Capítulo 37.

47 17 22
                                    

Cósima.

Sentir que tienes una increíble resaca sin haber ingerido un gramo de alcohol, es algo criminal e increíblemente injusto. Tenía años que no sentía tal pesadez al despertar, había dormido varias horas y aun quería con todo mi ser seguir en cama descansando, pero no puedo darme ese lujo.

Reviso mis notificaciones para ponerme en contacto con el mundo, tengo cientos de mensajes y llamadas de Ersa, Christine y Cris. Llamo a Christine no contesta así que le insistiré mas tarde, Ersa tampoco contesto le respondí sus mensajes, se que a esta hora estará en practica y no me preocupa, en cambio Cris contesto de inmediato al primer timbrazo.

-Cósima ¿Estas bien?, ¿Qué paso?, ¿En donde estas?, ¿Cómo saliste? - Cuestiono histérico Cris apenas contesto la llamada.

-Oye tranquilo respira un poco, creí que la que sufriría de histeria seria yo - respondí.

-Lo siento, pero cuando pasaron las cosas según se fue cuando te llame anoche y cuando me entere de todo en las noticias intente localizarte, pero no había razón de ti y Alnair no esta disponible para nadie hoy - comento ya mas tranquilo.

-Tranquilo estoy bien, ¿Te parece si nos vemos hoy? así te cuento todo lo que ha pasado -propuse.

-Sí seria genial, salgo en una hora, ¿En donde nos vemos? - respondió.

-En el club, tengo asuntos pendientes espero no te moleste - conteste.

-Por mi esta bien, oye tengo que irme, pero nos vemos mas tarde cuídate  - se despidió.

Después de un rato estoy lista, decido no escoger algo lujoso o llamativo quiero sentirme más cómoda, así que opto por unos jeans negros, blusa color rosa y tenis negros.

Salgo de mi cuarto con mucha cautela tratando de ser prácticamente invisible, caminando casi de puntitas, todo esta en completo silencio, tanto así que se podría escuchar las pisadas de una araña. Tal vez Alnair esta en lo cierto al decir que no se darían cuenta de mi presencia, aunque no es como que olviden que hay una socia viviendo temporalmente en su casa. 

Mientras camino rumbo a la puerta principal puedo ver a varios hombres de seguridad que entran y salen de la casa con apuro. Ahora que lo pienso no se que habrá pasado con los hombres que Alnair había asignado para mi seguridad o si tan solo estarán vivos. Todo parece ir bien con mi discreción, así que no será problema salir, pero antes de poner siquiera una mano en la puerta su voz me detuvo sorprendiéndome.

-¿Planeas escapar? – cuestiono Alnair.

No sé en donde esta, pero su voz no se escucha lejos además suena algo molesto o disgustado.

Me doy vuelta para verlo -No, ¿Por qué lo dices? – respondo, pero aun no se en donde esta.

-Dame una buena razón por la cual planeas salir – exigió en alguna parte de la casa.

-Trabajo – respondí.

-¿Bromeas? – pregunto asomando su cabeza por el pasillo.

-No me estoy riendo, además me pediste una razón y no hay mejor que esa – me excuse.

-Creo que el pánico te afecto más de lo visto. No te dejare ir al club hoy, debes descansar mañana tendrás todo el día y la noche si así lo deseas – afirmo, avanzaba hacia mi.

-¿Es una orden? – cuestione.

Había pasado lo de la ida al doctor junto con los estudios, pero Alnair esta optando por una  postura que empieza a desagradarme.

-Sí, no olvides que aunque seas socia, el que tiene el voto decisivo aquí soy yo - respondió.

-No lo olvido, pero no puedes retenerme en esta casa.  Así que aun si no voy al club, ya tengo planes - proteste.

MI OASIS CÓSMICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora