Capítulo 21.

69 41 17
                                    

Cósima.

Me veo por última vez al espejo confirmando lucir correctamente para la ocasión, vestido negro con escote en V un ligero collar en mi cuello y mangas abiertas, tacones platas, aretes largos del mismo color, maquillaje de noche y bolso. He optado por este color en especial por seriedad, pero de ahora en adelante variaré mis conjuntos. Tomo mi bolso lista, para salir.

Una vez en el club, paso a camerinos a saludar a mis chicas, para confirmar que todo marche en orden. Según las indicaciones de Alnair, debo avisarle cuando llegue al club y esperar su llamado. 

Yo.

Ya estoy en el club.

Una vez enterado, tomo asiento en una de las mesas reservadas en el club esperando la llamada a la junta. Permanezco observando a las personas que entran y salían del club sin preocupación, no me percato que un hombre en especial tiene su atención puesta en mí, hasta que hacemos contacto visual, eso lo incito ha acercarse con un trago en mano derrochando arrogancia.

-Oye linda, ¿Por qué tan sola? – saludo Altair.

-Hola, me gusta estar sola, ¿No lo habías considerado?, tal vez por esa razón siempre me encuentras sola – conteste seria.

-Vamos, una chica tan linda no puede estar sola se ve mal, tenemos un trago pendiente ¿Te parece si te lo invito ahora? – propuso Altair.

-Altair, ¿Te puedo saber tu edad? – Pregunte.

-¿Por qué seria relevante?, tengo la suficiente para saber tratar a una mujer – respondió acercándose hacia mí.

-No lo dudo – respondí algo incomoda.

-Toma el trago y así vamos entrando en confianza – respondió Altair.

Puso el vaso sobre la mesa y pude observar cómo aún se diluía algo adentro del trago, empecé a conversar con Altair para distraerlo entablando temas nada relevantes, así se aburriría un poco y me dejaría en paz hasta que su hermano se dignara a empezar la junta. Después de treinta minutos comencé a impacientarme, tratar con Altair es mas fastidioso de lo que creí, no se hasta donde dará mi cordura antes de mandarlo al Carajo.

-Discúlpame un momento tengo que ir al sanitario – comente.

Me levante, dirigiéndome al baño a paso veloz. Me quedo en el baño por un rato considerable, necesito respirar de lo asfixiante que es tener que aguantar el comportamiento de un tipo tan arrogante. Al regresar a la mesa para mi sorpresa Altair ya no esta, es un alivio, ordene a un mesero tirara el trago que ni loca me tomaría y podría ser un peligro dejarlo aquí. Mi teléfono suena notificando un nuevo mensaje. 

Alnair.

¿Dónde estás? 

Estoy por contestar, pero apareció enfrente de mi en un abrir y cerrar de ojos.

-Es hora – anuncio Alnair.

Emprendimos camino a su oficina, estoy un poco nerviosa y como si Alnair hubiera escuchado mis pensamientos, se detuvo unos metros antes de la puerta, dio media vuelta quedando a pocos centímetros de distancia.

-Tranquila, no estés nerviosa eras más capas que la mayoría de las personas ahí adentro – comento y tomo mi mano acariciándola con su pulgar.

-Gracias, debemos entrar – comente algo seria quitando mi mano de la suya.

Pareció comprender mi incomodidad, sin mas abrió la puerta para poder pasar. Una vez adentro pude observar a diez hombres y una mujer, Altaír esta sentado al fondo del cuarto, todos parecen estar confundidos y antes de poder hacer o decir otra cosa Alnair hablo.

-Dama y Caballeros, es un gusto presentarles a Cósima Amery, la mujer que ha logrado el nuevo éxito de este club – Termino de decir Alnair, dándome espacio.

-Que tal señora y señores, es un gusto poder conocerlos – salude dando un paso hacia delante.

-¿Es broma no? – cuestiono Altair.

-Por favor, Altair, no recuerdo haberte educado de esa manera – respondió la única mujer además de mi en el cuarto.

-Señorita, ¿Nos podría permitir un momento a solas? – pregunto un hombre mayor con desdén.

-¿Por qué lo solicitas? – cuestiono él hombre junto a la mujer – ¿Acaso estas desestimando el criterio de mi hijo? – volvió a decir el hombre.

-Por favor, Hermes no creerás que una "niña bonita" es capaz de manejar este negocio, su apellido no nos dice nada y menos cuando tu hijo tiene el poder de ponerla en ese puesto solo por ser buen trasero– termino de expresar el hombre observándome.

-No voy a permitir que se atreva a menospreciar a mis socios y mis decisiones en el club, entienda señor Evans que ahora yo estoy a cargo de los clubs de mi familia. Y si eso no es suficiente para usted puede retirarse – contraataco Alnair mirando fijamente al hombre.

-Ya escuchaste a mi hijo Evans, ¿Qué piensas hacer? - cuestiono la mujer.

El hombre gruño y con gran coraje salió del cuarto azotando la puerta tras de si.

-De acuerdo, ahora que pasamos el momento incomodo, permítame ofrecerle una disculpa señorita Amery, me presentare como es debido. Soy Hermes Edevane padre de Alnair y Altair. – expreso el hombre extendiendo su mano.

Nos estrechamos las manos, ahora que lo tengo frente de mi puedo observar con detalle sus facciones no es muy alto, tes bronceada, ojos azules, cabello cano y con torso trabajado a pesar de su edad.

-Es un placer señor Edevane, le aseguro que no quiero causar problemas, solo éxito en lo que a mi trabajo respecta – respondí.

-No te preocupes Cósima, es un placer saber que la responsable de este cambio y éxito es una mujer, así ya no estaré sola – comento la mujer al lado del señor Edevane – Yo soy Hestia Edevane, madre de los muchachos y esposa de Hermes, será un placer tratar con una chica tan inteligente como tu- termino de expresar. 

La señora Edevane es una mujer muy hermosa, su cabello castaño perfectamente peinado, sus ojos color almendrados hacen juego con su piel blanca y rasgos finos. 

-El placer será mío señora Edevane – conteste.

Después de presentarme al resto de los presentes, de los cuales unos eran ejecutivos, herederos o empresarios. Empezaron las preguntas sobre ¿Quién eres?, ¿De dónde vienes?, ¿Por qué entrar a este negocio?, ¿Cómo se te ocurrieron estas innovaciones?. Después de intercambiar ideas, la mayoría de los presentes se retiraron, no sin antes demostrar su devoción o respeto hacia la familia Edevane. Estoy sirviéndome un vaso con agua cuando Altair se acerco a mi. 

-¿Se puede saber porque no me dijiste que trabajabas con mi hermano? – cuestiono molesto.

-No sabía que tenía que informarte mis asuntos, no estas en posición de exigir una explicación – respondí con el mismo tono.

-Chicos ha sido un placer, pero tenemos que retirarnos – anuncio la señora Edevane.

Acabando con la conversación entre Altair y yo.

-Claro madre – respondió Altair.

-¿Necesitan algo más? – ofreció Alnair.

-No hijo estamos bien, señorita Amery nuevamente un placer esperamos verla próximamente – menciono el señor Edevane.

-Igualmente señores y si tienen alguna duda, sugerencia o incomodidad no duden en comentarme para afinar detalles – respondí.

Después de lo dicho la pareja asintió con la cabeza y salió del cuarto, quedando yo sola con los hermanos Edevane, ¿Qué podría salir mal?.

MI OASIS CÓSMICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora