Capítulo 18.

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Alnair.

El club esta en una gran etapa, mi padre me felicito debido a ello. Se que significa, querrá conocer al famoso "socio" que ha reinventado la imagen del club, no se si es buen momento para presentar a Cósima con mi padre, pero tendré que hacerlo tarde o temprano. Tenía pensado presentar a Cósima con mi padre esta noche ahora que es una socia en forma, pero reconsideré hacerlo hoy, mi encuentro con Cósima no fue como yo esperaba.

Su manera de reaccionar me dejo perplejo, jamás pensé que estaría furiosa conmigo cuando ella fue la que parecía haberme votado sin más. No pude explicarle la razón de porque desaparecí en su momento, lo he considerado muchas veces ahora que nos reencontramos, pero no sé quién es en verdad. El que sea buena en los negocios no la hace de fiar y menos ahora que mi padre me ha cedido la propiedad de los clubs, no puedo dar un pie en falso eso causaría mi ruina y la de mi familia. 

Percibí a lo lejos en la salida del club como los hombres de seguridad sacaban a un cliente aparentemente ebrio, no era de asombrarse nunca falta un impertinente, lo que acaparo mi atención fue ver como Cósima le vaciaba la cartera enfrente del tipo, una vez afuera ella le aventó la billetera indicándole a los guardias que no lo dejaran pasar. Emprendió camino a camerinos a paso velos se notaba que algo anda mal. Decidí seguirla a camerinos necesito saber que pasa en mi club. Al entrar note como las chicas y Cósima ayudan a Miriam a vendar su pie mientras guardan sus cosas.

-¿Qué paso? – pregunte.

-Hash, un tipo empujo a Miriam haciendo que callera y se lastimara aparentemente el tobillo y su pie. El colmo fue que no quería pagar por el servicio, así que Cósima lo soluciono – termino de explicar Anna.

-Miriam siéntete con la libertad de retirarte, tomate los días que necesites y cuando estés lista tu lugar seguirá aquí – le comunique.

-Gracias Alnair, Cósima me dijo lo mismo. Pensé que tal vez te molestarías, por el nuevo progreso del club, pero les tomare la palabra – comento Miriam.

Con ayuda de las chicas salió con sus cosas para dirigirse al hospital.

-Un auto la llevara y esperara, para estar seguros de que llegué sana y salva – le informe a Cósima.

-Perfecto – respondió en tono frio.

Han pasado varias horas después del accidente de Miriam, Cósima no me ha vuelto a dirigir la palabra, se limitó a verme un par de veces ignorándome. Permanece sentada en la barra del bar, bebiendo considerablemente, no se cuál es su límite de alcohol, pero a ese paso no tardará mucho en embriagarse. Mi padre decidió no asistir hoy al club lo cual fue estupendo, no es la noche o momento apropiado para presentarle a Cósima.

Son casi las tres de la madrugada cuando Cósima desapareció de mi campo visual, me acerque a la barra, pero tampoco estaba.

-¿Ha visto a la señorita Amery? - interrogue al barman.

-Estaba aquí hace unos minutos, creo que se fue a camerinos - respondió el barman.

Emprendí camino a los camerinos , llevaba como veinte minutos ahí.

Tal vez paso algo 

Todas las chicas están afuera ¿Entonces que hacía en camerinos?, posiblemente esta ebria y ya no sabía dónde esta. Toque la puerta dos veces sin obtener respuesta.

-¿Hay alguien ahí? – pregunte sin obtener respuesta alguna -¿Cósima sigues ahí? te vi entrar – volví a hablar, esta vez sí obtuve respuesta.

-¿Qué quieres? – cuestiono agitada.

-¿Estas bien? ¿Por qué estas tan agitada? – interrogue.

A lo cual mi mente empezó a sacar conclusiones – Cósima espero no te estés cogiendo a un tipo en los camerinos – mencione algo molesto.

-Hash ¿Y a ti que te importa ah? – respondió con dificultad.

-Cósima abre la puerta o lo hare yo – sentencie.

-Ja, quisiera ver eso – contesto.

Pude escuchar como jadeaba, mi cabeza empezó a formular demasiadas situaciones que podrían estar pasando en ese cuarto. Saqué mi juego de llaves, abriendo la puerta, pero lo que vi me dejo perplejo. Cósima esta semi desnuda con las piernas abiertas masturbándose, todavía seguía tocándose cuando se percató que yo ya había entrado al cuarto. Cerré la puerta con seguro no quería espectadores.

-Oye no te dije que podías pasar, estoy ocupada. ¡Lárgate! – exclamo tapándose.

Carajo estaba ebria, semi desnuda y furiosa, mala combinación.

-No es el lugar o momento para esto Cósima, vístete y vete a casa –  afirme.

No pensaba dejarla sola estando ebria y semi desnuda, no está en condiciones de andar sola deambulando en el club. 

-Tienes razón no es el lugar, ¿Me ayudas a vestirme? – comento aparentando un tono tierno e inocente.

-No, apúrate me daré vuelta para no incomodarte – respondí en tono serio.

Rio escandalosamente – Ahora resulta, que no me quieres ver desnuda. Hace unas horas, me rogabas que cogiéramos. Aunque ¿todavía quieres? – pregunto coqueta.

-No, no soy un pervertido, estas ebria, molesta y creo que me odias, aunque no serias la primera en hacerlo – respondí.

-¿Me ayudas con mi saco? – pregunto tocándome el hombro.

Me voltee para poder ayudarla a ponerse su saco, mientras se limpiaba sus manos con toallas desinfectantes, cuando termine ella me tomo de las manos.

-¿Por qué? – pregunto Cósima.

-¿De qué hablas? – pregunte incrédulo.

-¿Por qué me usaste? – respondió en forma de pregunta Cósima.

-Debes irte – conteste. 

Le contestaria con parte de la verdad cuando ella estuviera sobria, esa era la confirmación que había estado esperando en saber si debía darle una explicación de porque no volvimos a hablar y desaparecí.

-No quiero ir a casa – comento Cósima.

-¿A dónde te llevo? – pregunte.

-No puedo irme así, deja me recupero un poco y después me voy – respondió Cósima.

La llevé a mi oficina, dándole suficiente agua para empezar a sacar el alcohol de su sistema. Después de un rato sin percatarme se quedó profundamente dormida, la recosté en el sofá, le quité sus tacones y me permití apreciar lo bella que es. Una parte de mi agradecía el hecho de volver a tenerla en mi vida, sin embargo, yo no era el mismo y sin duda ella tampoco. 

MI OASIS CÓSMICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora