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KATERINA ESTABA SENTADA entre las copas de los árboles, mirando como Bella entraba al claro, su rostro transformándose en uno de angustia mientras miraba la hierba marrón como si esperara algo diferente. Sus ojos estaban vidriosos, y Katerina se preguntó si había visitado antes a Edward aquí. Explicaría la caminata aleatoria de la niña en lo profundo del bosque.
Katerina estaba sentada en la azotea de los Swan como de costumbre cuando Bella inesperadamente comenzó a empacar cosas en una mochila y salió de la casa para subirse a su camioneta. El vampiro había seguido a la chica con curiosidad, preguntándose si planeaba huir o algo igualmente dramático, pero levantó una ceja cuando se detuvo a un lado de la carretera y comenzó a caminar torpemente por el bosque.
Katerina se había mantenido por encima del suelo y saltaba de árbol en árbol siguiéndola en silencio. Esto la llevó a donde estaba ahora, sentada en una rama alta de un árbol y mirando a Isabella tropezar a través del claro. Katerina se puso rígida cuando sintió otra presencia cerca y entrecerró los ojos cuando vió una figura parada en el lado opuesto del claro, mirando a la chica humana.
Reconoció al vampiro al instante, Laurent, el mismo que les había advertido sobre James y Victoria. No dejó que sus ojos dejaran su forma y sus manos se envolvieron en una niebla roja, lista para defender a la chica si Laurent se salía de la línea. El otro vampiro no pareció darse cuenta de Katerina, probablemente demasiado atrapado en el olor del humano como para permitir que sus sentidos le advirtieran.
Bella parecía haber notado finalmente su presencia también, porque miró hacia arriba sorprendida y dio un paso hacia atrás instintivamente.
-Bella- Laurent exhaló.
Bella balbuceó ante su llegada inesperada -L-Laurent.
Laurent de repente aceleró hacia la chica, aunque Katerina lo había visto bien y todavía tenía su mirada fija en el vampiro, lista para contenerlo si era necesario. Ella podía hacerlo fácilmente ahora, pero quería esperar en caso de que él no tuviera intenciones agresivas. Además, descubrir por qué había regresado solo podría ser útil.
-No esperaba encontrarte aquí- dijo arrastrando las palabras.
-Fui a visitar a los Cullen, pero su casa estaba vacía- dijo mientras caminaba alrededor de la chica.
Los ojos de Katerina se entrecerraron ante su mentira, sabiendo que él no había visitado la casa ya que ella habría detectado su olor.
-Me sorprende que te hayan dejado atrás- continuó. -¿No eres una especie de mascota para ellos?- preguntó, sus ojos rojos brillaron con diversión.
-Sí... podrías decir eso- murmuró Bella en voz baja, aunque ambos vampiros la escucharon claramente.
-¿Los Cullen visitan a menudo?- preguntó y juntó las manos frente a él. Katerina miró su cuerpo, rezando para que Bella fuera lo suficientemente inteligente como para mentir.
