Capítulo 5

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Después de casi su ataque de pánico, pudo esquivar a Rei y sus ojos curiosos, no quería entrar en una discusión, sinceramente, estaba casi segura de que todas la apoyarían con una posible relación con Seiya, pero dado que no había esa posibilidad le parecía absurdo solo mencionarlo o hacerse pasar por ese pesar, así que volvió a su habitual comportamiento, y con el paso de los días y las semanas, parece que Rei y Makoto desistieron de intentar averiguar que pasaba, aunque claro ella no sabía lo que las demás hablaban cuando no estaba ella, pues las chicas realmente se preocupaban por ella y estaban francamente confundidas con todo lo que pasaba.

Rei nunca recibió confirmación de asistencia, así que con el tiempo me relajé y pensé que no tendría que enfrentar a Seiya y a su novia justo frente a mí, pero nunca conté con que pasaría algo más que pondría de vuelta mi mundo de nuevo.

Semanas después, y apenas unos días antes de la boda de Rei, me desperté en medio de la noche completamente aterrada y sin saber que me había despertado. No era la mejor noche, pues hacía un clima ventoso, que hacía que los árboles hicieran sonidos parecidos a aullidos en la noche, pero eso no era suficiente para justificar mi estado.

Me tuve que sentar en la cama, con serias dificultades para respirar, mientras trataba de calmar mi corazón, fuera lo que fuera que me había despertado había sido fuerte y no sabía cómo tomarme eso. Cuando logré calmarme un poco, me llevé las manos a la cara y noté que estaba fría, al mismo tiempo que completamente sudada, así que miré el reloj tratando de asimilar que algo me había causado una conmoción mientras dormía y no recordaba que era. Efectivamente, el reloj marcaba las 3 a.m de la mañana, pero no había ninguna cosa más que indicara que algo estaba fuera de lugar, salvo ella misma y sus reacciones.

- Probablemente, solo fue una pesadilla. – susurré a la noche, pero algo en ese pensamiento parecía erróneo, aunque no sabía que era.

Perdida en sus pensamientos, mientras trataba de averiguar por qué se sentía tan agitada y por qué le parecía erróneo pensar que fuera una pesadilla, su mirada encontró el movimiento del aire en el exterior casi hipnotizante, y un irrefrenable deseo por sentirlo, la hizo levantarse de la cama, salir de su habitación y caminar hacía el balcón. Pero antes de salir recordó que estaba toda sudada por lo que fuera que la despertase, así que deshizo sus pasos recogió una bata algo abrigada para evitar resfriarse, Rei no la perdonaría si aparecía en su boda enferma.

Ya más abrigada regresó al balcón, en cuanto abrió la compuerta de cristal que daba acceso a él, sintió el golpe del viento contra ella y fue como un llamado de atención sobre que algo estaba sucediendo sin que ella lo notase, pero sin embargo eso no la hizo desistir de su empeño y entró al balcón a pesar del clima inhóspito para estar ahí.

Finalmente, llegó a la barandilla de acero y se apoyó sobre ella dejando que el fuerte aire moviera su pelo sin control alguno. Cerró los ojos disfrutando de la sensación que le ocasionaba el aire, cualquier otra persona estaría molesta o incómoda, pero ella se sentía libre y sentía cómo si el aire se llevara lo que fuera que la había despertado causándole tal sobresalto a estas horas de la madrugada.

Después de un rato más o menos largo, disfrutando de la sensación, sintió que ya se había calmado lo suficiente y abrió los ojos poco a poco, mientras observaba como una estrella fugaz cruzaba el firmamento frente a ella.

- Ojalá pudiera hacer realidad mi deseo. – suplico a la noche, pero al mismo tiempo negó con la cabeza. – Pero es imposible, tarde demasiado en darme cuenta.

Aún así permaneció un poco más en el balcón observando como finalmente desaparecía la estela que había dejado la estrella fugaz en el cielo, pero no fue la desaparición de esa estela lo que la hizo retroceder para entrar a casa, sino las pequeñas gotas de lluvia que comenzaron a caer sobre su cara.

Reparar un corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora