Capítulo 26.

75 34 38
                                    

Alnair.

– Ah y sí tu preocupación de que me vaya es por estafarte, puedes estar tranquilo no haría una cosa tan baja- comento ella.

-¿Enserio crees que esa es la razón de mi preocupación? – cuestione sorprendido y a la vez enojado.

-No sé porque yo sería motivo de tu preocupación fuera de los negocios- respondió ella con fastidio.

Esas palabras se quedaron grabadas en mi cabeza el resto de la noche, no pude pegar ojo un solo instante. Repitiéndose una y otra vez.

"No debería importarme no somos más que socios"

En estos meses no me le he vuelto a insinuar, creí que al pedirle perdón las cosas se acomodarían para dejarlas atrás, pero fue todo lo contrario. Entre más convivo con ella más crecen mis sentimientos hacia ella, he notado como se pone nerviosa cuando invado su espacio personal, como se contiene para no dejar a la vista cuando se sonroja. 

Emociones reprimidas resurgieron de lo más profundo de mi ser al ver la cicatriz en su brazo, creí haber olvidado su herida, nunca la había vuelto a ver hasta hoy, por lo mismo al instante que vi su brazo tuve que retroceder. Ese día una chica y yo retamos a Cósima a robar, todo se salió de control un tipo hirió a Cósima, cuando estuvimos seguros y escondidos entendí que si el hombre no hubiera fallado su tiro probablemente le hubiera hecho un daño mayor, fue la primera vez que me dio miedo perderla, así que la bese, fue la primera vez que sentí sus suaves labios.

Al asomarse los primeros rayos solares, empecé a prepararme para el trabajo de hoy, intento salir antes que Cósima para evitarla al menos por hoy, para mi sorpresa salimos a la par por suerte decidió irse en otro vehículo. Llego directo a mi oficina tengo cosas que hacer y es la mejor manera de evitarla. Han transcurrido varias horas sin molestia alguna, veo la puerta de mi oficina abrirse sin aviso previo.

-Hola, ¿Cómo estás? – saludo Altair.

-¿No pudiste tocar?, olvídalo- comente -Estoy Bien, con mucho papeleo, ¿Ya comiste? – respondí algo serio.

-No, ¿Vamos a un restaurant o quieres que pida algo? – consulto mi hermano.

-Pide algo, es más fácil – respondí.

-¿Qué se te antoja? – cuestiono Altair.

-Sinceramente me da igual, elige tu – comente.

-okey- respondió mi hermano - ¿Cómo esta Cósima?, ¿Supiste que paso? – interrogar Altair.

-Está bien, los idiotas no se dieron cuenta que al parecer estuvo todo el tiempo en el hotel – respondí seco.

-¿Y porque no la podías localizar? – prosiguió Altair.

-Al parecer se quedó dormida y su celular se quedó sin batería – conteste.

-No te parece algo extraño hermano, digo fue mucha casualidad que su celular no tuviera batería y que nadie se percatara de su presencia, pues con ese cabello no es fácil que pase desapercibida – comento Altair.

En ese instante, recuerdo la mención que había hecho Cósima respecto a Altair. Deje mis asuntos presentando toda mi atención a él.

-Sí puede ser, pero ¿Sabes que me parece más extraño?, que no mencionaras haberla visto antes que yo llegara al hotel – cuestione.

Altair se tenso al instante -¿Qué fue lo que te dijo? – pregunto.

-Eso es lo de menos por ahora, dime porque me mentiste – exigí.

MI OASIS CÓSMICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora