Capítulo 42.

38 12 14
                                    

Cósima.

Ha sido un mañana abrumadora, la reorganización de este club creo que puede ser el mas costoso que he tenido que hacer. No hablo por las chicas, sino por el área privada, la cual requiriere un cambio urgente y radical.

Solo he estado una vez en este club y ese día lo dedique completamente a mis chicas, pero hoy dada la insistencia de Alnair al no sobregirarme, decidí darles el día a las chicas y revisar el área para saber que detalles cambiar y dejarla totalmente lista. 

Nunca le halle sentido a las personas que decían sentir una sobredosis por los colores chillantes, hasta el día de hoy. Cada rincón de este lugar parece una sala de pinturas abstractas con posible mareo por movimiento, los cuartos están mal estructurados, hay peluche por montones y las luces neón no ayudan al contraste.

Es horrible, no tengo nada en contra de las personas que prefieren el peluche, los colores extremadamente llamativos o el neón, pero dado el nivel de los clientes que asisten y el prestigio social de los Edevane, la mala combinación de estos elementos puede considerarse una burla. Por ende el club no abrirá hasta terminar las remodelaciones en esta área, eso no esta en discusión.

Han transcurrido ocho horas desde que comencé esta remodelación, tener que verificar materiales, costos y personal, es agobiante. Pero valdrá el esfuerzo, tengo en mente un diseño elegante, sexi y moderno, fascinante a la vista o al menos eso espero transmitir.

Por ahora necesito tomar un respiro, sin mencionar que muero de hambre. Afortunadamente solo falta media hora para verme con Cris, será mejor que me aliste y tome mis cosas. He estado pensando en como mencionarle a Cris sobre la propuesta de los Edevane y honestamente no se como pedírselo, se que aunque Cris sea mi amigo el pedirle este favor para los Edevane no será sencillo. No he visto a Alnair desde la mañana que me trajo al club, dijo no poder quedarse ya que tenia pendientes con su padre.

¿Qué serán todos esos asuntos tan misteriosos?

Alnair siempre es muy discreto en esos temas, tanto así que no quiso decirme en especifico que tipo de mercancías maneja su familia. Lo deje pasar por ahora, no quiero presionar las cosas.

Aprovechare la oficina de Alnair para asearme y sacudir mi ropa, con todo esto ha votado polvo, pelusa y sabrá dios que otras cosas. Me doy un baño rápido, sin tocar mi cabello, no tengo mucho tiempo y tampoco hay nadie de mi confianza como para cambiarme con plena libertad, solo están los hombres de seguridad que Alnair me dejo y dado a los recientes acontecimientos prefiero tener mayor precaución.

Comienzo a vestirme, cuando repentinamente escucho pasos provenientes del cuarto. Pero nadie puede entrar esta cerrado con llave, a menos que alguien tenga llave y yo no sepa.

-¿Hola?, ¿Quién anda ahí? -hablo.

Nadie contestó, me asomo debajo de la puerta alcanzando a visualizar unas sombras alejándose. Me vuelvo a envolver en la toalla de baño, para poder ver si ya no hay nadie, abro lentamente la puerta procurando no hacer ningún tipo de ruido, asomo mi cabeza visualizando el lugar, estoy completamente sola. 

Salgo muy despacio dando pasos cortos, tal vez confundí los sonidos o luces y estoy siendo paranoica, me acerco a la puerta para verificar que sigua cerrada con llave y efectivamente tiene puesto el seguro, me doy vuelta regresando al baño, seguro fue una confusión. Tome mi celular por si acaso, caminando de regreso al baño escucho la puerta abrirse y azotarse de golpe, me paralizo al instante, no había sido una alucinación. Me giro para poder ver quien es, esperando cualquier cosa.

-Cósima, ¿Estas bien? luces muy pálida, ¿Qué ocurre? - Cuestiono Alnair preocupado.

Mi cuerpo aun sigue estático, pero mi mente siente alivio al saber que no corro peligro y al mismo tiempo me debato entre abrazarlo o estrangularlo. Alnair me toma por las mejillas inspeccionándome, fue entonces cuando reacciono quitando sus manos y comienzo a golpéarlo en el pecho.  

MI OASIS CÓSMICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora