría como mi motivación preferida en clases—. Y definitivamente no es la primera vez que te sucede.
Últimamente ya no es tanto, creo, pero por alguna extraña a razón la voz de la maestra de historia era tan tranquila que te inducía en un sueño profundo. Lo lamento maestra de historia, no soy yo es su voz. Esperemos que no caiga de nuevo de esta manera para su siguiente clase, ¡Solo esperemos eso!
—Mmm... Y... ¿Cómo cuánto dormí? —Le pregunto con un tono desinteresado, que no note que estoy un poco preocupado por mi calificación que se viene en Historia—, ¿Hace cuánto que se acabó la clase? Eso me interesa más.
Mejor dicho, eso, volteo a todos lados, y no... No hay nadie más que nosotros dos en el salón de clases. Así que supongo que Eduardo debió de estarme tomando fotos en mi posición graciosa mientras dormía, y cuando se aburrió me debió de haber despertado... No me sorprendería mucho que eso haya pasado.
—Si no estoy mal... —Finge ver su reloj, cosa que no hace porque no tiene uno en su muñeca y parece un tonto al hacerlo—, se acabó hace veinte minutos.
Saco mi celular y veo la hora.
Y lo primero que pienso es que es tarde.
Demasiado tarde, pero bueno, espero que no importe mucho, eso también es de costumbre. Ir tarde a los entrenamientos debido a mi problema con Historia. ¿Por qué ponen Historial para el final de la clase? ¿Que acaso no piensan que los alumnos se pueden dormir en esta hora más fácil?
—Rayos, tenemos entrenamiento —Le digo mientras me levanto—, ¡Vamos! —Le grito ya que este no pone atención a lo que le estoy diciendo.
—Pues... sí, tenemos entrenamiento —Dice mientras ríe, niego levemente la cabeza, siempre ríe mucho—. Pero no creo que tú entrenes mucho, ya que siempre te distraes con las porristas viéndoles el trasero. Pero si no lo haces, sí, creo que hoy entrenamos mi amigo Eliot.
¿Por qué todo el mundo piensa que les veo el trasero? ¿Alguna vez han pensado que veo sus movimientos mortales y con el miedo de que alguien pueda romperse el cuello?
No, al parecer todo el mundo me ve como un chico que solo le interesan las chicas.
Pero claro jamás admitiría algo como eso. En primera porque nadie me creería, y en segunda porque es vergonzoso admitir que pienso que son bastante geniales por hacer esos movimientos mortales.—Pues, ¿Que seguimos esperando?, debemos de apurarnos a ir al entrenamiento —Y sonrío con eso.
Tomo mis cosas de mi butaca y las meto a mi mochila.
Salimos del salón, para dirigirnos a las canchas de fútbol americano.
Mientras vamos caminando puedo observar, como las chicas hablan tras mi espalda, hablan de nosotros dos, pero sobre todo más de mí. ¡Ja!, espero que no lo tome tan mal Eduardo, él no es tan popular como yo.
ESTÁS LEYENDO
La apuesta perfecta [1]
Novela Juvenil[Novela terminada] Eliot un chico bromista y encantador. Leire una chica callada y apartada de la sociedad. Una apuesta los juntara. Una apuesta que le puso el mejor amigo de Eliot a este mismo. Tiene que enamorarla antes del baile de...