Capítulo 53.

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—Leire tenemos que hablar —Estamos en jueves y no he podido hablar con ella, solo para ponernos de acuerdo con el proyecto de arte, de ahí en más me ha estado evitando.

No entiendo esto.
El viernes dice que realmente le gusto.
Y en la semana me ignora.
¿Todo esto tiene algún sentido?
En mi punto de vista, mi vida no empieza a tener sentido desde que la conocí.

—No lo creo —Y ahí está la Leire de tono seco de siempre, lo dice como si no hubiera pasado nada el fin de semana. Lo dice de una forma indiferente.

También odio eso de ella, que puede pretender que nada ha pasado cuando todo ha pasado.

—Yo creo que si —La sostengo del brazo, no va a escapar.

Ella suspira y levanta la cabeza.
Estamos en la biblioteca del instituto, me imagino que ella está buscando algún libro, yo solo la seguí.

—Tienes algo mío —Ella se sorprende.

—¿Qué? —Enarca una de sus cejas.

—Mi corazón —Ella sonríe en son de burla—. Vamos, sonreíste, habías estado muy seria, era hora de que alguien lo hiciera. Fuera de broma, tenemos que hablar.

—Dime Eliot —Me gusta como pronuncia mi nombre, como si no representará nada y a la vez todo—. ¿De qué es lo que quieres hablar?

—Sobre nosotros —Mi mano suelta su brazo y toma su mano.

—Eliot —Suspira—. No creo que exista un nosotros.

—Yo creo que ya lo existe —Me acerco más a ella—, pero no lo quieres aceptar.

Es cierto, ella me confesó el viernes que se estaba enamorando de mí, había un nosotros, pero todavía no sabía que había.
¿Que era lo que había en primer lugar?

—Yo creo que si lo sé —Espero... —. No hay nada entre nosotros.

—Si hay algo —Vuelvo a insistir pero con un tono de voz un poco más elevado, pero al momento me calla un gran "Shhh", claro estamos en la biblioteca—. Leire tú me confesaste que te gusto, no lo puedo evitar y no lo haré.

—Estaba borracha —Un clásico decir eso.

—¿Eso qué tiene que ver? —Río por eso—. No estabas borracha, ambos lo sabemos.

—Los borrachos dicen estupideces —Frunzo mi ceño.

—Ellos también dicen la verdad —Y es cierto por alguna extraña razón nos gusta hablar de lo que realmente sentimos, supongo —. Y aparte no habías tomado nada, no estabas borracha estabas bien.

—Tal vez soy una buena mentirosa mientras estoy borracha, cosa que si estaba.

—O tal vez, tú no quieres aceptarlo. Pero ya lo hiciste, por si no recuerdo bien, fue el viernes —Suspiro—. Y no, no estabas borracha, si estabas cuerda.

—No lo sé, Eliot —Lo dice en tono cansado, como si esto fuera un fastidio—. No se lo que pasó, no tengo claras mis ideas.

—Ha pasado casi una semana, tienes que tener algo claro —Tenia que hacerlo—. O ¿No?

Yo también estoy cansado, estoy cansado del si, no. Si, no.
Quiero saber de una vez por todas que es lo que realmente quiere Leire, quiero saber ya.

No es que sea desesperado, bueno tal vez si un poco, pero ella hace que me desespere. No recibo respuesta. A veces es positiva, otras veces es negativa y la mayoría es confusa.

¿Le gusto?
O ¿No?
¿Está enamorada de mi?
O ¿No?
¿Quiere algo conmigo?
O ¿No?

Son las preguntas que no puedo descifrar todavía porque Leire me confunde. No lo hace un poco, lo hace mucho y eso me empieza a frustrar.

—Eliot, no lo sé, esto es muy confuso para mi. No quiero arriesgarme, esto es muy rápido.

—Leire, llevamos más de un mes de convivir, esto está muy lento para mí créeme. A lo mejor pienses que voy a jugar contigo, pero no lo voy a hacer, ya lo hubiera hecho —La observo con detalle—. Pero no, aquí estoy desde hace más de un mes, esperándote. Estaré aquí esperándote, pero me estoy volviendo loco, no sé que está pasando entre nosotros.

—Yo tampoco —Suelta por fin.

—Estoy seguro de que tú lo sabes mejor que yo.

—Eliot, dame un par de semanas.

—¿Semanas? —Pregunto muy sorprendido. Porque realmente lo estoy.

¿Un par de semanas? Digo, apenas pude sobrevivir un mes para no rendirme... Suspiro. Supongo que puedo ver si realmente quiere algo conmigo o no.

—No pienses que me voy a alejar. No es algo como "Debemos de dejarnos de ver por un tiempo" no es todo lo contrario —Empieza a explicar—, te quiero conocer, yo a ti. Tú sabes muchas cosas de mi. Yo en cambio sé muy poco de ti. Quiero estar segura, quiero estar segura de que voy a hacer. De que vamos a ser.

—Entonces... —Empiezo a decir, tratando de aclarar esto, tratando de realmente comprender esto—, ¿Quieres tomar un par de semanas, como si no te hubiera preguntado hoy lo que somos, y dentro de un par de semanas saber que es lo que sientes?

—Me confundí un poco, en menos palabras sigamos conociéndonos. Y te responderé que somos después de eso.

Yo asiento tratando de asimilar esto.

Ella trata de irse, pero al momento que camina, ella se detiene el seco y no entiendo el motivo, hasta que ella fija su mirada en su mano, ahí es cuando me doy cuenta que siguen entrelazadas, no las había sentido.

—Yo... Esto es un tanto incomodo.

—Yo creo que es más que cómodo —Le confieso con una sonrisa descarada.

Entonces me acerco a ella y le doy un beso seco en sus labios y después me voy, como si no hubiera pasado nada.

Camino por los pasillos satisfecho.

Ella dijo que quería un par de semanas para conocernos mejor, no es una perdida de tiempo al parecer , pero ella jamás dijo que no coqueteos, no besos y tomarle la mano, ella no aclaró nada de eso y yo voy a aprovecharlo.

Sigo caminado por los pasillos viendo a todo el mundo, unas cuantas chicas observándome como es de costumbre, veo caminar a Dafne, viendo cómo me observa, con una gran sonrisa de oreja a oreja. Muy coqueta ella, al igual que enfadosa.

Entonces...

Veo a Ed caminando y decido acercarme, se ve un poco despistado y eso es raro en él , él siempre está muy activo y sonriente.

La apuesta perfecta [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora