Capítulo 17.

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Se despertó por la luz. Joder odiaba la luz cuando le daba en toda la cara en las mañanas, por eso su cama nunca daba de frente a la ventana y cerraba las persianas bien todas las noches. Enterró la cara en la almohada, solo que no era su almohada y lamentó haber golpeado su cara con tanta fuerza en aquella superficie en cuánto su nariz pulsó adolorida.

— Creo que acabas de romperme el esternón — se quejó una voz ronca y adormilada a pocos centímetros. Alzó la mirada lentamente con los ojos entrecerrados, en su mente un único pensamiento: "Jesucristo, líbrame de la humillación y no permitas que tenga una erección matutina".— Aunque ahora que la veo, tu nariz podría estar peor, está rojisima.

— Dime por Dios, que no me quedé dormido — suplicó sin levantarse aún.

— Puedo decírtelo, pero no creo que eso cambie nada — cedió con los ojos cerrados en un gesto de total frescura.

Se levantó de un brinco buscando entre las mantas, con las que no recordaba haberse cubierto para empezar, su celular. Tenía suficientes llamadas perdidas de Scott como para bloquear su buzón de entrada. Lo llamó y tuvo que explicarle a grandes rasgos a su amigo que se había quedado dormido estudiando con un supuesto compañero para tranquilizarlo. El susodicho lo miraba repatingado muy cómodamente en la cama mientras Scott le aseguraba que lo había cubierto con su padre. Mucho más tranquilo se dejó caer en la cama suspirando.

— ¿Eres siempre tan errático en las mañanas o solo cuando estoy cerca? — inquirió el lobo en la misma posición.

— Así soy siempre, pero según tenía entendido, tú eres de los que madrugan a auto flagelarse, ¿qué haces aún aquí? — cuestionó de vuelta, procesando a penas en ese momento que había dormido con Derek, en su casa, en su cama, sobre él... Semidesnudo.

¿Pero cuándo demonios se las había arreglado para quitarse la camiseta? Según lo que recordaba pasaron un par de horas quietos, en una misma posición, recordaba aferrarse a él tratando que se calmara y se había quedado dormido en algún punto. De ahí a despertar sobre el pecho desnudo de Derek había un abismo y no lo recordaba... Que cruz.

Se estiró con toda confianza suspirando, había descansado bastante bien a pesar de que aún se sentía algo cansado. La cama era amplia, tres plazas de pura comodidad aunque no las había disfrutado como se debe, la mayor gran parte de la noche había usado a Derek como colchón y calefacción, asunto que poco a poco se iba volviendo irrelevante según iba recordando lo ocurrido la noche previa.

— Bueno pues tenía peso extra encima y me encerraste con serval, no hay mucho que hacer en un círculo tan cerrado, así que decidí permanecer quieto y digamos que accidentalmente me quedé dormido hasta que trataste de apuñalar mi pulmón con mi esternón, para luego ser tratado como un sucio amante al que ocultas de tus amistades, ¿eso soy para ti?¿Un simple y deshonroso acurrucamiento de una noche?— rodó los ojos antes de erguirse sobre sus codos para poder fulminar al lobo con la mirada.

— Dos cosas, la primera: En mi defensa tu esternón casi me practica una craneotomia así que estamos a mano, y la segunda: Me ofenden tus acusaciones, ¿Por quién me tomas? Soy un jovencito de bien, jamás haría tal cosa — exclamó girando el rostro en un dramático gesto indignado antes de realizar un exagerado gesto de despecho con la mano que abrió el círculo de serval a la distancia —Además pudiste despertarme.

— Pude, pero te veías muy cómodo y por cómo murmurabas tenías un plácido sueño, el cuál me brindó una idea de sus deshonestas intensiones para conmigo — aseguró con un movimiento pícaro de cejas antes de retomar su postura de indignación. Pasó por su cabeza varias imágenes borrosas de sus sueños, no recordaba que soñó esa noche, pero por fuentes confiables sabía que no podía ser nada que deseara fuera de conocimiento público. 

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