Capítulo 13

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La noche no solo le dio una sorpresa a Usagi, pues poco después de que Seiya abandonara la fiesta a toda velocidad, Minako arrastró a Yaten con ella. Sin siquiera dejarle despedirse de nadie o hablar con alguien más, ella ya tenía suficiente de otras mujeres coqueteando con el chico que amaba y necesitaba asegurarse de que estaban en la misma página, aunque hubo varios acercamientos claros entre ambos, aun así, no sabía exactamente dónde se encontraba con él.

Lo bueno de que Minako fuera muy famosa es que tenía chófer personal y que se ahorrarían la caminata hasta el Pent-House dónde vivía la rubia actualmente y que estaba un poco alejado de todo lo que solían frecuentar.

A solas en el vehículo, se sintió algo más nerviosa de lo que había estado hasta el momento, pues aún recordaba la maldita proposición que Yaten había susurrado en su oído cuando Seiya había presionado para saber dónde estaba Usagi.

"Déjales reunirse, y yo haré de ésta, una noche imposible de olvidar para ti"

Tuvo que apretar disimuladamente las piernas, no era una niña, ni una santa y sinceramente, más de un pensamiento pervertido pasó por su cabeza cuando él susurró eso, y cómo si él supiera en que estaba pensando, la mano de Yaten se posó sobre su pierna y comenzó a subir con suavidad por debajo del vestido haciéndola temblar por el contacto.

Cuando levantó la mirada, su mirada chocó con la verde de Yaten, que simplemente se inclinó y soltó los cinturones de ambos, al tiempo que subía la división existente entre el conductor y la parte de atrás.

Me relamí los labios, al ver que la división se cerraba, y me levanté sobre el asiento, al tiempo que dejaba que las manos de Yaten cayeran sobre mis caderas para luego sentarme sobre él.

— Mina... —susurró Yaten contra sus labios—. Llevas provocándome todo el día, ¿Qué diablos quieres de mí?

—A ti —respondí con sinceridad y vi cómo sus ojos se abrían—. No somos niños más Yaten, te quiero a ti, por completo.

—¿A qué te refieres? —preguntó, mientras que sus manos se colaban bajo mi vestido y acunaban mis nalgas, antes de atraerme hacía él—: ¿Quieres sexo conmigo?

—Humf, eso será delicioso —Murmuré mientras bajaba mi cabeza y besaba suavemente la línea de su mandíbula—. Pero no solo quiero sexo, quiero que me abras tu corazón, así como eres ahora y cuando eres una guerrera, quiero no solo ser tu compañera de batalla, quiero ser tu compañera de vida. No más juegos, Yaten.

—¡Minako!  —exclamó Yaten y se separó un poco, pero sin bajarla de él—: ¿Quieres ser mi pareja?

— Obvio, bobo. —susurré mientras me volví a acercar a él—. Nunca pensé que tú estuvieras interesado en mí, por eso le pedí a Usagi que ocultara mi fracaso matrimonial de ti, sinceramente, me sentía demasiado pequeña en ese momento. Quería a mi marido, pero nunca lo amé o estuve enamorada de él, cuando era más joven me encandilaba demasiado fácil, y sé que tú pensaste que era demasiado intensa, pero vivía así por qué siempre he crecido con el hecho de que siendo más niña me maldijeron a que mi amor siempre quedaría sin respuesta por la eternidad, así que pensé si nadie me ama qué más da, ¿no? Pero tú cambiaste eso cuando te conocí, eras tan distante que llamaste mi atención, al principio solo quería conocer a los ídolos, pero cuanto más te conocía, más quería saber de ti y cuando descubrí que eras una guerrera... bueno eso puso mi mundo de cabeza, por qué supongo que debería sentirme menos atraída por ti, pero al contrario solo sentía que quería conocer más de ti. Lamentablemente, no tuve la oportunidad, todo paso demasiado rápido, así que crecí con los ocasionales mensajes que nos enviamos y poco a poco, supongo que me olvidé de lo que sentía por ti, cuando conocí a mi exmarido, me sentí atraída por él, pero realmente empezamos a salir juntos por petición de nuestros managers y bueno, fue una buena relación, pero ninguno se amaba lo suficiente y finalmente, acabó como acabó.

Reparar un corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora