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-Hannie, te amo. Pero la próxima vez procura no vomitar en mis tenis favoritos.-

Escuchó la puerta del balcón abrirse y sintió como su corazón se aceleraba ante la presencia de Minho.

-Ven, te ayudaré a ducharte. No quiero que resbales y mueras.-

La mano de su mejor amigo se posó sobre su cabeza, dejando pequeñas caricias que no hacían más que sonrojarlo, estaba perdido en sus pensamientos cuando el hipo lo hizo dar un pequeño brinco debajo de la mano de Minho.

-Oye, ya tienes hipo, eso significa que se te pasará pronto.-

El mayor sonrió a la par que revolvía el cabello de Jisung con ternura.

-Minho...-

Dijo bajito, teniendo una batalla interna sobre si era el momento de mencionarlo o no.

-¿Sí?-

-¿Quieres saber algo?-

Sus manos comenzaron a jugar con su pantalón, y la punta de sus orejas se sonrojó levemente, no era momento para arrepentirse.

-Seguro.-

-Hoy descubrí por qué soy virgen.-

El contrario rio y se sentó a su lado en el piso. Mirándolo atentamente en espera de lo que tuviera para decir.

-¿Y cuál es la razón?-

-La razón es que a las chicas siempre les falta algo.-

Movió sus manos frente a su rostro, haciendo señas que Minho no logró comprender ¿Había una forma para decirlo? Porque la cabeza de Han tan solo daba vueltas en busca de las palabras correctas.

-¿A si?-

Miró a Han con la ceja alzada. No sabía que su amigo fuera tan exigente en ese tema, se acercó levemente a él, pues sabía que con el pasó de los segundos su voz bajaría tanto como un susurro.

-Si, Felix y Jeongin me hicieron darme cuenta de ello, pero sobre todo tú.-

Bien, ya lo había dicho así que en realidad no podía arrepentirse. La pierna de Jising, comenzó a moverse levemente debido al nerviosismo.

-¿Yo te ayudé a darte cuenta?-

-Claro que sí.-

Rio con fuerza, después de todo a los ojos de su amigo el alcohol era el causante de sus palabras. Miró el rostro de Minho por algunos segundos, intentando guardar cada pequeño detalle de su rostro por si el contrario decidía dejar de verlo. Parpadeó lentamente y acto seguido regresó la vista a las bonitas vistas que le brindaba el departamento del mayor.

-¿Puedo saber la razón?-

-Si...La razón por la que nunca puedo tener una erección eres tú.-

Han dejó que su índice se hundiera en el pecho del contrario, pero su rostro se negó a girarse. Sabía que el rojo de sus mejillas lo haría avergonzarse más de lo que ya estaba.

-Cada que estoy con una chica pienso en tu cara y entonces, cuando llega el momento de tocar siempre espero encontrar un pene, pero nunca hay un pene.-

Los ojos de Minho se abrieron de golpe. Esa no era la respuesta que esperaba recibir de su mejor amigo.

-Una chica no puede darme la primera vez que quiero, Minho.-

El nombrado carraspeó la garganta con incomodidad y se levantó con rapidez, alejándose por completo de su cuerpo, llamando la atención de Han.

-Debí haberlo guardado ¿Cierto?-

Lo miró desde abajo, con los ojos entre cerrados para poder enfocar su rostro, tampoco debía ser un genio para notar que lo había arruinado todo.

Hannie!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora