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"Entonces ¿Qué le parece la idea?"

Minho llevó un bocado de comida a su boca y miró a la madre de Han con seriedad. Todo esto bajo la sorprendida mirada de su mejor amigo. Primero llegaba a su casa de sorpresa, inventando planes que claramente eran falsos. Y ahora le decía a su madre que habían hablado sobre mudarse juntos a su departamento.

"Eso suena bastante bien."

Y su madre, como la gran madre que era, que no solo había corrido a Jeongin de forma amigable para poder invitar a Minho a cenar, le decía que era una gran idea. Han la miró en silencio, rogando porque existiera un pero en su oración.

"¿Por qué no me habías dicho nada, Jisung?"

"Bueno, yo..."

"Él tenía miedo de que usted se negara."

Este maldito. Pensó al ver como su actuación era impecable.

"Pero ¿Cómo voy a negarme? Si se conocen básicamente de toda la vida. Ya es momento de que mi Jisung crezca y se convierta en el hombre que debe ser."

"¿Así de sencillo aceptas?"

Ni siquiera había tocado su comida, su apetito había desaparecido en el momento en el que Minho apareció en su casa.

"Cariño. Te harás mayor de edad pronto, y yo no me vuelvo joven. Necesitas aprender a ser independiente ¿Y quién mejor que Minho que lleva años viviendo solo para enseñarte?"

Se sentía aturdido, parecía que ni siquiera estaba presente mientras Minho y su madre decidían sobre cuando se mudaría al departamento de su estúpido amigo.

...

"Mamá."

Tomó su brazo, evitando que saliera de la cocina.

"No sé si me siento listo para mudarme."

Su madre lo miró sonriendo, con esa sonrisa que Han tanto odiaba borrar.

"Cariño, sé que estás asustado, pero te aseguro que te servirá para crecer como persona."

Sus ojos se encontraron con los de su madre, que comenzaron a cristalizarse y entonces suspiró con cansancio.

"Y déjame decirte. Qué estoy orgullosa de que hayas tomado la decisión de independizarte."

No podía decepcionar así a su madre ¿Cierto? Fingió una sonrisa y abrazó la abrazó con fuerza. Eso lo dices porque no conoces al idiota que está en la sala.

"Gracias, mamá. Te prometo que estaré bien."

"Se que estarás genial... Mi bebé."

Su madre sorbió por su nariz y se separó para limpiar las lágrimas que resbalaban por sus mejillas con su brazo izquierdo.

"Mamá no llores, me harás llorar."

"No me hagas caso, ya sabes cómo son los achaques de tu madre. Ve con Minho anda, te está esperando."

Sonrió una última vez y salió de la cocina, encontrándose con la mirada burlona de su amigo. Su sonrisa desapareció.

"Tú, ven conmigo."

El mayor sonrió y lo siguió escaleras arriba. Ambos entraron a su habitación y en cuanto la puerta se cerró Minho se acercó para tomarlo de la cintura con fuerza.

"¿No estás feliz? Ahora estaremos a metros de distancia."

"¿Por qué?"

"Pues porque vamos a vivir juntos, Hannie."

Su rostro bajó hasta el cuello de Han, rozando su nariz en este.

"Así podré tenerte sin ninguna interrupción."

Sus manos subieron hasta los hombros de Minho, apretándolos con fuerza. Estaba molesto, entonces ¿Por qué no respondía con molestia?

"Mierda ¿Por qué me haces sentir de esta forma?"

Una sonrisa apareció en su rostro en el momento en el que Minho pronunció aquello, y su lengua pasó por sus labios cuando las manos ajenas comenzaron a dejar caricias por sobre su camisa.

"Eres un idiota ¿Sabías?"

"¿Quieres jugar con este idiota de nuevo?"

Las manos de Minho se colocaron en sus muslos y sus piernas se enredaron en el torso ajeno, permitiendo que sus brazos se abrazaran a su cuello con fuerza.

"Honnie, mi madre está abajo."

"Me gusta cuando me llamas, Honnie."

Comenzó a dejar besos por todo su cuello, haciendo que Han se retorciera levemente debajo de él.

"Lo haces cada que quieres mi atención."

"Detente. Mi madre va a escucharnos."

"Entonces seamos silenciosos."

Sintió la pared contra su espalda y las manos contrarias en su espalda baja, siempre cuidando que no cayera.

"Me dolerá si lo haces así."

El rostro de Minho se alejó de su cuello.

"¿No tienes lubricante?"

Negó avergonzado.

"¿Condones?"

Volvió a negar, y Minho mordió su labio inferior, en una batalla mental entre continuar o detenerse. Lo miró atentamente, su cuello estaba rojo, al igual que sus orejas, su pecho subía y bajaba con rapidez, y sus labios estaban más rojos de lo normal a causa de la fricción con su piel.

"Carajo. Al menos déjame tocarte un poco."

El rostro de Minho se acercó al suyo y su mano se colocó sobre los labios de su mayor, impidiendo que lo besara.

"¿Vienes en tu auto?"

"Si ¿Por qué?"

Sonrió coqueto.

"Honnie, quiero ir al cine."

Minho sonrió y con una de sus manos retiró la mano de Han, acercándose para poder besarlo.

"Solo para ser exactos."

El mayor se separó del beso.

"Cuando dices que quieres ir al cine, no te refieres a ir al cine de verdad ¿Cierto?"

Es que es idiota, de verdad. Pensó. Dejando que la palma de su mano se estrellara en su rostro y que su cabeza cayera sobre el hombro ajeno.

Hannie!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora