Hannie!!

40

Se encontraban sentados en el jardín de la casa, rodeados de flores y con el cielo estrellado sobre ellos.

"Tu madre nos avisó."

La voz de Seungmin era suave, tanto que hacía que los vellos de sus amigos se erizaran.

"Pensamos que lo mejor sería venir a despedirnos."

Han miró el cielo y suspiró.

"Tu madre dijo que todas las pláticas con Nana terminaban en nosotros arruinando su casa."

Felix dejó salir una risa apagada, haciendo que Han sonriera levemente, al igual que todos sus amigos.

"Nana siempre nos consideró su familia."

Esta vez fue la voz de Hyunjin la que rompió el silencio, su voz era débil, temblando entre cada palabra.

"Siempre fuimos bienvenidos aquí."

"Lo seguirán siendo."

Han los miró con los ojos llenos de lágrimas, causando que un nudo se alojara en las gargantas de sus amigos.

"Ella nos lo dijo cuando Yeonjun se fue al extranjero."

Sorbió por su nariz.

"La familia permanece junta hasta el final."

Changbin sonrió, y su mano limpió las mejillas de Felix con delicadeza, tendiéndole un poco de papel una vez que su mano se alejó de su rostro.

"¿Recuerdan la primera vez que venimos?"

"Mi padre accedió a traernos sin decir nada a nuestras madres."

"No teníamos más de 16."

El rostro de Jeongin se mostró confuso.

"¿Por qué no recuerdo al padre de Hyunjin?"

Todos miraron al menor en silencio.

"Eras demasiado pequeño en ese momento."

"Es verdad. La primera vez que Jeongin vino fue su primer día con 15."

"Nana te adoró desde el primer momento en el que te vio."

Han pudo recordar la expresión enternecida de su abuela cuando sus ojos vieron el pequeño cuerpo de Jeongin, pasando saliva nervioso mientras jugaba con sus manos... En ese momento era pequeño.

"Ni siquiera superabas la estatura de Changbin."

El nombrado lo miró en silencio, y todos rieron levemente.

El silencio se apoderó del lugar, y todos se limitaron a miraron el cielo, dejando que pequeños suspiros se escaparan de sus labios de vez en cuando. Ninguno sabía que decir, por un lado, querían que sus amigos se sintieran mejor, pero las palabras tienen peso y todos temían decir algo que pudiera resultar contraproducente.

"¿Recuerdan cuando Hyunjin pateó a una de las gallinas?"

Dijo Han de la nada, haciendo que todos lo miraran en silencio. Seguía mirando las estrellas, sin embargo, una pequeña sonrisa estaba alojada en su rostro.

"Nana se molestó tanto ese día."

Minho lo miró en silencio, sus labios se curvaron levemente y por inercia sus manos se acercaron hasta las mejillas de su novio. Limpiando las lágrimas que resbalan por ellas con libertad.

"Como cuando Minho destruyó su jardín."

Han rio, y su rostro bajó, dejando que mirara al nombrado con dulzura.