Capítulo 1

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Después de un rato largo de estar completamente quieta, abrazando sus rodillas mientras dejaba que las lágrimas que brotaban desde el corazón inundaran su cara, comenzó a pensar en todas esas cosas que hicieron que llegara a este momento, aún no quería parase a analizar el cómo, cuándo o quién, pero si quería pensar en aquellas pequeñas decisiones que impactaron su vida de una manera increíble sin que ella fuera consciente.

Sin que ella lo pudiera remediar, su mente la traicionó y la regresó a un momento tan triste cómo en el que se encontraba ahora mismo, pero ese momento eran tan lejano en el tiempo que solo llegó a sus pensamientos como un suave murmullo, más ligero incluso que la brisa que acariciaba sus cabellos.

La lluvia caía pesadamente sobre ellos, ella se encontraba en el suelo después de haber soltado las tripas sobre sus sentimientos y angustia sin darse cuenta de lo que cada una de sus palabras generaba en el corazón de la persona que la escuchaba.

De pronto, las manos de Seiya se colocaron sobre sus hombros y la empujó suavemente hacia atrás para forzar que sus miradas se encontrasen, sin remedio se perdió en esa mirada zafiro que parecía suplicar por algo que ella no comprendía.

- ¿No puedo reemplazarlo? – preguntó Seiya angustiado, y mi corazón se detuvo, mientras mi mirada buscaba la broma en sus palabras o en su cara. – Déjame reemplazarlo, Bombón.

No podía creerlo, no podía asimilarlo y no pude responder pues mis amigas llegaron, interrumpiendo el momento y evitando que yo pudiera analizar sus palabras o mis sentimientos.

Me fui con mis amigas sin mirar atrás, sin saber nunca que había roto ligeramente un corazón que suspiraba por mí.

Me sentía un poco tonta al recordar cómo me había comportado con Seiya en aquel entonces, él había puesto su corazón en mis manos con esa pregunta y yo no lo vi. Aún no sabía cómo no pude notarlo, ¿realmente estaba tan enamorada de Mamoru que no pude ver lo que implicaban sus palabras?

Me gustaría tener una respuesta a esa pregunta, pero para ser sincera no tenía una respuesta al menos no una sincera, por qué siempre pensé que Mamoru era mi pasado, presente y futuro, así que creo que nunca me planteé siquiera la posibilidad de que esto no fuera a ser así y ahora me lamentaba por no haberlo hecho, quizás si me hubiera planteado alguna otra posibilidad esto no hubiera acabado así, pero los hubiera no existen.

La brisa removió mi cabello, y trajo con ella un ligero olor dulce, que me arrastró a un nuevo recuerdo, un recuerdo menos triste, pero aún así doloroso ahora mismo, cómo todos los demás.

Caminar con Chibi Chibi a mi lado era dulce, a pesar de la lluvia que aún caía sobre Tokio y que parecía que no iba a desaparecer por el momento, o eso pensé, pero sin darme cuenta ese clima estaba remitiendo, aún así antes de que pudiera notarlo por mí misma una corriente de aire generada por un camión hizo volar mi paraguas y mi mirada se encontró con las miradas duras de Haruka y Michiru.

Esto era lo último que necesitaba hoy, aún tenía mis emociones y sentimientos a flor de piel después de la pregunta de Seiya ayer, así que cuando me obligaron a reconocer que me preocupaba por él, me sentí aliviada y al mismo tiempo horrorizada, por qué sabía que ellas me juzgarían, pero para mi sorpresa solo me obligaron a ir a despedirme en persona, lo que hizo que mi corazón se estrujase y mi cuerpo temblase.

Enfrentar a mis guardianas y luego a sus hermanos fue demasiado para mis nervios en ese momento y mi voz se rompió, pero él me ayudó nuevamente al pedir hablar conmigo a solas, todos aceptaron a pesar de hacerlo a regañadientes y en cuanto nos quedamos a solas, me pidió disculpas, mientras yo observaba sin palabras cómo nuevamente él me rescataba de mi propia tontería.

Reparar un corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora