Wild Cat © |Jenlisa| (#PGP2023)

3. El enemigo está cerca.

Si los guiones están pequeños pido disculpas por eso, actualicé desde el celular y todo es un caos, también me disculpo si hay errores de ortografía.

Capitulo 3: El enemigo está cerca.

Al salir de la comisaría, allí en la entrada con un café y un chocolate en mano, se encontraba Kang. Jennie lo miró, al acercarse le quitó el embase con el chocolate.

—¿Te harán un juicio? —empezaron a caminar.

—no, por suerte retiraron los cargos después de pasar tres malditas noches encerrada como una delincuente.

—mira el lado bueno, estás de vacaciones.

—¿vacaciones?— se detuvo, Kang la miró — ¡Estoy desempleada! ¡Estamos despedidos! —tiró el embase al suelo, Kang miró todo ese chocolate desperdiciado.

—esa bebida me costó 10 won, podrás encontrar otro empleo.

— ¡Soy una exconvicta! No es están fácil. Joder Kang, juro que la tenía, y no sé tal vez fueron esos ojos, o que sé yo, pero me distraje y terminé en el agua.

—al menos no irás a prisión. Eso sí sería un pesar

—pasé la noche cuidando esa pintura, estuve persiguiendo a una ladrona de élite, quede atrapada en medio de una peleas de hombres voladores, y ¿Que recibo? El despido.
 

Un auto se detuvo justo al lado de ellos, tanto Jennie cómo Kang miraron la limusina negra y como el vidrio iba bajando.

Un hombre asomó su cabeza, eso ojos grises fue lo primero que llamó la atención de Jennie.

—agente Kim Jennie, déjeme presentarme, soy Doosu Ryan, necesito que me acompañe, tenemos cosas importantes de que hablar.

—mire, esto parece entrevista para un reportaje, señor Ryan he tenido unos días horribles, no tengo humor para esto, busqué a alguien más.

—creo que no me entendió agente Kim. No le pregunté si quería venir, así que por favor, entre.

Miró a Kang, este estaba un poco desconcertado, luego miró al chico de los ojos grises, tan imponente aún estando sentado dentro del auto. Jennie vaciló un momento, le daba curiosidad pero a la vez algo de temor, tenía dos opciones negarse e irse, o aceptar y entrar. Tomó una respiración honda y miró al hombre seria, con su decisión tomada.

***

Silencio.

Demasiado silencio, una tan agudo que a la gata no le gustó.

Miró a la chica y la analizó, con esa fachada de chica callada y tímida había algo que no cuadraba, sentía, era su instinto felino, ese que la sacó de más de un apuro en el pasado que Nami no era alguien de fiar.

—¿Por qué la casa no tiene ningún tipo de cercado? —cuestionó lisa.

—la idea de Kin es no llamar la atención, de hecho varios chicos han intentado entrar, pero nunca salen.

—si eso es cierto ¿Por qué aceptaste venir? — esta vez fue Jisoo quien cuestionó sintiendo la misma desconfianza que Lisa hace un momento atrás.

—porque mientas no se activen los sensores externos las defensas de la casa estarán inactivas, además allí dentro hay algo que me pertenece. —se giró para prestar atención a la casa.— el riego está por encenderse ¿Quien irá primero? —preguntó

—irás tú — habló firme Lisa.

La chica asintió.

Jisoo y lisa compartieron miradas.