Quizás si hubiera tomado mi teléfono y lo hubiera encendido, aunque fuera un momento durante todo el viernes, hubiera descubierto alguna cosa, pero ese pensamiento ni siquiera pasó por mi cabeza, así que jamás me enteré de que realmente los tres chicos con los que habíamos compartido tanto estaban de regreso.
Tampoco me enteré de que finalmente Minako y Yaten hablaron, quizás no aclararon todo, pero al menos habían dado un paso al frente para reparar la relación que nunca había llegado a comenzar y dos corazones heridos sin que ninguno de sus dueños lo supieran.
También hubiera averiguado que no estaban solo de visita por la boda, y que Seiya no era el voluntario más feliz de estar aquí, pero que acompañaría a sus hermanos hasta el fin del mundo y que por eso estaba aquí.
Hubiera descubierto que la más tímida de mis amigas también guardaba un secreto en su corazón y que la presencia de Taiki había revolucionado su mundo.
Pero claro eso hubiera hecho más sencillo todo, o no, por qué dado que ninguna de las chicas sabía realmente mi problema con ellos o mejor dicho con Seiya, ninguna se había molestado en preguntar por una pareja, pero claro, ninguna de ellas lo consideró necesario, cuando precisamente Seiya fue el primero en notar mi ausencia en la reunión de reencuentro, pero ninguna de las chicas le pudo decir nada, no sabían dónde estaba y llevaba un día sin responder a sus llamadas mensajes o intentos de localizarme. De hecho, ninguna de las chicas dijo nada sobre mí, por qué todas llegaron al común acuerdo, antes de la reunión, de que si decían una mínima parte deberían de dar explicaciones para las que realmente no tenían respuesta, así que hicieron un voto de silencio que no se rompió incluso cuando habían estado frente a los muchachos, pero de nuevo esto es algo que yo no sabría hasta tiempo después.
En algún momento del día, alguien tocó a mi puerta, pero no respondí. De hecho, ni siquiera me moví de mi rincón en el balcón y seguí con la mirada perdida en el parque. No me importaba quién fuera, no quería hablar o ver a nadie, hasta que la dichosa boda llegara y luego solo quería que pasara lo más rápido posible.
Me aislé por completo, mientras trataba de encontrar algún punto intermedio en el que no me quebrase al ver a Seiya junto a su pareja. Me alegraba que Luna pasara mucho tiempo con Artemis, o en casa de mis padres, sinceramente, las pocas veces que había estado aquí más de un día desde que sucedió la dichosa carta de Seiya, me había sentido acorralada en mi propio apartamento al no poder llorar si me venía en gana, adoraba a mi gatita, de verdad, pero era feliz de ver que estaba haciendo su vida con Artemis, aunque me pregunté cuando nacería Diana, pues para este momento, pensé que ya habría nacido, pero de nuevo la realidad me había golpeado cruelmente en la cara.
El viernes paso calmado, al menos para mí, que estaba en mi burbuja. Logré acostarme temprano y milagrosamente dormir bien, a pesar de la ansiedad cuando estaba despierta por lo que venía al día siguiente.
Cuando me desperté por la mañana, me di cuenta de que era demasiado temprano, así que comencé un ritual de belleza que tenía por objetivo relajarme y distraerme, así como centrar mi cabeza en la felicidad de mi amiga y no en la presencia de Seiya.
Después de un relajante baño, una sesión de exfoliante sobre mi piel y un masaje relajante en mis brazos y piernas, comencé a vestirme con mi ropa interior, que realmente era un poco patea culos, por qué sinceramente, Minako había escogido un conjunto de lencería que dejaba muy poco a la imaginación, y me hizo sonrojar un poco, pero había prometido que lo usaría hace demasiado tiempo y no rompería mi promesa. Así que me puse una bata ligera encima y comencé a peinarme, no quería algo demasiado complicado, sino debería haber ido a la peluquería, así que simplemente cree ondas con la plancha en mi cabello, y luego trencé parte de ello, para finalmente unirlo todo en una coleta de media altura que caía por mi espalda en unas bellas ondas doradas, deje un par de mechones rizados sueltos, para enmarcar mi cara y contenta con el resultado, me comencé a maquillar con una destreza adquirida a lo largo de los años.
ESTÁS LEYENDO
Reparar un corazón.
Fanfiction⚠ Fic inspirado en otro del mismo título de la autora SmoonLunka. ¡Es la misma historia, pero a mi manera! ⚠ [ Post - Star] Diez años cambian muchas cosas, pero yo jamás pensé que cambiarían tantas y ahora debía enfrentarme al resultado de todas las...