Reparar un corazón.

Capítulo 14

La fiesta de celebración por el matrimonio de Rei, estaba en pleno apogeo y más de una persona estaba muy feliz de que tuviera lugar en el templo Hikawa, dado que este lugar tenía muchos recuerdos buenos para todos.

De hecho, el hermoso jardín y patio trasero del templo estaba perfectamente decorado, haciendo que el lugar brillase con energía propia. Y el ambiente acompañaba, al precioso día que brillaba sobre Tokio, haciendo que todo el mundo se divirtiera bailando, riendo y celebrando.

Minako notó cómo su novio se acercaba a los padres de Usagi, y cómo Kenji y él se iban, pero no tuvo tiempo para preguntarle nada, así que decidió acercarse a Taiki, pero éste no sabía nada, solo que Seiya vendría junto con Usagi en un par de horas, así que tuvo que quedarse con la curiosidad, pero poco después esa curiosidad quedó en el olvido mientras volvía a perderse en el hermoso ambiente festivo.

Kenji por su parte, había accedido a acompañar a Yaten, pues tenía curiosidad por los muchachos y su retorno, así como saber si volverían a la música, era reportero, al fin y al cabo, así que la promesa de tener una exclusiva sobre su retorno le hizo no cuestionarse nada sobre la petición del chico.

Caminaron en tranquilidad, aunque hablando sobre el ambiente actual en el tema de celebridades y su posible retorno, a lo que Yaten dijo que aún no tenía claro si lo harían, pero que le aseguraba que sería el primero en saberlo.

Por otro lado, Seiya llegó a su apartamento con la respiración algo agitada, corrió hacía su habitación tomo un jean y una camisa blanca entallada, así como ropa interior, y completo el conjunto con una americana, pero optó por unas deportivas en lugar de un calzado más formal, la reunión de hoy era más informal y quería estar más relajado.

Cuando iba llegando al lugar acordado con Yaten, vio a su hermano y a quién supuso sería el padre de Usagi, así que se acercó con una sonrisa.

- ¡Hola! – saludé con cortesía y educación. – Me alegro de que haya podido acompañar a mi hermano, señor Tsukino.

- Es un placer, Seiya, ¿no? – cuestionó el señor Tsukino. – Aunque estoy bastante curioso, pero ha sido bastante interesante hablar con su hermano, además de que la promesa de recibir la exclusiva sobre su regreso a los escenarios es interesante.

- Gracias, Yaten – murmuré con agradecimiento bajo la atenta mirada de Kenji. – Ten, es la letra de la canción que te dije, ¡asegúrate de que Taiki se la aprenda!

- Eso está hecho – comentó Yaten con diversión. – No tardes demasiado, seguro que las chicas preguntaran porque me ausente.

Kenji observó las interacciones entre ambos jóvenes, y realmente disfruto de ver la complicidad que había entre ambos hermanos. No estaba muy seguro de por qué habían querido que viniera, pero algo le decía que lo sabría pronto, aunque de por sí el hecho de que se hubieran molestado en querer hablar con él en privado, le daba alguna idea y por primera vez en muchos años se sintió complacido, así que esperaba no equivocarse con sus suposiciones.

- ¿Me acompaña a tomar un café, señor Tsukino? – pregunté con educación en cuanto Yaten se alejó, estaba nervioso, pero quería hacer las cosas bien, no solo por mí. – Me gustaría hablar con usted en privado, por eso le pedí a mi hermano que lo acompañara hasta aquí.

- Claro – respondió Kenji con educación. – Algo me dice que no estoy aquí solo por mi profesión como reportero.

Seiya sonrió, y acompañó al señor Tsukino hasta la mesa más privada que tenía la cafetería, hablando cordialmente de deportes, música y algún tema parecido, necesitaba calmarse, así como conseguir que el padre de Usagi estuviera predispuesto a confiar en él. Después de que les sirvieron los cafés, tomó la taza de café entre sus manos para tratar de relajarse y comenzó a hablar.