— ¡Sirius Orión Black! ¡¿Qué mierda le hiciste a Harry?! — lo sarandea Remus cuando lo ve entrar a la Sala Común.
— ¿Que le hice yo? — repite indignado.
— ¡El chico llegó hace media hora echando humos y maldiciéndote! ¡Está encerrado en nuestro cuarto y no nos deja entrar! ¡¿Qué mierda le hiciste?! — demanda saber histérico, pero claramente gallina.
— Si, tuve que pedirle permiso a uno de primero para que me dejen usar el baño — se queja James — Y también me dijo "imbécil" antes de darme el portazo en la cara ¿Qué demonios le dijiste? — se queja. Sirius se suelta con un empujón del agarre de Remus.
— Tks, no le dije nada — responde tajante — Quién le dijo algo fuiste tú — señala y Remus se lleva una mano al pecho indignado.
— ¡¿Yo?! ¡¿Qué le pude haber dicho yo?! —
— Tú le dijiste dios-sabrá-qué sobre Quejicus y nosotros, y me reclamó por eso — James lo mira con sorpresa.
— ¡¿Por eso me dijo imbécil?! — se queja.
— Bueno, James. Querido, también debió decirlo porque es una realidad — alude Ron relajado en el sofá, con una pierna en el apoya brazos y un chocolate en la mano.
— Tú eres el menos indicado para hablar de imbecilidad — masculla James mirándolo mal.
— Esa palabra no existe — responde el pelirrojo.
— ¡El punto de la conversación no es ese! — interrumpe Remus antes de voltear a ver a Sirius — ¿Qué demonios te dijo? — demanda saber.
— Nada, que tú, Ron y él nos iban a poner límites con Severus y que teníamos que obedecer. Nada más — responde cansado. Remus lo mira con los ojos bien abiertos.
— ¿Y tú lo escuchaste? — pregunta.
— ¡Pues si! ¡Me lo gritó, claramente lo oí! — se queja.
— Espera — interrumpe James serio — ¿Y tú qué le respondiste? — cuestiona y Sirius chasquea la lengua.
— Pues obvio le dije que si, que íbamos a tratar — responde lanzando la mano hacia atrás en un gesto de desinterés que a Remus y James los sorprendió claramente.
— No, no, no, no, no, no — lo interrumpe James, bajándose de la mesa en dónde estaba sentado — ¿Cómo es eso de que le dijiste que si? — espeta — ¿Que estás loco? ¿Un chico nuevo aparece, te pide que cambies y dices que si? ¿Así cómo así? ¿Cual es tu problema? — se queja.
— En primera; No cambie. Sólo pidió que dejáramos de sacarle canas al idiota de Quejicus — señala Sirius molesto, sin estar seguro de porqué — En segunda; No es un chico cualquiera, es Harry y es nuestro amigo. Casi se rompe el cuello por ayudarnos — menciona, remarcando el asunto del Quidditch — Y en tercera; ¿Que tanto problema te causa eso? Sólo debemos elegir a otros alumnos. De todas formas si estábamos pasándonos con el idiota. Algún día íbamos a cagarla enserio. Mejor le aflojamos ahora y ya — se encoge de hombros fastidiado. Jamás creyó que tendría esa conversación con James.
— Okey, estoy realmente anonado ahora — afirma Remus — Te supliqué por años que dejaras a Snape en paz, pero ahora con una sola charla por parte de Harry ¿Vas a ceder? — cuestiona asombrado — No sé si sentirme aliviado o celoso — se cruza de brazos y Sirius guarda las manos en sus bolsillos.
— No interesa, voy a tratar — responde antes de dirigirse hacia la habitación, tocando la puerta para llamar la atención de Harry.
— Si eres James, lárgate de aquí. Si eres Ron o Remus, ahora no — lo oye gruñir. Sirius suspira.
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Concéntrese, Potter
FanfictionHarry comete un severo error en su clase de posiones en una de sus múltiples riñas con Draco Malfoy, llevándose con él al rubio y a Ron al pasado, aterrizando en la época de los Merodeadores. - Todo esto es culpa tuya, Potter-