Capitulo dos: Nada es común
Sentía frío. Y aún más con la brisa al andar en la motoneta, Jennie se sentía frustrada, tenía a la gata, casi pudo atraparla, pero se distrajo y la dejó ir.
Y eso la enojaba más, ella en su carrera en seguridad jamás se había distraído.
Regresó al museo, el chico que hace media hora atrás había robado seguía allí, al ver a Jennie su cara fue de alivio.
Ella se bajó.
—Aquí está tu moto, gracias por colaborar.
—¡Tiene un golpe en el frente! ¡Y también la rayaste!
—no seas llorón y vete de una buena vez. —le dijo y lo dejó atrás, el chico siguió quejándose pero Jennie lo ignoró.
Estaba por entrar al museo cuando lo vió salir, su jefe.
—señor, yo...
—se le paga para que proteja una pintura, ¿Y usted qué hace? Deja que la roben.
—fue la gata, estuve a punto de atraparla...
—pero no lo hizo. Agente Kim, siento una gran decepción hacia usted. Kim, déjeme infórmale que está despedida. —jennie ya se lo esperaba. Pero lo que no imaginó fue lo que dijo a continuación.— alguien tendrá que pagar por esto.
—¿A qué se refiere?
—a que usted quedará detenida por negligencia. Unos días encerrada para que piense en lo que hizo.
—no puede...
—sí puedo, llévensela. —dos hombres uniformados se acercaron, Jennie no mostró resistencia, dejó que la esposaran y la metieran en la patrulla, de cierta forma sentía que lo merecía, pero mientras iba de camino a la comisaría, solo pensaba que todo es por culpa de ella.
La gata.
***
Lisa dejó la foto de nuevo en la mesa, era una toma desde el frente de una casa, tres plantas, algo vieja y con una fachada ordinaria.
—déjame ver si entendí, ¿quieres que vayamos a una casa a robar un pedazo de papel?
—no es cualquier papel, y no es cualquier casa. —replicó Teddy. — es la escritura original de la isla Yeyo. Y esa casa cuenta con una seguridad de alto nivel. Ni siquiera una cucaracha puede pisar dentro.
—¿Te has fundido el cerebro? —refutó Rosé,— dices que es seguridad de alto nivel ¿y nos quieres enviar a ese lugar?
—cuida tus palabras, niña.
—¿si no qué? —se levantó del asiento.
—Rosé —lisa intervino. La rubia volvió a su lugar.
Jisoo tomó la foto— no parece un lugar con mucha seguridad. Parece más una casa común
—nada es común, y esa es la idea. Nadie imaginaria que las pertenencias más importantes del gobierno estarían en un lugar así.
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Wild Cat © |Jenlisa| (#PGP2023)
Fanfiction*en Hiatus* Lalisa Manobal. Una gata juguetona, linda, y muy salvaje. Posee un gusto por las cosas lujosas e inalcanzable, gusto que la llevará a una bóveda, un museo o una caja fuerte para, obtener esas cosas lujosas. Su regreso Seúl dará inicio a...