Cap. 16 Whiskey

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Después de haber pasado la mayor parte del día evitando a Tom decidí regresar a mi cuarto. Estaba sentada en la orilla de la ventana, perdida en mis pensamientos, tratando de entender porque se comportaba así, porque le tenía tantos celos a Chris al grado de querer alejarlo de mi vida sin siquiera explicarlo.

Tocaron a la puerta, pero hice caso omiso pensando que podía ser Tom y el cual no quería ver, pues mi enojo aún estaba ahí y si algo había aprendido es que con la sangre caliente no puedes hablar bien. Volvieron a tocar.

- Andy, ¿estás ahí? - Era Scarlett. Seguramente estuvo tratando de buscarme después de apagar mi celular para evitar recibir las llamadas de Tom, me levanté secándome las lágrimas y abrí la puerta. - Dios mío, pero ¿qué te ha pasado? - Era evidente mi tristeza.

- Ahora no quiero hablar de eso. - Decía volviéndome a sentar donde mismo. Había ido a asaltar una botella de whisky con algunos amigos que había hecho en el bar para "ahogar" mis penas.

- Tampoco yo. - Tomó un vaso que tenía encima del escritorio y se sentó a un lado de mí. Cuando la vi la primera vez no lo había notado, pero por su tono y su rostro percaté la evidente tristeza que tenía con ella.

- Tal parece que no soy la única triste.

- Tienes razón. - Suspiró. - Tal parece que cuando viene algo bueno también llega algo malo.

- ¿Quieres platicarme?

- No aún. - Tomó un gran trago de su vaso, quedándose hundida en sus pensamientos. Tal parecía que ambas estábamos pasando por un mal momento y en medio de ese silencio nos acomodamos muy bien, a pesar de que ninguna podía consolar a la otra el aire frío acompañado con la noche y el whiskey eran buenos colegas, no pasó mucho para que yo hablara primero.

- No estoy muy segura de lo que quiere Tom conmigo.

- Habla. - Dijo mientras se servía más y empecé a platicarle lo que había ocurrido sin omitir detalle.

- No sé porque actúa con tantos celos cuando me ve con Chris, pero hoy fue más allá, se portó tan posesivo, tan orgulloso, fue como si no quisiera que estuviera cerca de alguien más que de él.

- Lo que no entiendo es porque no le dijiste a Chris desde un comienzo, es tu amigo y tiene toda tu confianza.

- No lo sé, no es que no tenga la confianza de platicarle, pero cuando Tom me lo pidió simplemente confié que estaba bien, no pensaba que fuera a ocurrir esto. - Tomé un poco. - Ahora ya no importa porqué le dije lo que no me parecía y que ya no iba a aceptar, quizá no lo acepte y todo acabe aquí.

- Eso es nuevo.

- ¿De qué hablas?

- Desde que te conozco huyes mucho a una discusión. – Fruncí el ceño confundida. - Cuando te he visto en alguna pelea ya sea por teléfono con tu papá o incluso conmigo evitas la discusión ya sea cortando la llamada, evadiendo el tema o saliendo del lugar y eso en parte está bien, porque no quieres decir algo de lo que te puedas arrepentir después. - Tomó mi mano volteando a verme. - Quiero creer que es una forma de protección tuya o estás evitando empeorar algo, pero que dijeras lo que te parecía mal está bien, lo que no está bien es que te fueras.

- Estaba dolida y molesta, no quería empeorar las cosas.

- Eso lo entiendo perfectamente pero también creo que Tom debe ver todo de ti, tus partes rotas, aplastadas, curadas y complejas, si lo que quieres con él es algo serio y que de verdad se vuelva importante también debe de ver más allá de lo que solo permites a ciertas personas, a menos que solo fuera tu ancla.

- ¿Un ancla? No, nada de eso, cuando quise tener una relación con él sabía perfectamente que mi estabilidad emocional estaba en un entorno renovado, sin nadie que me hubiera abierto desde hace tiempo, pero no significaba que no quisiera eso, en ningún momento me hizo verlo como mi salvación y estoy segura de eso porque de ser así más de un hombre se hubiera vuelto uno y yo siempre me mantuve al margen de no acarrear a alguien más a mis problemas, él es... diferente. - Suspiré y hablé con más claridad. - Hace que cada parte de mí se sienta bien, desde el momento que lo conocí algo en mi cambió, él me vio primero con mis defectos y no con mis virtudes y él que me aceptara con ellos hizo que yo los aceptara primero y aunque aún sigo batallando con algunos Tom siempre ha estado ahí para apoyarme, no como un modo de salvación, sino como alguien que sabes que te va a dar un último empujón, me siento acompañada, amada, escuchada y todo eso me ha traído un mar de emociones que no se apagan sin importar que tan molesta esté con él y aun así no he tenido el valor de decirle todo.

En algún lugar de LondresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora