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Ambos nos volteamos. Había un chico algo más alto que ambos con una mecha rubia en su cabello oscuro.
—Hola Hanma.—dijo saludando con la mano sin levantarse, ignorando el hecho de que había preguntado por mí. Rápidamente la mano de Kazutora se dirigió a la mía para apretarla fuerte ¿acaso era peligroso?
—Justo te buscaba, ten esto es para ti.—dijo lanzándole una ¿chaqueta? enrollada.
Kazutora la agarró con su mano libre. La observó por unos segundos y luego le sonrió.
—Gracias.—hizo sonar su aro.
—No es nada, no interrumpo más. ¡Adiós!—volvió a hacer sonar el motor de su motocicleta y se marchó.
—¿Quién era?—pregunté con curiosidad.
—Un amigo.—dijo levantándose para ponerse la chaqueta que le había pasado, de uno de los bolsillos del brazo colgaba una etiqueta decía "Valhalla". No le di importancia.
—Vuelve a abrazarme, ven aquí.—dije quejándome como niña pequeña. Él rió y se sentó nuevamente a mi lado. Volviendo a abrazarme.
—¿Mejor?—preguntó y respondí asintiendo.

No puedo explicar con palabras lo feliz que me estaba sintiendo, sentía los latidos del corazón de Kazutora por el hecho de estar pegada a su pecho, era maravilloso.
No quería despegarme de él, quería estar así el resto de la vida. No quería volver a perderlo.
Al parecer él también se sentía así, podía observar como miraba al frente con una gran sonrisa. Sin duda alguna que hizo despertar todos los sentimientos de amor que creí que había enterrado hace bastante tiempo. No te quiero, Kazutora yo te amo. Pero no era capaz de decirlo aún.

Volvimos a casa porque ya era bastante tarde, mi madre había llegado al parecer junto a su novio, ya que su auto estaba estacionado afuera.
—¿Es el auto de tu madre?
—De Patrick, su novio.—rodeé los ojos. No era alguien desagradable, pero definitivamente se había robado toda la atención de mamá y prácticamente para ella yo ya no existía.
—Ah. Ya veo.—dijo bajándose después de mi.
Entramos a la casa, se escuchaban risas desde la cocina.
—Hola má.—saludé entrando—Hola Patrick, él es Kazutora. Kazutora, Patrick.—los presenté, mamá ya lo conocía y para ella estos años él había estado de viaje por el trabajo de sus padres, claramente no podía decirle que estábamos acogiendo en casa a un culpable de asesinato que había estado en el correccional.
—¡Hola!—saludó con bastante ánimo, típico de él.
—Hola, señor. Hola señora.—saludó a mi madre.
—Tanto tiempo Kazutora.—lo abrazó suavemente—Es el antiguo novio de __.—le dijo a Patrick. Mis ojos se abrieron como platos. Kazutora solo rió y Patrick también.
—¡Mamá! No éramos novios.—dije rojisima de vergüenza.
—Bueno, bueno. ¿Quieren cenar con nosotros?—invitó ella después de su broma.
—Por favor.—dijo Kazutora tomando asiento al lado de Patrick, como si estuviese en su propia casa. Me reí al verlo y tomé asiento también.

No mentiré, la cena fue agradable, Patrick era un buen tipo, si solo no me robara a mi madre estaría excelente, pero bueno.
Kazutora y él hablaban de la película que habíamos visto hace unas horas, al parecer era la favorita de Patrick.
—No me gustó.
—¡No la vio! Estuvo toda la película tapándose los ojos.—confesó Kazutora riendo.
—¡Es mentira!—me defendí, aunque era cierto, el miedo me superó y estuve tapándome la vista más de la mitad de la película.
Así estuvimos la mayor parte de la cena.

—Permiso, yo mañana debo ir a la escuela, iré a dormir. ¿Kazutora?—dije para que me acompañara.
—Claro, vamos.—dijo levantándose—Muchas gracias por la comida, estaba deliciosa.—sé inclinó para agradecer.
—No es nada, mientras te quedes en esta casa, comerás delicioso siempre.—sonrió.
Mi madre era Chef de un restaurante en las afueras de la ciudad, por eso su comida es deliciosa. Y por esto también yo heredé los dones de la pastelería.

—Hoy si tendrás que dormir en el suelo.—dije sacando un saco de dormir del closet.
—No tengo problema.—sonrió quitándose la polera para ponerse su pijama.
—¿Por qué te desnudas en frente de mi?—dije lanzándole el saco de dormir para que se cubriera. Soltó una carcajada.
—__, íbamos juntos al baño de pequeños. ¿Ahora me tienes vergüenza?—creo que esa frase me provocó fiebre por el calor que sentía en mis mejillas. Me di vuelta para no verlo mientras se cambiaba.
—Ya estoy listo.—dijo segundos después.

Estábamos ambos recostados en mi cama. Mi cabeza descansaba sobre su pecho y mis brazos lo rodeaban. Una de sus manos acariciaba mi cabello delicadamente mientras su otra mano estaba detrás de su nuca. No me di cuenta cuando me quedé profundamente dormida.

Desperté con movimientos bruscos por parte de mi acompañante. Nuevamente con pesadillas al parecer.
—Kazutora.—dije moviendo su brazo para que despertara.
—Kazutora, estás soñando.
Se incorporó rápidamente agitado, una gota de sudor caía por su frente. Llevó su mano al pecho tratando de calmar su respiración.
—Tranquilo. Estás conmigo.—dije depositándole un suave beso en la mejilla.—iré a buscarte un té. —
Él asintió aún inmóvil, debió quedar aturdido por su pesadilla.

Regresé con la taza en mis manos y se la tendí. Seguía en la misma posición que lo había dejado, sentado con la espalda apoyada sobre el respaldo.
—Gracias,__.—dijo al terminarse todo el líquido.
—No es nada, tranquilo.—dije dejando la taza sobre mi escritorio para volver a acostarme a su lado. Al final el saco de dormir no fue utilizado.
Ambos nos acomodamos bajo las sábanas.
—Abrázame.—pidió inocentemente.
Lo abracé por la espalda y lo pegué a mi cuerpo, luego de unos segundos nuevamente nos dormimos.


🪄 holi, cómo están bestis🪄💌🧍‍♀️

Mi buen amor [Kazutora Hanemiya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora