Sentir mis labios contra los de él, generó mil emociones en mi cuerpo. Al principio, dudé, por qué sentí cómo él se quedaba congelado, y cuando estuve a punto de apartarme, fue cuando Seiya tomó la iniciativa.
Los labios de Seiya se presionaron con más intensidad contra los míos, su cuerpo se acercó más al mío haciendo que la temperatura aumentase en mi cuerpo y que temblara, pero por una sensación muy agradable.
Antes de darme cuenta estaba en su regazo, no sabía cómo solo sabía qué lo estaba. Sus dientes mordieron suavemente mi labio inferior, y su lengua se coló en mi boca en cuanto la abrí debido al suave mordisco, provocando que me perdiera suavemente en el momento. Atrás quedó el dolor, la confusión y la soledad, ahora solo sentía sus labios sobre mí.
Sus manos se apretaron en mis caderas, nuestros cuerpos se acercaron más, y suavemente sus manos bajaron a mis piernas, mientras que mis propias manos se apretaban en su cuello mientras que el beso se intensificaba, ninguno de los parecía tener suficiente.
Cuando sentí sus manos sobre mis piernas temblé, pero no lo detuve, solo disfruté del momento. Poco a poco se colocaron bajo mi vestido, y poco me importó que estuviéramos en un lugar dónde nos podían encontrar con facilidad, para mi solo existía Seiya, sus labios y sus manos, pero cuando finalmente sus manos acunaron mis nalgas y me acercó a él, permitiéndome sentir su erección, un gemido fuerte se escapó de mis labios y eso me congeló.
Cuando gemí, él se separó de mi apenas unos milímetros y la razón volvió a mí mientras veía su mirada y sentía su cuerpo debajo del mío.
Me sentí mal, tonta y sobre todo muy nerviosa, así que con dificultad por la posición que tenía sobre él, me levanté lo más rápido que pude, me bajé el vestido y le entregué su chaqueta.
- Lo siento... - murmuré completamente roja y avergonzada. - No debí, no puedo.
No dije nada más y antes de que Seiya pudiera reaccionar, por qué estaba completamente sorprendido y en shock por lo que acababa de pasar, salí corriendo como si una jauría de perros infernales me siguiera.
Apenas veía por dónde corría, las lágrimas impedían que viera el camino, pero logré ingresar en el salón de baile y cruzar a través de todas las parejas, mientras ignoraba todas las miradas preocupadas, que sabía que algunas pertenecían a sus amigas y amigos, estaba dando un espectáculo, pero ahora mismo no me importaba nada, lo más importante era irme.
Encontré la mesa dónde antes había estado con rapidez y tomé el bolso, así como mis pertenencias lo más rápido posible, quería evitar que alguien detuviera mi salida, pero no tuve tanta suerte.
Antes de poder alcanzar la salida, una mano me sujetó de la muñeca y eso solo hizo aumentar las lágrimas que caían por mi rostro.
- ¡Usagi! – exclamó Haruka, que había observado a su amiga desde que había entrado en el salón en un borrón de lágrimas y angustia. - ¿Qué sucedió?
- Nada, Haruka – murmuré mientras trataba de librarme de su mano. - ¡Déjame ir!
- ¿Qué diablos te hizo? – preguntó Haruka, pues ella había visto a Usagi salir al jardín, así como también vio como Seiya había salido tiempo después y automáticamente supuso que Seiya había hecho algo.
- ¡Para! – exclamé enfadada. Y algo en su voz hizo que finalmente Haruka la soltase conmocionada.
Usagi se volvió a su amiga, las lágrimas aún caían de sus ojos y sinceramente, su mirada era tan confusa que eso conmocionó a Haruka que no sabía que decir.
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Reparar un corazón.
Fanfiction⚠ Fic inspirado en otro del mismo título de la autora SmoonLunka. ¡Es la misma historia, pero a mi manera! ⚠ [ Post - Star] Diez años cambian muchas cosas, pero yo jamás pensé que cambiarían tantas y ahora debía enfrentarme al resultado de todas las...