Capítulo 18

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Comunicación. Es lo primero que realmente aprendemos en la vida. Lo curioso es que, una vez que crecemos, aprendemos nuestras palabras y realmente comenzamos a hablar, más difícil se vuelve saber qué decir. O cómo pedir lo que realmente necesitamos. Al final del día, hay algunas cosas de las que no puedes evitar hablar. Algunas cosas que simplemente no queremos escuchar, y algunas cosas que decimos porque ya no podemos estar en silencio. Algunas cosas son más de lo que dices, son lo que haces. Algunas cosas que dices porque no hay otra opción. Algunas cosas que te guardas para ti mismo. Y no con demasiada frecuencia, pero de vez en cuando, algunas cosas simplemente hablan por sí mismas.

— Bonita vista— susurró la rubia mientras veía a Lena hacerles café — Sentí la cama vacía, ¿no quieres acompañarme?— la titular desvió la mirada y se topa con Kara en ropa interior.

Su boca se secó y recorrió sus ojos por todo su cuerpo. La interna era atlética a pesar de la cantidad de comida que consumía. No era justo.

— Doctora Danvers— bromea la mayor mientras sale de la cocina y camina hacia la rubia — ¿Está tratando de seducirme?—

— Por favor— dice Kara con una sonrisa arrogante y victoriosa. Se acerca lentamente a su encuentro y coloca sus manos en las caderas de la titular, esta traga saliva pero mantiene su postura de indiferencia — Considérate seducida—

Lena miró sus labios un segundo mientras trata de seguir el juego — No es correcto, soy su titular. ¿Recuerda? No sería ético—

— Si— inclinó su cabeza y empezó a dejar ligeros besos en su cuello — Sin embargo, usted responde a mis insinuaciones y a mis besos—

— Son reflejos— trató de no darle importancia, pero fracasó al sentir el aliento de Kara rozar sus labios.

— ¿Segura, doctora Luthor? Porque puedo besarla ahora mismo— rozó sus labios — Usted decide—

— Yo... — entonces, mandó el juego al diablo y se inclinó para iniciar el beso, pero Kara movió la cara en un intento por frustrar sus planes.

— Espero su respuesta, doctora Luthor— insistió con esa sonrisa que Lena se moría por borrar.

— Cállate y bésame— ordenó impaciente y Kara sonrió antes de juntar sus labios. La cirujana la sujetó de los hombros y dejó que la rubia la apoyara contra el mueble, aprovechó aquello para recorrer su piel con las manos y acariciar a la interna — Vamos a la cama—

Kara suspiró y negó nerviosa — No podemos, tengo que ir al Hospital—

— ¿Enserio?—

Lena recibió una mirada de culpa de su parte — Perdón. Prometo recompensarte—

— Bueno, ¿qué es eso importante que tienes que hacer?—

— Digamos que me fui antes de que terminara mi turno— se rascó la nuca nerviosa — Y ayer, salí corriendo a pesar de los gritos de la doctora Grant— susurró bajo — Tengo que ir a ver que no me despidan y bueno, saber cuál será mi castigo—

Lena asintió apenada. Ahora todo tenía sentido — Oh, Kara lo lamento tanto... — la titular sabía que de cierta forma era su culpa — no quise causarte problemas—

— Lo sé, lo sé. No te preocupes— la tranquilizó y sonrió — ¿Tienes ropa que me prestes?—

— Claro— se separó un poco. La menor vió sus hombros bajos cuando Lena caminó hacia su armario. Kara se golpeó mentalmente por haber roto el momento.

Ya había faltado parte de su guardia, de igual manera Cat la iba a sancionar y retar. Un par de horas más no iban a cambiar nada, así que no lo pensó más y se acercó a Lena con la intención de reanudar lo que estaban haciendo. Agarró su cintura y dejó un beso dulce en su cuello — ¿Kara?—

I was made for you (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora