Capítulo 5.

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Cósima.

Faltan tres días para el próximo evento en el club de los Edevane, mientras tanto siguo en buscan del vestuario perfecto, tengo uno que otro vestido para alguna ocasión especial pero no creo que estén a la altura de un club así. 

Salgo en busca de algo más apropiado en las tiendas exclusivas más cercanas, después de buscar en dos tiendas encontré el vestuario perfecto en uno de los aparadores. Un conjunto negro con blanco completo de escote en V sin mangas ajustado que hace resaltar mis curvas, el costo fue considerable ciento cincuenta dólares, pero vale la pena es hermoso. Tengo los tacones adecuados en casa junto con los accesorios, ahora solo queda esperar.

Decidí pasear por los alrededores del club, es una forma sutil de averiguar cosas de los Edevane, ya que por internet no encuentras nada relevante, no había podido tachar casi nada de la lista que había realizado en un inicio, se tomaban muy enserio la definición de "Vida privada". Intente encontrar a la chica misteriosa que estaba con Alnair aquella vez, pero parecía que jamás nadie la hubiera visto entrar o salir de ahí, excepto mi nuevo contacto el señor Burn. Me había vuelto clienta del señor Burn apropósito, era el único que se prestaba a tocar el tema de los Edevane de ahí en fuera todos parecían amar o temerles a los Edevane, el señor Burn es un hombre maduro tiene su pequeño puesto de postres, licuados y café, con muy buena memoria y es sumamente respetuoso.

-Señor Burn ¿Ya me dirá quien es esa chica o tendré que comprarle diez cafés más? - le pregunte de manera seria pero amistosa a la vez.

Rio- Hay señorita Amery no quiero decepcionarla, pero sabe que soy un hombre honesto y usted parece una chica fuerte, espero sea así- me contesto.

-Señor Burn sí lo dice porque se vaya a romper mi corazón, no se preocupe, no pregunto por esa razón- conteste.

-Okey señoría Amery, ya que esta aclarado el punto. Esa chica no se que tan nueva es en el club, solo la he visto unas cuantas veces, pero el día que usted la vio al parecer tenía problemas de negocios con el dueño del club, el señor Hermes Edevane. Él no la quiso atender y salió en representación su hijo mayor Alnair Edevane, a ella no le pareció, discutieron un rato, hasta que cierta señorita entrometida los interrumpió y después de eso él joven Edevane la corrió, finalizando cualquier tipo de negocios que tuvieran en común- explico el señor Burn.

- ¿Señor Burn como es que sabe tanto de la familia Edevane? - pregunte.

- Conozco al señor Hermes y digamos que soy un hombre de confianza para su negocio, a veces me platica cosas de su negocio o familia como forma de desahogarse, después se avergüenza de contarme, pero jamás he dicho a nadie las cosas que me ha confesado, así que por esa razón soy el único que sabe mas sobre ellos de todos alrededor- contesto.

- ¿Y al contarme no lo traiciona? – pregunte arriesgándome a perder lo que había progresado.

Rio bajo – No, porque no le he jurado nada, además usted me recuerda a mi de joven, fuerte, inteligente, astuta, no acepta un NO por respuesta y se ve que tiene pasado con los Edevane, no parece la típica chica obsesionada con el signo de dinero en la frente de los Edevane- respondió de manera seria.

-Me alaga, le agradezco la confianza señor Burn - exprese.

-Solo no se obsesione con los Edevane o lo que sea que busque de ellos, nada bueno sale de las obsesiones - me advirtió.

-Lo tomare en cuenta, pero es hora de irme, nos vemos mañana linda tarde- me despedí.

Camino a casa repasaba las palabras del señor Burn en mi cabeza,  dicen que las obsesiones son malas, yo creo que son lo que nos impulsa a seguir.


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