Capítulo 12

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Su pregunta resonó en mi mente y en mi corazón por unos segundos, mientras que mis ojos se volvían brillantes por las lágrimas que trataba de retener en mis ojos.

- Sí, fue una mentira. – afirmé con un temblor palpable en mi voz. – No estoy en ninguna relación, Bombón, no podría. Pero fue el único pensamiento que tuve en ese momento, necesitaba aislarme de ti, me estaba haciendo ilusiones que pensaba que jamás serían posibles después de descubrir eso.

Apartó su cara de mi mano, y llevó sus piernas al sofá para esconder su cara entre sus rodillas, así que me apoyé sobre el sofá para mantener mi posición, pero no dije nada, necesitaba que ella dijera algo, no sabía que estaba pensando.

- Si te hubiera dicho que había roto con Mamoru. – susurró con la voz tomada por las lágrimas. – Nada de esto hubiera pasado, lo siento mucho. Todo es mi culpa.

No podía soportar verla triste o escucharla llorar, así que me levanté y me senté a su lado en el sofá, coloqué mis manos tentativamente entre sus rodillas y su cara, y la forcé a sacar su rostro de su escondite, me quedé congelado al ver sus ojos llenos de culpa, y acaricié suavemente su barbilla.

- Bombón, no te culpes. – susurré con suavidad y sentimiento. – También hice mal al mentirte, pero en ese momento pensé que era lo mejor.

- Solo quería hacerlo yo misma. – murmuró ella haciendo que mis ojos se abrieran con sorpresa. – Quería decírtelo en persona, por qué quería ver tu reacción y cuando escribiste esa última carta... mi mundo se derrumbó por completo.

Más lágrimas comenzaron a fluir cuando ella dijo eso último, y a pesar de que aún no salía del asombro que me habían ocasionado sus anteriores palabras, me levanté, y tiré de ella para levantarla y abrazarla con fuerza. Podría haberla abrazado en el sofá, colocarla en mi regazo, pero en este momento quería sentir su cuerpo entre mis brazos de esta manera y ella pareció estar bien con eso, porque escondió su carita en mi pecho y siguió temblando mientras lloraba, intentaba calmarla, pero parecía que no lo conseguiría por ahora, así que simplemente la apreté más fuerte contra mí y comencé a mecernos, al mismo tiempo que movía mis manos por su espalda con suavidad.

Quería unir cada pieza rota que hubiera en ella, pero no sabía cómo, así que simplemente la mantuve entre mis brazos, esperando a que con mi cercanía se calmase, dado que en otras ocasiones había servido.

El calor de Seiya, así como su cercanía y su aroma, caló finalmente en la mente desconsolada de Usagi y está comenzó a relajarse, mientras dejaba de llorar poco a poco.

Aunque aún necesitaba tiempo para poner todas las cosas en orden, después de esa confesión de Seiya, sentía que el sol volvía a salir tras la lluvia y que la oscuridad dónde se sentía vivir llegaba a su fin, iluminada por la estrella más bella de la galaxia. Después de todo, estaba justo dónde más había deseado estar durante mucho tiempo, entre los brazos de Seiya, y no quería volver a irse de este lugar, este era su hogar. Se sentía tan segura y feliz ahí, que por un momento olvidó la conversación que estaban teniendo hasta hace un momento, pero Seiya irrumpió su momento de calma al preguntar algo más.

- Bombón. – comentó mientras la acariciaba suavemente, haciéndola estremecer. - ¿Por qué rompiste con Mamoru? ¿Qué paso?

Me alejé de la seguridad de su abrazo, mientras dejaba que los recuerdos inundaran mi mente. Necesitaba la distancia, no por qué estuviera incomoda, sino por qué estando entre los brazos de Seiya en lo último que pensaba era en Mamoru y todo lo que pasó entre nosotros, así que indiqué a Seiya que se sentara en el sofá, y yo me quedé de pie, pues ahora me tocaba a mí abrir mi corazón con la verdad que había ocultado de su amor.

Reparar un corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora