0.7

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— ¿Ya vas a decirme quiénes eran ellos?

— ¿Podrías dejarme comer?

Dejaste la mochila en la sala y te dirigiste hacia la cocina, podías escuchar los pasos de tu madre caminar detrás de ti. Al parecer se había molestado el hecho de que vinieras con ellos y la hora que era.

— ¿Ahora te vas a juntar con pandilleros Kiyomi?

— Mamá, para todo esto — giraste a verla con una expresión seria — Dijiste que no me juzgarías.

— ¡Pero claro que voy a hacerlo! — el tono de tu madre comenzó a ser más histérico — ¿Así quieres desperdiciar lo que te queda de vida?

Decidiste callar e ignorarla, alzaste tus pies para alcanzar los sartenes para poder hacerte de comer. Baji y tú habían compartido de su comida pero aún quedaba un poco de hambre en tu estómago.

— Kiyomi — te asustaste cuando tu madre tomó tu brazo — Te estoy hablando.

— Suéltame — te zafaste de su agarre con confusión. A pesar que tú y tu madre tuvieran muchos disgustos nunca había sido capaz de ponerte una mano encima — No me toques...

Dejaste el sartén en la encimera y decidiste alejarte de ahí, tu madre no te dejaría en paz hasta que abrieras la boca o dijeras algo lógico. Pero ya estabas harta en la forma en que te trataba.

— ¡KIYOMI!

— ¡DÉJAME EN PAZ! — gritaste con fuerza asustando a tu madre — ¿CREES QUE TRATÁNDOME ASÍ VAS A HACER QUE DEJE DE JUNTARME CON MIS AMIGOS?

— ¡NO ME LEVANTES LA VOZ! — elevó uno de sus dedos y se acercó furiosa a ti — ¡DEBERÍAS ESTAR AGRADECIDA PORQUE YO TE HE PAGADO TODO, SIGUES VIVA GRACIAS A MI!

— ¿Agradecida? — reíste con sarcasmo y te cruzaste de brazos — Por favor, mamá.

Realmente estabas fastidiada de la forma en que ella te trataba, fue como si se hubiese convertido en otra persona desde que tu padre las abandonó. Contigo se desahogaba de la peor forma, y lo peor de todo aquello es que ella olvidaba en la condición en que te encontrabas.

Era tan injusto.

— No quiero que lo veas nunca. NUNCA KIYOMI.

— Tu no me dices que hacer — tu madre iba a alejarse de ahí, pero al escucharte hablar de tal forma detuvo su paso — Tengo el derecho de hablar con quien sea.

— Pues no vas a hablar con él, no irás a la escuela, no más cita con los doctores, nada... ¡NADA KIYOMI!

Tus ojos empezaron a llenarse de lágrimas para ese momento. Sentías que tu madre acababa lentamente con tu vida y no la enfermedad que cargabas, solo querías tener un poco más de esperanza y de felicidad ante toda la situación.

Tu madre no te dejaba ser feliz.

— ¿POR QUÉ NO ME DEJAS SER FELIZ? ¿POR QUÉ TIENES QUE DESQUITARTE DE ESA FORMA CONMIGO?, PORQUE SIMPLEME... simpl... mamá...

Tocaste tu pecho cuando sentiste como tu corazón empezó a bombear más rápido, abriste la boca intentando respirar pero no podías, sentías como te asfixiabas lentamente.

sad beautiful tragic | baji keisukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora