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Acomodó el abrió en su cuerpo intentando cubrirse de la lluvia y tocó la puerta.

"Puedes hacerlo."

Dijo bajito, en espera de que la puerta se abriera. Sus manos comenzaron a moverse con nerviosismo y sus orejas se calentaron.

"¿Si?"

La puerta de abrió y los ojos de su madre de abrieron con sorpresa al verlo parado frente a ella.

"Vine a ver a mis bebés."

Dijo serio, un maullido se hizo presente detrás del cuerpo de su madre y sus ojos buscaron al dueño con rapidez.

"Dori."

Sonrió por inercia, su madre se movió para dejar que entrara.

"Nunca vienes tan tarde."

"En realidad nunca vengo."

Se agachó para acariciar al gato que se paseaba por entre sus pies.

"Hola Dori."

Sus ojos se cerraron levemente y un estornudo hizo que el minino saliera corriendo.

"Estás mojado, enfermarás."

"Ya lo estoy."

Dijo simple, subiendo los hombros para restarle importancia.

"Ven, te daré algo de ropa seca. Puedes venir por esta después."

La mujer se acercó para retirar su abrigo.

"No puedo dejarlo."

Se alejó levemente.

"No me pertenece. "

Su madre, que segundos antes mantenía su mano en su hombro la alejó con lentitud, mirándolo con el rostro neutro.

"Es de Jisung, ¿Cierto? "

"No vine a hablar de ello."

Se giró y comenzó a caminar a la habitación donde se encontraban las cosas de sus tres gatos.

"Vine por Soonie, Doongie y Dori."

"Su madre vino a verme hace unos días."

Entró a la habitación, comenzando a juntar los juguetes que se encontraban regados por el piso.

"Vivirán conmigo de ahora en adelante, así no te molestaré con ello."

"Dijo que están viviendo juntos."

Su madre lo miraba desde el marco de la puerta.

"Solo tomaré sus cosas y me iré."

Tomó el bolso que usaba cada que necesitaba transportar sus cosas, comenzando a meter los juguetes en él.

"¿Es tu pareja? "

"Me iré antes de que papá llegue."

Miró la esquina de la habitación, donde reposaban varias almohadas y pequeñas casas donde los mininos dormían, desde ahí lo miraba Soonie, haciéndolo sentir presionado.

"Su madre dijo que están viviendo en tu departamento."

"Pues sí."

"Tu padre te dio ese departamento."

"Yo lo pago, ¿Hay algún problema con lo que haga con él?"

Se acercó a Soonie y lo tomó en sus brazos, levándolo hasta la jaula donde solía transportarlo para ir al veterinario.

"Si mal no recuerdo, lo pagas con el dinero que te brinda el trabajo en la compañía de tu padre."

Cerró la jaula cuidando no lastimar al animal y recogió los cojines que reposaban en el piso.

Hannie!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora