En algún lugar de Londres

Cap. 18 No renuncies a mi.

Tom...

Después de haber pasado la más maravillosa noche con la mujer que amo iba caminando distraídamente, pensando en ella, en lo que me hacía sentir y como puso mi mundo de cabeza con su presencia, pero una voz femenina me sacó de mi nube.

- Tom, pero qué temprano es verte por aquí. – Me comentaba Sophie tomada de la mano de Benedict.

- Seguramente venía de pasarla bien. – Me sonrió mi buen amigo.

- Buen día a ambos, estaba caminando un rato, pensando en que hoy es una gran noche para Andy.

- Cierto que hoy es la obra, me encantaría quedarme, pero tengo que regresar a Londres por unas cosas de trabajo y Ben tiene que quedarse. - En eso un pensamiento pasó por mi mente.

- Sophie si estás esperando tu transporte no te molestes, yo te llevaré de vuelta a Londres, me gustaría ir por algo para Andy.

- Si la llevas tú me quedaría más tranquilo, no me puedo mover de aquí por juntas con los socios.

- Claro que si amigo, sabes que por ustedes lo que sea.

- Eres muy amable Tom. - Sophie se despidió de Benedict mientras yo me adelantaba a mi auto, le mandé un mensaje a Andy comentándole al respecto, quizá no la vería en todo el día, pero prefería que estuviera enterada, después de eso Sophie no tardó mucho en aparecer. Pasado un rato casi a punto de llegar a Londres Sophie empezó a platicar conmigo después de terminar unos pendientes por teléfono que la tuvieron ocupada.

- Dime Tom, ¿Has platicado con Andrea sobre sus planes a futuro?

- Aun no, pero el día de hoy lo haremos, estoy tan feliz de estar con ella que la quiero tan cerca de mi como sea posible.

- ¿Incluso con el trabajo que te espera? Porque tengo entendido que tienes que volver a hacer unas cuantas grabaciones a Estados Unidos.

- Si, pero incluso con todo lo que viene quiero estar con ella, involucrarla en todos ellos sin importar lo que venga.

- Sabes que hace tanto que no te veía tan decidido con alguien, eso me da gusto.

- Porque no creí encontrar a alguien que me hiciera querer estar así, pero ella llegó y me ha platicado de tantas cosas, de sus planes y sus sueños que ahora siento como si estuviera planeando todo conmigo.

- Espero que así sea porque se ven tan bien juntos. - Llegamos hasta su casa. - Tom ¿puedes acompañarme un momento? Quiero darte algo. - Asentí y la acompañé hasta su casa. Esperé unos minutos en el vestíbulo hasta que bajó por las escaleras con una caja enorme de color perla.

- Te conozco desde hace muchos años y realmente nunca te había visto con alguien de esa manera tan enamorado y encantado. Conociéndote vas a hacer una locura y espero que, si estoy en lo correcto, este sea un buen regalo para Andy. - Levanté ligeramente la caja y noté un vestido.

- Sophie... En serio Andy merece mucho pero no podría aceptarlo, es de tu colección privada.

- Tu sabes que los vestidos que uso solo por una ocasión terminan siendo regalos para las subastas de caridad, pienso que podría ser un bello regalo para Andy.

- No sé qué decirte.

- Un simple gracias. - Sonreí al ver a mi vieja amiga tan amable conmigo y sobre todo con la mujer que ahora ocupaba todos mis pensamientos.

- Este vestido quedaría muy bello con unas joyas.

- Tienes razón, haré que venga mi joyero personal.

- Sophie no, eso sería mucho.

- Tonterías, es solo un detalle y el hace las piezas más bellas que he visto en todo Londres.