0.5

1.9K 362 99
                                    

— ¿Qué hiciste QUE?

— Señorita Aiko, guarde silencio.

Pusiste el libro frente a ti y comenzaste a reír ante la imprudencia de tu amiga, ella solo refunfuñó entre dientes y se agachó un poco para que el profesor no pudiera verlas platicar.

— Regrese a mi casa casi al amanecer — susurraste y ella abrió su boca sorprendida — Mi madre ni se dio cuenta.

— ¿Y se besaron? — abriste los ojos con exageración y le pateaste su pierna — Creo que eso es un no.

— No seas idiota — frunciste el ceño y te removiste en el banco — Solo somos amigos...

Aiko se quedó callada al escuchar tu tono de voz, parecías sonar decepcionada de no ser algo más. Soltó un suspiro y se elevó para poner nuevamente atención en la clase.

No sabias si era lo correcto empezar a tener sentimientos por Baji en este momento, era injusta la vida. Todo para ti hubiera sido más fácil si se hubieran conocido algunos años atrás.

Giraste tu cabeza hacia la ventana observando lo bonito que estaba el día y cerraste tus ojos cuando sentiste como tu corazón empezó a latir más deprisa, la sensación era terrible ya que no sabias en que momento podía darte una insuficiencia o un infarto.

Solo esperabas a que llegara el día en que podrías descansar en paz, estando aquí o no.

Solo esperabas a que llegara el día en que podrías descansar en paz, estando aquí o no

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Tal vez puedes llevarla a comer.

— ¿A comer? — Baji negó su cabeza y movió el lápiz con desesperación — Eso no.

Baji y Chifuyu llevaban todo el receso pensando lugares ideales para que visitaras, el rubio decía los más típicos pero el contrario se negaba, ya que quería que todo fuera especial para ti.

— HAGAN UN PICNIC — grito Chifuyu haciendo que Baji se asustara y soltara en lápiz — No, demasiado cliché.

Baji bufo enojado y recogió el lápiz del suelo, pero sus lentes cayeron también haciéndolo enojar más.

— Maldita sea Chifuyu — este le aventó el lápiz al nombrado — Soy pésimo para esto de las citas.

— ¿Citas? — Chifuyu vio enternecido al pelinegro, soltó un suspiro y recargó su mentón en su palma para ponerle atención — Te gusta ¿cierto?

Baji guardó silencio al escuchar esas dos palabras. Gustar siempre había sido algo lejano para el, solía concentrarse en cosas de la pandilla o simplemente hacer escándalos por toda la ciudad, pero nunca pensó en ese término.

sad beautiful tragic | baji keisukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora