Hoy ha sido un día tranquilo, para variar, al menos hoy no me toca patrullar así que puedo ir a dormir temprano, había quedado con Aoyama-Kun para beber té, pero no lo he visto en toda la tarde, quizás Aizawa-sensei lo asignó a un puesto de vigía esta noche, en fin, será aburrido entonces. Tomé la canasta del baño que contenía mi traje y otras ropas sucias, debía aprovechar mi tiempo libre para asear un poco puesto que Aoyama siempre encontraba algún defecto cuando estaba por mi habitación.
Estaba juntando alguno que otro chiche y ordenando cojines cuando mi estómago hizo ruido.
-No vamos a comer nada ¿Escuchaste? – reclamé mirando hacia mi estómago, el otro día luego del entrenamiento fuimos a pesarnos y medirnos con Aoyama y lastimosamente había subido nuevamente de peso, y de estatura, aún no pasaba del 1.60. Mi estómago volvió a rugir.
Ignoré completamente que tenía hambre y salí hacia los pasillos dispuesta a ir al cuarto de lavado, eran las 18:30 aproximadamente, podía regresar con las prendas limpias y secas si no encontraba a nadie más allí.
-¡Bonjour Mademoiselle! – Era Aoyama sentado sobre el secarropa.
-Con que aquí estabas –dije saludándolo –Pensé que fuiste a patrullar.
-No, no. Aproveché que nadie viene a esta hora para lavar mi traje –dijo son su típica sonrisa brillante.
-Me alegra que estés aquí, odio venir sola a lavar –me acerqué a la máquina de lavar, colocando los productos necesarios y encendiéndola.
-¡Espera Ochako-san! –Era Mina quien entraba corriendo – ¿Puedes poner mi ropa junto a la tuya? Así nos vamos temprano a la fiesta.
-¿Fiesta? –Pregunté mientras abría nuevamente la tapa y Mina colaba sus prendas.
-Olvidé mencionarlo –Esta vez era Aoyama –Mademoiselle Mina hará una fiesta de té en su habitación luego de la cena.
-Así es, justo esta noche las chicas están libres de patrullaje, y de los muchachos... -dijo girando hacia Aoyama.
-Creo que solo Ojiro-Kun y yo –Completó.
-¿Te nos unes? –Preguntó con su sonrisa pedigüeña junto a Aoyama que hasta brillaba de la emoción.
-Claro que sí –sonreí. No tenía opción.
Nos quedamos un rato hablando en el cuarto de lavado, Mina se había retirado un poco antes excusándose con preparar su habitación, pidió que le llevásemos sus ropas de ida. Cuando terminamos con doblar los trajes me dirigí nuevamente hacia mi cuarto, Aoyama se dirigió hacia los largos pasillos de los dormitorios. Regresé a mi habitación, tenía pensado dormir temprano y saltarme la cena, pero ahora, gracias a Mina-san tendría que ir a una fiesta. Una sonrisa triste se apoderó de mí, hacía ya un tiempo desde la última vez que nos reunimos, no podía faltar, solo esperaba que no habláramos de él.
Vestí mi piyama, tomé una almohada y una taza para el té, al salir me encontré con Jirou-san, así que juntas llegamos a la habitación de Mina. Teníamos permitido estar despiertos hasta las 22:00 hs., hora en el que Aizawa-sensei hacía su recorrido para asegurar que todos estuvieran dormidos o en sus habitaciones, por la cantidad de comida que habían traído, es posible que tengan planeado algo más.
-Yo me siento muy triste –Dijo Mina-san con los ojos llenos de lágrimas. Todos los presentes guardaron silencio ante tal declaración –Éste es nuestro último año como compañeras, y luego... -comenzó a llorar.
No habíamos tenido tiempo de pensar en ese detalle, es verdad, solo nos quedaban cerca de medio año juntos.
-Yo sé que las voy a extrañar si es que se van lejos de aquí –mencionó Aoyama-kun tratando de sonreír un poco.
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Herida y Bálsamo
ФанфикNo puedes enamorarte de él -Me repetía una y otra vez tratando de convencerme, mientras me perdía en sus besos.