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Miró a Jeongin en silencio, buscando lograr lo que el menor le había pedido.

"No logras verlo ¿Cierto?"

"Lo siento."

Jeongin suspiró con frustración, pero cuidando no hacer sentir mal a su amigo.

" Han ¿Estás seguro de que eres activo?"

"Claro que sí."

Se levantó de la cama con dramatismo, colocando ambas manos en la cintura.

"Bien, entonces intenta hacerme sentir avergonzado."

El contrario lo miró neutro, cruzando sus brazos y dejando que una sonrisa burlona apareciera en su rostro.

"Bien."

Lo miró en silencio y tomó aire. Las palabras de Minho llegaron a su mente. Solo imagina lo que te gustaría sentir. Jeongin ladeó la cabeza curioso, y pasó saliva con nerviosismo en el momento en el que los ojos de Han se oscurecieron.

"¿Han?"

"Shhh, me estoy concentrando."

Caminó con confianza hasta Jeongin, haciendo que el menor retrocediera por inercia, su brazo lo tomó por la cintura de forma posesiva y sus ojos lo recorrieron por completo, mordiendo su labio inferior en el proceso. A pesar de ser más alto, Jeongin se sentía pequeño en ese momento y sus ojos miraban los ajenos atentamente, con los labios entre abiertos y la cabeza en blanco.

"¿Qué tal lo hice?"

Sonrió de lado sin soltarlo. Jeongin se limitó a asentir con lentitud sin decir nada.

"Pero olvídalo, no va a ser divertido si estoy imaginando que soy el pasivo mientras lo hago."

Se alejó del cuerpo de él bufando, y su amigo lo miró fijamente.

"¿Me estás diciendo que hiciste eso imaginando que eras yo?"

Dijo sorprendido, era la primera vez que escuchaba algo como eso.

"Pues sí, para hacer sentir bien a la otra persona debes imaginar lo que te haría sentir bien a ti mismo."

Dijo con obviedad, confundido ante la reacción de Jeongin.

"Vaya, nunca lo había visto de esa forma."

El contrario se dejó caer en la cama, mirando el techo.

"Yo digo que estás listo, no veo la necesidad de cambiar tu forma de ser, solo necesitabas un empujón respecto a la seguridad."

Se sentó a su lado y lo miró con la cabeza ladeada.

"¿Y qué hago si Minho vuelve a buscarme para tener relaciones?"

"Eso depende."

Jeongin lo miró.

"¿Quieres tener relaciones con él nuevamente?"

La cabeza de Han había comenzado a asentir aun cuando el contrario seguía hablando, haciéndolo reír con ternura.

"Entonces tengan relaciones, solo recuerda que si él no se limita a ti, tú no tienes por qué hacerlo. Que tengan relaciones no significa que tengan una relación amorosa."

"Bien, creo que puedo con ello."

"También recuerda que si comienzas a sentir que hay algo más que solo atracción debes detenerte, de otra forma terminarás lastimándote."

Suspiró y se dejó caer junto a Jeongin en la cama. La regla más importante según Jeongin y ya la rompiste, Han.

"Han."

Ambos se miraron en silencio, pasó saliva y mordió su labio inferior. Las clases de coqueteo con Jeongin eran divertidas, a pesar de ser la primera podía sentir la tensión que había entre ambos.

"¿Puedo besarte?"

El chico frente a él sonrió de lado, acercándose a sus labios para tomarlos con lentitud. Sonrió en medio del beso, llevando su mano hasta la mejilla contraria para dejar pequeñas caricias, se alejó levemente, no sin antes morder su labio inferior una última vez.

"Eso de las relaciones casuales es más divertido de lo que pensaba."

Jeongin se colocó sobre su cuerpo, sentándose sobre él mientras comenzaba a moverse levemente sobre él.

"¿Te parece?"

Sus manos lo tomaron de la cintura, y sin dejar de sonreír lo acercó a su rostro para poder besarlo nuevamente.

"Jisung."

La voz de su madre los hizo mirar la puerta asustados.

"¿Puedo entrar?"

Su amigo bajó de su cuerpo con rapidez y ambos se sentaron al borde de la cama acomodando su ropa.

"Seguro."

"Idiota."

Miró su entrepierna cuando Jeongin la apuntó y tomó uno de los cojines que reposaban sobre su cama para colocarlo sobre sus piernas.

"Jisung, cariño. Lamento interrumpirlos."

Su madre entró a la habitación con una sonrisa en los labios.

"Pero Minho está abajo. Dijo que iban a salir hoy."

Ambos chicos se miraron confundidos, acto seguido miraron a la madre de Han.

"Ah, sí. Yo...Lo había olvidado por completo."

Su madre negó con la cabeza.

"Disculpa eso, cariño."

La mujer dejó una amistosa palmada en el hombro de Jeongin.

"Mi hijo es así de distraído todo el tiempo, no olvida la cabeza porque la tiene pegada al cuerpo."

Tomó la mejilla de Han y la apretó con fuerza.

"¿Cierto, Jisung?"

"Ah, mamá. Duele."

Comenzó a masajear su mejilla una vez que la mujer la liberó.

"Bajen de una vez, no pienso seguir distrayendo a Minho mientras ustedes hacen sus cochinadas aquí encerrados."

El rostro de ambos se coloreó de un rojo intenso, y los ojos de Jeongin bajaron con rapidez hasta el piso de la habitación.

"¿Qué pensaban que era tonta? Yo también fui adolescente."

La mujer caminó hasta la puerta.

"Y te lo advierto, Jisung. Tú llegas a hacer algo en mi casa y si yo me entero me encargaré de prohibirle la entrada a todos tus amigos. Sin ofender, cielo."

El contrario negó con la cabeza apenado, intentando cubrir sus sonrojadas mejillas con disimulo.

"No se preocupe, lamento lo ocurrido."

"Le diré a Minho que no tardan."

Ambos se quedaron en silencio mientras observaban a la mujer irse.

"Tu madre parece una gran persona."

Rio con incomodidad.

"Necesito mudarme ya."

Suspiró, escuchando su nombre ser gritado por su progenitora una vez más.

"De verdad lo necesito."

Hannie!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora